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Desde Cambridge Analytica y las elecciones de Estados Unidos que convirtieron a Donald Trump en presidente, mucha agua ha corrido bajo el puente de las redes sociales y la desinformación.

Sin embargo, y aunque los investigadores no se ponen de acuerdo en si esto afecta las decisiones de voto de los electores, esa agua no trajo soluciones a los problemas que esas plataformas generan en los procesos electorales.

Muchos nos fuimos de Facebook, pero ahora los problemas se llaman TikTok.

En Alemania, cuentas de la única plataforma global que no es de origen norteamericano (TikTok es propiedad de una empresa China)se hicieron pasar por políticos destacados de ese país durante las últimas elecciones.

En Colombia, publicaciones falsas en TikTok aseguraban que el candidato presidencial Rodolfo Hernández había “robado” una frase del personaje de Los Simpsons, Mr. Burns y en otros videos se aseguraba que unatiktoker satírica era la hija de la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez.

En Filipinas, uno de los países con mayor uso de las redes sociales por habitante del mundo, videos de TikTok fueron usados por el hijo del ex dictador filipino, Ferdinand Marcos. Esto, aseguran, ayudó a BongBong Marcos en su carrera por convertirse en presidente filipino, cargo que ocupa desde junio de este año.

En una serie de artículos publicados por el New York Times en estos días, se asegura que algo muy similar está ocurriendo en Estados Unidos de cara a sus elecciones intermedias en las que se renovará un tercio de la Cámara de Senadores y toda la Cámara de Representantes.

En uno de los artículos, varios investigadores y especialistas manifiestan preocupación por lo que está ocurriendo en la plataforma y aseguran que han podido rastrear videos que sostienen teorías conspiratorias que alimentan (nuevamente) la idea de un fraude electoral en las elecciones del 8 de noviembre. Videos, que aseguran, están teniendo miles y miles de reproducciones.

Debido a la moderación de la plataforma, no es posible buscar videos con el hashtag #StopTheSteal (#ParenElRobo) para evitar la propagación de estos mensajes. Sin embargo, miles de usuarios pudieron ver más de un millón de reproducciones de contenidos marcados con el hashtag #StopTheStealll, utilizado para eludir esta moderación, antes de que fuera también eliminado tras el aviso del propio New York Times a TikTok.

Algunos videos llamaban a los usuarios a votar en noviembre mientras volvían a insistir con rumores sobre fraude que alimentaron el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Videos de TikTiok con millones de reproducciones aseguran, sin evidencia, que el crecimiento de los enfermos de Covid-19 en Estados Unidos en las últimas semanas, “son un invento para evitar que la gente vote”. Uno podría pensar que esto es más de lo mismo. Que ya el mundo, y Estados Unidos en particular, ya vivieron la desinformación electoral en Facebook, Twitter e Instagram. Sin embargo, y tal vez también por cuestiones que tienen que ver con la geopolítica de que por primera vez se trate de un app extranjera (y además china), los norteamericanos están más preocupados. Más allá de lo territorial, hay sí algunas razones que elevan alertas en el tema.

Los videos y audios son contenidos infinitamente más difíciles de moderar, tanto con sistemas automatizados como humanos. Otro de los problemas pasa por la intensidad en el uso. Según losinvestigadores norteamericanos, el usuario promedio de ese país pasa en TikTok 82 minutos al día, tres veces más que en Snapchat o Twitter y dos veces más que en Instagram y Facebook.

En conclusión, el ecosistema de las plataformas se complica y se vuelve un territorio de enfrentamientos entre potencias mundiales, mientras sigue alimentándose de desinformación y mentiras. Habrá que ver hasta dónde llegamos.