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Barry Bryson, un chef escocés fanático del chivito que trae su cocina a Montevideo

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Barry Bryson. Foto: Loenardo Mainé

GASTRONOMÍA

Uno de los chefs privados más importantes de Escocia está de visita en Uruguay. Elogia los productos locales, ama el chivito y dice que tiene una materia pendiente con otra tradición bien uruguaya.

Barry Bryson es uno de los chefs privados más importantes de Escocia. En algún momento supo trabajar en diferentes restaurantes, pero la vida lo llevó a ir por su cuenta y hoy en día dirige la empresa de catering para eventos llamada Cater Edinburgh.

Tiene como clientes a grandes marcas internacionales entre las que se encuentran Louis Vuitton, Aston Martin, Rolls Royce y Glenmorangie, y a organizaciones de gran prestigio como la Biblioteca Nacional de Escocia, Jupiter Artland y el Festival Internacional del Libro de Edimburgo.

Por estos días Bryson está de visita en Uruguay, invitado por la Embajada Británica, para la cual estará cocinando en el marco de una serie de eventos que buscan compartir lo mejor de la cocina de sus tierras.

El chef recibió a El País y, té inglés tradicional de por medio, contó detalles de su estadía y su trabajo tanto en Uruguay como en Reino Unido.

Esta es la segunda vez que Bryson visita Uruguay. La primera fue en 2019, también de la mano de la Embajada Británica y, si bien el plan era volver antes, a raíz de la pandemia recién pudo concretar el viaje este año.
De cualquier manera, a pocos días de haber llegado a tierras charrúas, el chef reconoce que este es un viaje diferente al anterior: porque los eventos para los que cocina son distintos, porque se anima a probar otros productos que la vez pasada no probó y porque la pandemia obliga a restringir los eventos masivos y las características de los mismos.

Bryson contó que el pasado 25 de enero realizó una serie de platos para la tradicional Burns Night, noche en la que los escoceses celebran el nacimiento del poeta Robert Burns (1759-1796). Este año, para no saltar los protocolos, lo que se hizo fue enviar los platos ya prontos a domicilio de los que hubieran estado invitados a una cena en la residencia de la embajadora Faye O’Connor.

Haggis con neeps y tatties. Foto: Embajada Británica
Haggis con neeps y tatties para la Burns Night. Foto: Embajada Británica

Otro de los eventos en el que participó este chef fue el taller de cocina que brindó el miércoles 26 de enero con el cocinero y educador preescolar uruguayo Diego Ruete: con un grupo de niños el jardín y la huerta de la residencia de la embajada se transformaron en un espacio para aprender, cocinar y divertirse, que resaltó la importancia de tres ejes en la educación alimentaria: el cero desperdicio, la importancia de la comida local y de la estacionalidad.

Un chivito: lo primero que pidió al llegar a Uruguay.

Bryson, que se quedará en total dos semanas en Uruguay, contó que su primera estadía en Montevideo fue en el año 2019 y que, en aquel momento, probó uno de los platos emblemáticos: el chivito. Si bien en el momento pensó que no iba a ser capaz de terminarlo, le gustó tanto que lo logró y en esta nueva visita lo primero que hizo cuando llegó fue salir a comer: “Me pedí un chivito. Ya había probado la vez anterior que estuve y me gustó mucho”, sostuvo, elogiando la calidad de la carne que se consume en nuestro país.

El escocés explicó que “generalmente en el día a día no suelo tener demasiado tiempo como para ir a un restaurante y sentarme a comer tranquilo. Y ese día que llegué justo era sábado, era de noche, al día siguiente no tenía que trabajar, por lo que era ideal para aprovechar a comer un chivito tranquilo y tomar una cerveza. Era el momento perfecto”, dijo.

Gran amante del chivito y de la variedad y calidad de los productos uruguayos a la hora de cocinar, Bryson aún tiene una metería pendiente, que es el mate: “Lo probé, pero no me gustó mucho”, señaló, frunciendo el rostro como recordando el sabor amargo de los primeros mates. “Pienso que con el mate sucede lo mismo que con otros alimentos como, por ejemplo, con las ostras, que la primera vez que comés una no te gusta demasiado y es un sabor extraño, pero con el tiempo si seguís comiendo te empiezan a gustar. Así que confío en que me va a pasar eso con el mate y que finalmente me terminará gustando”, sostuvo.

Su trabajo como chef privado.

Ante la pregunta de por qué motivo decidió pasar a trabajar como chef privado en lugar de hacerlo en un restaurante o de tener uno, el escocés dijo entre risas que “esa es exactamente la misma pregunta que me hago yo cada día”. Agregó luego que “solía trabajar para restaurantes pero la verdad es que ser chef privado me permite cocinar bajo otro tipo de presión y realmente me saca de mi zona de confort. Y eso me gusta, porque es un desafío”.

Barry asistió a Madras College en St. Andrews y se formó como chef en Elmwood College en Cupar, ahora Scotland’s Rural College (SRUC). Su cocina está inspirada en los productos locales de Escocia, a partir de los cuales crea platos de temporada que combinan técnicas de cocina tradicionales y contemporáneas. De esta manera, el chef lleva a los eventos lo mejor de los restaurantes, embanderado en una cocina escocesa moderna.

Además de cocinar para las marcas mencionadas al principio de esta nota, Bryson también lo suele hacer para algunos de los principales espacios de arte contemporáneo en Edimburgo como, por ejemplo, Fruitmarket Gallery, Dovecot Studios y Summerhall.

Sus platos han sido disfrutados también en eventos privados por distintas figuras de la industria del entretenimiento y los negocios, así como para algunos parlamentarios del Reino Unido.

El año pasado fue reconocido como chef privado del año en Escocia en los premios The Banqueting and Events Chef. Y, además de cocinar, Bryson escribe: desde el año 2016 sus artículos relacionados a gastronomía han sido publicados en medios como The Scotsman, The Herald, The Daily Record, Premier Living y The Courier.

El tradicional haggis en la Burns Night.

La embajadora británica en Uruguay, Faye O’Connor, contó a El País que en Reino Unido se le da mucha importancia a varias fechas a lo largo del año y que una de las más celebradas es la Burns Night (en español conocida como la Noche de Burns o Cena de Burns).

Se trata de una tradición escocesa que recuerda al poeta Robert Burns (1759-1796) en el día de su cumpleaños, es decir, cada 25 de enero. En Escocia y en varias partes del mundo donde hay expatriados, esta jornada se festeja con poesía, whisky y haggis, un plato tradicional escocés.

Este fue justamente uno de los platos que preparó el chef Barry Bryson.
La embajada celebra todos los años esta fecha, pero en este 2022 a raíz de la pandemia se decidió no realizar un evento presencial y lo que hicieron fue enviar a domicilio los platos ya prontos a los invitados.

¿Qué es el haggis? Es un embutido preparado con vísceras de oveja o de cordero, similar a la morcilla que se conoce en Uruguay.

La embajadora O’Connor explicó que es una tradición que para esta fecha se prepare siempre los mismos platos.

Al clásico haggis, Bryson lo acompañó con “neeps and tatties”. Estos términos hacen referencia a los dos purés que se sirven con el haggis: el puré de nabos (neeps) y el puré de papas (tatties).

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