CALIDAD DE VIDA
La operación mejora los síntomas motores; no obstante no es para todos, explicó el catedrático Humberto Prinzo. Mirá el video.
Cuarenta y tres uruguayos con la enfermedad de Parkinson han mejorado su calidad de vida gracias a una cirugía conocida como estimulación cerebral profunda. Esta consiste en la colocación de pequeños electrodos en lugares específicos en ambos lados del cerebro y un marcapasos regulable desde el exterior que, principalmente, mejoran los síntomas motores.
No todos los pacientes pueden recibir este tratamiento. La Cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, en conjunto con el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular (CUDIM), ha estudiado a 385 pacientes pero solo se han seleccionado a 43, un índice de aprobación similar a lo que ocurre en el mundo.
Para ser candidato a una operación de este tipo, el paciente debe cumplir un protocolo de más de 10 ítems durante un periodo de estudio de seis a ocho meses.
“La enfermedad de Parkinson hoy no tiene cura. Estimo que en el futuro, con la biología molecular, la genética, con el estudio de la decodificación del ADN, quizás podamos prevenir factores que lo hacen aparecer. Pero lo que hace el neuroestimulador es mejorar la calidad de vida del paciente porque le saca en un porcentaje muy alto esa dificultad para la vida activa, ese congelamiento de la marcha, que no se puede levantar de una silla”, explicó Humberto Prinzo, director de la cátedra, en entrevista con Calidad de Vida en El País.