Astrónomos uruguayos relatan sus recuerdos sobre la llegada a la Luna

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En todo el mundo se pudo ver una transmisión en directo de la llegada del hombre a la Luna. Foto: NASA

LAS MEMORIAS DE VER EN VIVO UN NUEVO MUNDO

Cinco referentes de la astronomía en Uruguay contaron a El País qué recuerdos tienen de esa jornada.

El pequeño paso de Neil Armstrong en la Luna fue un gran salto para la humanidad, pero fue una pisada que más allá de hacerse con orgullo se hizo con temor: nadie sabía qué podía pasar.

Entre otras interrogantes, se decía que la superficie podía estar cubierta por más de un metro de polvo, explicó la astrónoma uruguaya Esmeralda Mallada. “Hasta el astronauta estaba nervioso porque recuerdo ver sus pies y en la última pisada él no se bajaba, tocaba el piso y no se tiraba”, dijo.

Aquel 20 de julio de 1969 el mundo se paralizó: todos esperaban la llegada del hombre por primera vez a la Luna y, cuando finalmente Armstrong caminó en la superficie, la televisión estaba transmitiendo en directo.

En Uruguay ya era de noche y el televisor era un lujo de unos pocos, por lo que la gente se reunió con familiares para ser testigos de este acontecimiento histórico.

Cinco referentes de la astronomía en Uruguay contaron a El País qué recuerdos tienen de esa jornada. Óscar Méndez, docente y director del Planetario de Montevideo, contó cómo lo marcó aquella proeza de la humanidad. El astrónomo Gonzalo Tancredi reconoce que definitivamente aquello influyó en la que sería su profesión. El astrónomo Tabaré Gallardo tenía 7 años y en esa época estaba en Europa: en su caso, vivió una noche de verano inolvidable en la que un televisor fue llevado a la terraza para ver el evento. Julio Fernández, docente y responsable del departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias, ya no era un niño y estaba metido en el tema: era estudiante y la llegada a la Luna lo tenía expectante, un poco más que al resto. La astrónoma Esmeralda Mallada también era mayor de edad: con su esposo y sus dos pequeños hijos fueron a la casa de un abuelo para ver en la televisión aquel suceso del que todos hablaban.

En 1969 Óscar Méndez tenía 3 años. La llegada del hombre a la Luna “es casi el primer recuerdo de mi infancia que tengo presente”, contó. Y añadió: “Recuerdo la transmisión y luego despertar a mis papás para que apagaran el televisor blanco y negro que había en su cuarto. Ellos se durmieron; yo miré fascinado”.

El docente también señaló: “Es algo que me marcó. Conservo un álbum de recortes de prensa que hizo mi tía”. En ese momento, en su familia no se hablaba sobre astronomía. “Hay muchos libros en la casa de mis padres sobre el tema producto de las preguntas que comencé a hacerles”, señaló.

A su juicio, la llegada del hombre a la Luna tuvo gran importancia desde varios puntos de vista; quizás lo más importante es que puso en el centro de la opinión pública mundial por primera vez un acontecimiento científico-tecnológico como la primera transmisión televisiva universal.

Antes de posar firmemente el pie en el suelo lunar, Armstrong tanteó prudentemente la superficie para comprobar su resistencia. Foto: Reuters
Antes de posar firmemente el pie en el suelo lunar, Armstrong tanteó prudentemente la superficie para comprobar su resistencia. Foto: Reuters

“Desde el punto de vista científico, quizá no fue un gran aporte, más allá de que se dilucidaron algunas interrogantes. Desde el punto de vista publicitario fue una jugada magistral de Estados Unidos frente a la Unión Soviética, que cambió totalmente el modo en que se desarrolló la carrera espacial”, explicó Méndez a El País.

Gonzalo Tancredi tenía 6 años. Recuerda que todos estaban pendientes de lo que sucedía, incluso varios días antes. “Hubo algo que en alguna medida marcó mi vocación y la de mi hermana: mis padres tenían una vinería y había una competencia para la mejor vidriera acondicionada por la llegada del hombre a la Luna. Armaron una que de un lado estaba la Luna y del otro, la Tierra; y ganaron el segundo premio. En cierta forma eso marcó mi vocación y también la de mi hermana, porque ella es escenógrafa y en esa vidriera estaban representadas las dos vocaciones que tendríamos”, contó.

El astrónomo recuerda haber mirado la transmisión con su familia y señaló que “donde hubiera un televisor se juntaba la gente para ver ese momento tan especial”.

Tabaré Gallardo tenía 7 años y aunque dijo que sus recuerdos “son borrosos”, contó que aquel día lo encontró en Europa: vivió en Francia durante un año y el 20 de julio estaba visitando a unos familiares en España. “Era muy común que en las noches muy calurosas en Madrid se fueran todos a las azoteas. Uno de mis familiares era sacristán de la iglesia y allí iban a mirar la tele”. Allí vieron la transmisión en directo de la llegada a la Luna.

“Y al otro día era todo el comentario, en el diario estaban las fotos”, señaló. El astrónomo agregó que la importancia de este logro viene más “por el emprendimiento en sí, porque en realidad los astrónomos en aquel momento estaban en contra de hacer un viaje tripulado. Era mucho más económico y seguro mandar sondas y máquinas”.

Julio Fernández tenía 23 años y, como estudiante de astronomía, el suceso le generó mucha expectativa. Resaltó que “hay que tener en cuenta lo que eran las transmisiones directas en ese momento. Eran excepcionales, incluso cuando eran cosas que ocurrían en la Tierra”.

La tripulación del Apolo 11 tuvo que viajar a la Luna sin seguro de vida, pues ninguna compañía quería asumir el riesgo. Foto: NASA
La tripulación del Apolo 11 tuvo que viajar a la Luna sin seguro de vida, pues ninguna compañía quería asumir el riesgo. Foto: NASA

El astrónomo sostuvo que “era toda una proeza; en ese momento se veía casi como cuando Cristóbal Colón llegó a América. Era nada más y nada menos que visitar por primera vez otro cuerpo del sistema solar, un evento histórico. Uno lo veía como que realmente estaba participando de algo trascendente”.

Fernández recuerda que aquella noche de invierno estaba en su casa junto a su familia: “Todos lo miramos y fue una exclamación ver en directo cuando Neil Armstrong descendía del módulo lunar. Ahora pasó a ser un hecho histórico, realmente fue un avance considerable de esos que se hacen por motivos diversos, no solo científicos sino también políticos”.

La astrónoma Esmeralda Mallada tenía 32 años. Estaba casada, tenía dos hijos de 5 y 6 años y era profesora desde hacía 10 años. Contó que aquella noche fueron todos a la casa de uno de los abuelos de la familia para mirar la televisión: “En mi casa no había -mi esposo y yo recién compramos una cuando mis hijos tenían 11 y 12 años- para que fueran buenos lectores. Entonces veíamos televisión en la casa de algún vecino o de los abuelos”, expresó.

Lo que más recuerda es ver cuando el astronauta estaba a punto de bajar al suelo: “Se hablaba tanto de que la Luna podía estar tapada de un metro y medio de polvo, que se ve que hasta el astronauta estaba nervioso. Recuerdo eso: ver los pies del astronauta en la ultima pisada, él no se bajaba, tocaba el piso y no se tiraba”.

“Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad”. Esta es la frase que dijo Neil Armstrong al pisar la Luna. Foto: NASA
“Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad”. Esta es la frase que dijo Neil Armstrong al pisar la Luna. Foto: NASA

Y añadió: “Hay gente que dice que se gasta dinero para llegar a la Luna y a Marte en vez de combatir la pobreza, pero yo creo que la pobreza se puede combatir igual de otra manera”. En este sentido, Mallada explicó que todo lo que el hombre invierte en estas investigaciones trae beneficios: “No tendríamos los celulares que tenemos si no se hubieran hecho la cantidad de cosas que se hicieron para llegar a la Luna. No tendríamos las computadoras que tenemos”.

En directo, pero unos segundos después

Aquella transmisión televisiva que el 20 de julio de 1969 llegó a todas partes de la Tierra fue emitida en directo. Sin embargo, tenía un retraso de aproximadamente 10 segundos.

El director del Planetario de Montevideo Óscar Méndez explicó que “había un pequeño retraso a propósito, que no era producto de la ida y la vuelta de la señal a la Luna, porque si fuera así no habría más que un segundo entre ida y vuelta”. El motivo era que “existía la posibilidad de que esto fuera una tragedia enorme”.

Méndez agregó que “no se sabía a ciencia cierta cuáles eran las características del suelo lunar, pero había muchas observaciones y fotografías que mostraban que el mismo estaba cubierto de lo que se llama “regolito”, que es una arena muy fina, más fina que el talco, y que es producto de miles de millones de años de impacto de objetos contra la superficie lunar”. Sobre el regolito, señaló que “no se sabía cuál era el espesor ni si iba a soportar el peso del módulo y los astronautas. Hubiera sido terrible transmitir en vivo y en directo la muerte de los enviados que se iban hundiendo en una suerte de arena movediza.

Pero, además, el descenso en sí mismo podría haber sido catastrófico si no se hubieran apagado los motores a tiempo, si hubiera habido una maniobra errada. Ahora estamos acostumbrados a que todas esas cosas se hacen por computadora, pero la que había en el módulo de descenso tenía menos capacidad de cómputo que mi reloj hoy; eran básicamente manuales todas las maniobras. Cualquier cosa podría haber salido mal”.

La voz de los expertos.

Gonzalo Tancredi

Gonzalo Tancredi

“La serie de misiones Apolo significaron un cambio importante en lo que hace a nuestra idea del origen de la Tierra y la Luna, especialmente a partir de la gran cantidad de materiales que se recogieron y trajeron para su análisis posterior”.

Julio Fernández

Julio Fernández

“La llegada del hombre a la Luna tuvo repercusiones políticas y también científicas porque se empezaron a explorar otros cuerpos mas allá de nuestro planeta y eso nos ha traído mucha información importante para conocer el origen de la Tierra, la Luna y el sistema solar”.

Óscar Méndez

Óscar Méndez

“Fue importante desde varios puntos de vista, quizás la mayor importancia fue poner en el centro de la opinión pública mundial por primera vez un acontecimiento científico tecnológico en la primera transmisión televisiva universal”.

Esmeralda Mallada

Esmeralda Mallada

“Era algo nuevo. Con el tiempo, vi la escena del pie de Armstrong bajando no sé cuántas veces, pero en aquel momento fue impactante. Estábamos en Guerra Fría y era ver quién llegaba primero, pero era lo más importante que estaba pasando”.

Tabaré Gallardo

Tabaré Gallardo

“Lo que impactó más fuerte con la llegada a la Luna fue demostrar que es posible hacer una empresa de esas características, porque el avance científico vino después. En los primeros casos era demostrar el poderío, demostrar que se podía hacer”.

“La gente esperaba ansiosa ese momento”

El astrónomo Julio Fernández señaló que “hay que tener en cuenta lo que eran las transmisiones televisivas en directo que había en ese momento: eran excepcionales, incluso de cosas que ocurrían en la Tierra”. Fernández contó que “era una época en la que la televisión recién empezaba a ser común en los hogares. En Uruguay, al principio, eran pocas las familias que tenían un televisor en sus casas”.

En entrevista con El País, el astrónomo recordó que “mucha gente esperaba ansiosamente ese momento para observar en directo la llegada del hombre a la Luna”.

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