Decodificación dental: los dientes como puerta al inconsciente

TERAPIAS COMPLEMENTARIAS

Hace tiempo que el odontólogo Fabián Brotos entiende que podemos acceder al inconsciente a través de nuestros dientes: “Estos expresan nuestras historias y las de nuestros ancestros, así como los sufrimientos de nuestro ego”, sostuvo en diálogo con El País. La disciplina que trabaja con los dientes como herramienta de autoconocimiento se conoce como ‘decodificación dental’. Veamos de qué se trata y cómo se aplica en casos concretos.

Fabián siempre estuvo interesado en el vínculo entre los síntomas físicos y las emociones. En el año 2010, al mismo tiempo que ejercía como odontólogo, empezó a estudiar Biología Total de los seres vivientes y Decodificación Biológica con Enrique Bouron, una disciplina que “permite comprender la mecánica emocional que da origen a las enfermedades y los comportamientos”, según indica Bouron en su página web.

Dentro de la formación, Fabián se encontró con una parte dedicada exclusivamente a los dientes. Luego, estudió psiconeurodontología, neurociencias y psiconeuroinmunoendocrinología con profesionales de todo el mundo. Entonces, entendió por qué hay “valores simbólicos” que se expresan en los dientes.

Pronto, llevó sus conocimientos sobre decodificación dental al consultorio. Al decodificar un síntoma físico, es posible comprender el mensaje que este trae: “Cada diente tiene un valor simbólico específico”.

Si hay caries, si la raíz es de tal o cual forma o si es necesario realizar ortodoncia: todo nos habla de algo, ya sea de nuestras relaciones, nuestros valores, nuestra identidad o nuestro pasado familiar.

La decodificación dental no sustituye al tratamiento odontológico tradicional. “Soy docente en la Facultad de Odontología y esto lo tengo muy claro. No estamos desconociendo nada de lo práctico, al contrario, esta es una terapia complementaria que viene a agregar valor a lo que ya hacemos”, afirmó Fabián.

Elizabeth Bak tuvo su primera experiencia con la decodificación dental en el 2014. “Todos los años las muelas de juicio intentaban romper para poder salir, pero no lo hacían y me dolía mucho”, contó. Conocía el trabajo de Fabián, así que lo contactó. En una llamada telefónica inicial, él le planteó algunas posibilidades de lo que ese síntoma podría venir a expresar y le pidió que hiciera ciertas averiguaciones con su familia.

Así lo hizo: “Averigüé en mi casa y me dijeron cosas que nunca antes había sabido. Y pensé: ‘Mirá lo que me vengo a enterar por un dolor de muelas…’” Al poco tiempo, el dolor desapareció. Fabián le dijo que seguramente las muelas saldrían, porque ya se había desbloqueado aquello que les trancaba el paso.

Entonces, Elizabeth impulsó al odontólogo a que diera cursos de decodificación dental en un centro que tenía en Montevideo llamado Sadhana Escuela de Desarrollo Personal. Ella tomó sus clases, como hacía con todos los cursos que se daban en su escuela, y luego de hacerse la radiografía dental panorámica Fabián le mostró que sus muelas de juicio efectivamente habían salido.

“Como no soy odontóloga y no sé contar los números de los dientes y eso, no me había dado cuenta”, comentó. Y añadió: “Antes me habían dicho que las muelas no salían porque no tenían lugar, pero lo cierto es que, cuando el conflicto subyacente se resuelve, todo encuentra un lugar y se acomoda”.

Más adelante, también llevó a sus hijos para que se atendieran con Fabián. “Mi hijo más grande tenía cuatro caries, mi hijo del medio ninguna y el más chico tenía dos, que eran dos de las cuatro que tenía el más grande, o sea, en los mismos dientes y lugares”, relató. Primero llevó al grande para tratar sus caries y, a su vez, trabajar lo que estas significaban a nivel emocional.

Por temas de tiempo y costos, esperó a que el primero terminara su tratamiento para luego llevar al más chico. Entonces, sucedió lo increíble: “Cuando fui con él, resultó que ya no tenía esas dos caries porque se habían recalcificado”. Para Elizabeth, “lo más lindo fue que el más chico no tiene idea de lo que trabajó el más grande con Fabián; no es que le contamos”.

Todo tenía que ver con la pérdida de su papá, un incidente que ambos niños habían vivido de forma similar, según contó la mamá. “Cuando el grande trabajó el tema, eso le afectó al chico. Fabián me dijo que había leído al respecto, pero que era la primera vez que lo veía en persona”.

“Somos seres psicobiológicos, lo que significa que nuestra psicología altera nuestra biología”, subrayó Fabián. En este sentido, la decodificación dental considera “qué está asociado a cada diente y qué pasaba en la vida de la persona al momento de su erupción”.

Según el odontólogo, “el primer gran trauma del ser humano es el nacimiento y el segundo es la salida de los dientes, porque sucede con muchísimo dolor y a esa edad no tenemos las herramientas para expresarlo”. De esta manera, “queda un valor simbólico asociado a un diente específico y a cómo fue la relación con mamá, papá o el cuidador en esos momentos de necesidad”.

Al consultorio de Fabián llegan tanto personas que solo quieren una consulta odontológica tradicional como otras que buscan saber “qué les está diciendo su síntoma”. “Les podemos dar herramientas para trabajar el tema o los podemos derivar con un psicólogo, porque entendemos que la atención debe ser multidisciplinaria”, expuso el odontólogo.

Para Elizabeth, la decodificación dental es clave para “acelerar los tiempos del tratamiento, mejorar los resultados e impedir que el problema vuelva a aparecer”.

Por ejemplo, mencionó que muchas veces luego de una ortodoncia las piezas tienden a volver a su posición inicial, “pero cuando se hace con decodificación, el resultado es más rápido y duradero”.

A su vez, entiende que esta herramienta es una forma “muy interesante” de conocerse y comprenderse a uno mismo. “Es la historia de lo que aconteció en ti, en tu familia y en tus ancestros, porque hay muchos dientes que tienen que ver con el árbol genealógico”, expresó.

Y añadió: “Hay quienes leen o escuchan ‘dental’ y, como no son odontólogos, no encuentran el atractivo, pero en realidad es una excelente vía de autoconocimiento y crecimiento personal”.

De hecho, Fabián lo vivió de esa manera: “Empecé a entender mis características dentales de acuerdo a mi historia y a la de mis padres, y también comprendí por qué reaccionaba como lo hacía en todas mis relaciones”. En este sentido, aseguró que “uno empieza a amarse desde un lugar diferente”.

“El pasado no se puede cambiar, pero sí podemos cambiar cómo tomamos ese pasado y ahí es cuando uno empieza a tener más libertad”, afirmó.

La transformación fue profunda: “Para mí fue fundamental para no juzgar tanto y entender que todos somos producto de una historia. Me dio una perspectiva de responsabilidad, de salir de la culpa, el miedo y la carencia”.
Finalmente, recordó una frase muy extendida que dice ‘el dolor es vehículo de conciencia’ y dijo: “El dolor transforma, y nunca mejor explicado que en esto”.