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Astrónomo explica porqué el Nobel fue para los secretos más oscuros del cosmos

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David Haviland, member of the Nobel Committee for Physics, Goran K. Hansson, Secretary General of the Royal Swedish Academy of Sciences and Ulf Danielsson, member of the Royal Swedish Academy of Sciences, announce the winners of the 2020 Nobel Prize in Physics presented on the screen: Roger Penrose, Reinhard Genzel and Andrea Ghez during a news conference at the Royal Swedish Academy of Sciences, in Stockholm, Sweden October 6, 2020. TT News Agency/Fredrik Sandberg via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE WAS PROVIDED BY A THIRD PARTY. SWEDEN OUT. NO COMMERCIAL OR EDITORIAL SALES IN SWEDEN.
TT NEWS AGENCY/via REUTERS

PREMIO NOBEL DE FÍSICA 2020

Gonzalo Tancredi repasa la contribución de los físicos galardonados por sus trabajos sobre agujeros negros

El Premio Nobel de Física 2020 fue otorgado por descubrimientos teóricos y observacionales sobre agujeros negros, con la mitad para Roger Penrose y la otra mitad conjuntamente para Reinhard Genzel y Andrea Ghez.

Göran K. Hansson, secretario de la Real Academia Sueca de Ciencias, dijo en la ceremonia del martes en la ciudad de Estocolmo que el premio de este año trataba de “los secretos más oscuros del universo”.

Un agujero negro es un objeto cuya fuerza gravitatoria es tan intensa que nada puede escapar, ni siquiera la luz. Y muy poco se sabe sobre ellos. “No teníamos observación directa sobre ellos hasta hace bastante poco”, recordó el astrónomo uruguayo Gonzalo Tancredi. Una primera imagen revolucionaria fue revelada al mundo en abril de 2019.

El profesor recordó que hay dos tipos de agujeros negros: aquellos que se forman en la etapa final de la evolución de una estrella y los supermasivos, que son aquellos de millones de masas solares que están en los centros de las galaxias, incluidas la nuestra. Justamente, su comprobación mereció este año el Nobel.

Penrose, quien trabajó con Stephen Hawking, es reconocido por el aporte teórico: su modelo matemático permite calcular la existencia de agujeros negros a partir de la Teoría de la Relatividad de Albert Einstein, “cosa que no había predicho o, por lo menos, lo había cuestionado”, apuntó Tancredi.

La demostración de Penrose es considerada, además, una de las principales contribuciones a nueva teoría de la gravedad cuántica. El científico británico pudo probar que un agujero negro siempre oculta una singularidad, un límite donde tiempo y espacio terminan.

El trabajo de Genzel y Ghez ha abierto el camino a nuevas generaciones de test más precisos de las formulaciones de Einstein y sus predicciones. Así comprobaron las sospechas sobre la existencia de un agujero negro en el centro de la Vía Láctea, en la región conocida como Sagitario A. Durante décadas “se reconocía que en el centro de algunas galaxias observadas a distancia podían existir agujeros negros; era la explicación que uno daba a fenómenos que estaban ocurriendo, en particular, la aceleración de gas y polvo hacia el centro o el movimiento que se daba entorno al centro de la galaxia”, explicó Tancredi.

El problema es que la observación del centro de nuestra propia galaxia es bastante dificultoso por la gran cantidad de gas y polvo interestelar que hay en esa dirección; pero Genzel y Ghez lo lograron liderando dos proyectos paralelos con supertelescopios. Perfeccionaron nuevas técnicas para compensar las distorsiones causadas por la atmósfera de la Tierra.

Las mediciones de ambos grupos coincidieron en probar la existencia de un objeto extremadamente pesado e invisible que arrastraba las estrellas y las hacía moverse a velocidades de vértigo y proporcionaron “la evidencia más convincente” de que hay unagujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia: su tamaño es estimado en cuatro millones de masas solares.

Con suerte, quizás es posible que pronto veamos directamente a Sagitario A*, el nombre del agujero negro supermasivo.

Los hallazgos de Penrose, Genzel y Ghez han revolucionado el estudio de objetos compactos y masivos, pero estos plantean todavía muchas preguntas sobre su estructura interna y sobre cómo probar la teoría de la gravedad en condiciones extremas en la proximidad de un agujero negro, señaló el presidente del Comité Nobel de Física, David Haviland, al presentar el premio.

“No sabemos qué hay dentro de un agujero negro y eso es lo que lo hace tan fascinante”, dijo Ghez después de conocer que se había convertido en la cuarta mujer en la Historia galardonada con el Nobel de Física.

“No tenemos ningún agujero cercano al Sistema Solar”, tranquilizó Tancredi.

Cuarta mujer premiada en la Historia.

La profesora de astronomía estadounidense Andrea Ghez es una de las tres ganadoras del Premio Nobel de Física 2020 y la cuarta mujer en recibir el galardón en la historia. Ghez, doctorada por la Caltech en 1992, está en la Universidad de California, en Los Ángeles, desde 1994, donde codirige el Centro Galáctico. Se muestra convencida de que con el tiempo irá desentrañado los secretos que guardan los agujeros negros. “Esta es un área de la física donde el ritmo de los descubrimientos se está acelerando porque la tecnología evoluciona máxima velocidad. Y, francamente, sabemos muy poco”, dijo.
Hace dos años, la canadiense Donna Strickland ganó el Premio Nobel de Física, y antes que ellas, solo dos mujeres lo lograron, en 1963 (Maria Goeppert Mayer) y 1903 (Marie Curie). Mientras que más de 200 hombres han recibido este galardón.

La física “ha estado dominada durante mucho tiempo por los hombres, pero cada vez hay más mujeres que ingresan a esta disciplina. Estoy encantada de poder ser un modelo a seguir para las mujeres jóvenes”, concluyó la científica.

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