VERANO 2020

rosana decima

Por séptimo verano consecutivo se realiza en Uruguay el Encuentro Latinoamericano de escultura en la arena. Las primeras obras de este año comenzaron a levantarse en una playa de Canelones el pasado 23 de enero y los artistas ya pasaron, además, por el departamento de Rocha. En las últimas horas llegaron con sus herramientas y creatividad a Montevideo.

Las obras de los escultores en la capital del país empezaron a tomar forma el pasado martes 4 de febrero en la playa de Pocitos, a la altura de la calle Miguel Barreiro, y el trabajo siguió en la jornada de ayer, desde las 9 hasta las 20 horas. Al igual que en los lugares en los que se realizó el evento anteriormente, participaron tanto artistas uruguayos como también de Argentina, México, El Salvador, Perú, Paraguay, Colombia, entre otros países.

Hace siete años este proyecto era solo una idea que comenzaba a tomar forma, pero verano a verano los participantes se fueron reafirmando como grupo y actualmente es toda una tradición: llegan las vacaciones de verano y eso es sinónimo de reunión para estos artistas.

“Esto es una confraternidad latinoamericana. Tratamos de formar una gran familia a través de este arte efímero y lo estamos logrando, porque hay gente que está participando desde hace cinco años en el grupo”, contó a El País el escultor uruguayo Dumas Teixeira, quien organiza el encuentro.
Teixeira es presidente del grupo “Por amor al arte”, un colectivo que busca la promoción, creación y difusión del arte; es en el marco de este espacio que coordinan las actividades de “Castillos en la arena”.

Las esculturas no son todas del mismo tamaño y dependiendo de ese factor, como también de la complejidad que puede tener cada una de las obras, los artistas demoran entre un día y dos para terminarlas.

Teixeira resaltó “el clima de solidaridad” que hay entre los participantes. “Entre ellos se ayudan, tratan de enseñarse unos a otros y eso es fantástico”, dijo. Explicó que “al no ser una competencia, eso distiende muchísimo los ánimos, todos están tranquilos y dedicados a lo que están haciendo”.

Con respecto al tema que elige cada artista, este es libre: “Lo único que no pueden hacer es tocar temas relacionados a la política o la religión. Pero cada escultor tiene un boceto en la mente y lo desarrolla libremente”, dijo Teixeira.

En cada encuentro, además, hay un espacio dedicado a los más chiquitos, ya que siempre hacen participar a los niños en talleres.

“Lo único que ellos usan es arena y agua”, contó el escultor uruguayo. Agregó que se ayudan con algunas herramientas que no son las convencionales de un escultor como, por ejemplo, palas, cuchillos, pinceles “para peinar la arena que sobra” o “cañitos para soplar los residuos”, así como plumas y otros instrumentos especiales que les permiten hacer las terminaciones.