El barato ingrediente que está en la cocina y que tiene un poderoso uso como limpiador: ¿cómo funciona?

Es fácil de conseguir, es ecológica, no contamina y es segura para usar en espacios donde hay niños o mascotas. Enterate de cuatro beneficios de la sal gruesa.

Sal gruesa.
Sal gruesa.
Foto: Freepik.

Redacción El País
La sal gruesa, o sal marina, contiene minerales naturales y una estructura cristalina que la hace ideal para absorber humedad e impurezas. Su poder abrasivo permite además eliminar suciedad incrustada sin dañar superficies.

Además de ser barata y fácil de conseguir, es ecológica, no contamina y es segura para usar en espacios donde hay niños o mascotas.

Su textura granulada permite frotar superficies y eliminar suciedad incrustada, grasa o sarro sin dañar, como por ejemplo en el acero. Sin embargo, es importante evitar el uso de sal gruesa para limpiar mármol, granito o madera sin protección, ya que puede rayarlos.

Sal del Himalaya gruesa
Sal del Himalaya gruesa
Foto: Pixabay

Cuatro formas de usar la sal gruesa para limpiar

La sal gruesa puede usarse para limpiar diferentes superficies dentro del hogar. Aquí hay cuatro ideas:

1. Para limpiar pisos
Agrega una taza de sal gruesa al balde de agua con vinagre y pasa el trapo como de costumbre.

2. En la cocina
Espolvorea sal gruesa sobre sartenes o superficies grasosas. Déjala actuar unos minutos y frota con una esponja húmeda. Ayuda a despegar restos de comida sin rayar.

Sal gruesa
Sal gruesa
Foto: Pixabay

3. En el baño
Mezcla sal gruesa con bicarbonato y unas gotas de limón. Usa esta pasta para limpiar griferías y azulejos. Queda brillante y libre de sarro.

4. Para eliminar olores
Coloca un recipiente con sal gruesa en el fondo del balde de basura, dentro del armario o en la heladera. Absorberá la humedad y neutralizará los olores.

Para limpieza profunda, la sal gruesa puede emplearse una vez por semana. Como absorbente de olores o humedad, basta con cambiarla cada 15 días.

Otro uso para la sal gruesa

El baño de pies con sal y bicarbonato está recomendado por especialistas en podología. Este método es fácil de realizar, económico y brinda varios beneficios, sobre todo si se hace de forma regular.

Tanto la sal gruesa como el bicarbonato de sodio poseen propiedades que favorecen la salud de la piel. Juntos, estos ingredientes naturales ayudan a mantener los pies limpios, descansados y con mejor aspecto. Algunos de sus principales aportes son:

  • Efecto antiséptico y desinfectante: Este baño actúa contra bacterias y hongos que pueden acumularse, especialmente en quienes usan calzado cerrado durante muchas horas del día.
  • Desodorante natural: El bicarbonato ayuda a equilibrar el pH de la piel y controlar la transpiración, lo que contribuye a reducir olores molestos.
  • Exfoliación suave: La mezcla ayuda a remover células muertas y a ablandar la piel endurecida, dejando los pies más lisos y renovados.
Pies en agua, sal y bicarbonato
Pies en agua, sal y bicarbonato
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