Enterate qué tipo de denim se usa en la actualidad

Nuevas fibras, tipologías clásicas que siguen vigentes, como el vestido camisero y el mono, lo sporty, el negro y gris. Lo que se usa y lo que viene. Y el fenómeno de la ropa vivida

De los tejidos que incorporan nuevas fibras a las tipologías que se imponen: la clásica camisa, el sportwear, la sastrería y el mono de temporada. Las prendas muy lavadas dejan de estar en el centro de la escena para dejar paso a un denim crudo, al que cada uno le deja su impronta. Los bordados llegan para sumar color y más creatividad a los diseños.

Nuevas fibras se abren paso y representan una verdadera revolución. En las dos últimas temporadas, las que más se usaron fueron construcciones de diagonales marcadas, espinas de pescado, broken twills, satenes y motorman; todas texturas que resultan más aterciopeladas o que simulan tejidos de punto. También un símil rústico y jaqcuards.

En cuanto a las tipologías, la camisa sigue siendo la protagonista, ya sea en un corte clásico o slim con acentos nevados y estampas láser. Los tonos que se van a usar son el negro y distintos matices de gris. La chaqueta se vuelve más oversized, dando la sensación de una prenda que queda grande, de corte clásico, en índigo o con matizados, pero también en gris y negro.

El denim incursiona fuerte en las prendas deportivas, con texturas livianas y cómodas, ideales como complemento de la actividad física, en tejidos que simulan ser de punto o planos, pero con muy buena mano. Esto en camperas, remeras, shorts y bermudas.

Otro rubro en el que el denim muestra su gran versatilidad es la sastrería. No falta ni una de sus tipologías clásicas, como sacos, tapados, camisería, vestidos y faldas lisas o con estampados láser, en tonos que van de intensos a pastel.

Y el vestido sigue pisando fuerte. Esta temporada, el must es el camisero. Se inspira en la camisa larga, de corte recto y relajado, que puede incluir elásticos o lazos en la cintura para dar un look más femenino.

Los tejidos que ganan son los 100% algodón peinado, que resultan suaves, frescos y comodísimos, para llevar a toda hora. Muchos incluyen mezclas de fibras como el Tencel y Lyocel, que mejoran la caída.

El mono es la prenda fetiche, desde un jardinero clásico hasta una versión más vintage como el overolo más minimalista, como los cortos que toman inspiración en los quimonos.

Mientras que en los lavados, la tendencia es hacia la customización del usuario. Lo más cool ya no es una prenda muy procesada o muy lavada, sino una en estado virgen, que desprende su color a medida que la usamos y que con el tiempo toma nuestras marcas de uso. El afán de replicar el uso del jeans llega hasta tal punto que, por ejemplo, los dueños de la casa holandesa Denham compraron jeans a usuarios para poder imitar en la lavandería una prenda que ya fue usada, vivida.

Tampoco se usan tantas resinas y sí se utilizan más bien para fijar el color natural del tejido o para dar una terminación de contraste. Por eso se ven camperas con bolsillos y cuellos en índigo oscuro, y el resto contrasta en un tono más claro. O jeans con un color hasta el muslo y otro que varía con el resto de la pierna. Se suman experimentaciones lúdicas como pinceladas o manchas a contratono, bordados y aplicaciones en tipologías clásicas dibujadas con láser o estampadas.

Las intervenciones no faltan. Algunas prendas sugieren un tributo al action painting, como camisas de algodón con aplique de soplete de resina blanca o efectos especiales sobre bases muy blancas o en tonalidades muy bajadas y con decoraciones que parecen hechas con tinta china, en índigo intenso, con mucha rotura y abrasión. Además, pinceladas de craquelados, nevados, manchas con cepillos y efectos de lunares, dando un look descontracturado y original.

Para que sigamos haciendo de este clásico material un uso diario, más trendy. La evolución del jeans no para. Un género que siempre se renueva.

modaLA NACIÓN(ARGENTINA) / GDA