GUILLERMO ZAPIOLA
Tras un período en que le dedicó más tiempo a la maternidad que al cine, Jodie Foster parece dispuesta a volver con fuerza a la pantalla. Lo hace como actriz y productora en una película, y se prepara a dirigir otra. Y sus planes no terminan ahí.
En efecto, desde 1999, cuando protagonizó el drama de época Ana y el rey, Foster ha venido espaciando sus apariciones cinematográficas: un par de papeles de "estrella invitada" (es decir, muy poco tiempo en pantalla) en The Dangerous Lives of the Altar Boys (2002) y Amor eterno (2004); dos asuntos de suspenso actuados en estricto piloto automático (gesto crispado, y que director, fotógrafo y editores se las arreglen en La habitación del pánico, 2002, y Plan de vuelo, 2005); un esfuerzo un poco más visible en El plan perfecto (2006) de Spike Lee. Poca cosa, para una mujer con sus antecedentes.
Ahora tiene otro film terminado, uno en rodaje y un tercero en pre-producción, y todo indica que, por lo menos a dos de ellos los ha encarado como empeños más personales. El viernes pasado se presentó mundialmente en el festival de Toronto y será estrenado el próximo fin de semana en los Estados Unidos su más reciente trabajo como actriz, The Brave One, dirigido por el irlandés Neil Jordan y que la tiene también como productora ejecutiva. Allí Foster interpreta a Erica, una mujer cuyo novio es asesinado por una pandilla que a su vez le propina a ella una brutal paliza bajo uno de los puentes del Central Park, en Nueva York.
A partir de ahí, el personaje de Foster se convierte en la versión femenina del Charles Bronson de la serie El vengador anónimo. Cuando se recupera, mira en forma distinta a todo hombre que se le acerca, ya sea desconocido o relativamente familiar. A continuación compra un arma y comienza a salir por las noches para exterminar proxenetas o ladrones de tiendas nocturnas. Hay un policía (Terrence Howard) que le sigue la pista.
La crítica presente en Toronto, que ha objetado el convencionalismo de la historia pero ha elogiado su calidad narrativa y el nivel interpretativo, y ha señalado que el director Jordan no escatima violencia pero al mismo tiempo logra transmitir el nerviosismo y la sensación de vacío que afectan a la protagonista. También ha observado el carácter polémico de todo el enfoque, y en particular el de un desenlace que se pide no revelar en una nota periodística.
ESTATURA. Durante la conferencia de prensa que ofreció en Toronto antes de la presentación del film, Foster bromeó sobre su estatura (un metro sesenta y un centímetros), y afirmó que su tamaño "petit" (lo definió así, a la francesa) le ha impedido obtener algunos papeles, pero que nunca ha sido un impedimento para su realización profesional.
"Sinceramente me siento muy cómoda con mi estatura. Jamás ha sido un punto de complejo para mí el que sea pequeñita", afirmó Foster. "No soy (Arnold) Schwarzenegger, soy una mujer que ha encontrado su fortaleza en la interpretación y no en la estructura de su cuerpo, por eso creo que pocas personas saben que no soy tan alta. Jamás me he sentido acomplejada y a estas alturas de mi vida no tendría por qué hacerlo",
Foster concurrió a Toronto acompañada por su co-estrella Terrence Howard, el director Neil Jordan y los productores Joel Silver y Susan Downey (ex-Susan Levin y actual esposa de Robert Downey Jr.). Inevitablemente, la conferencia de prensa no pudo menos que tocar los temas de la justicia por mano propia y la seguridad (o inseguridad) personal. Foster reconoció: "Creo que para todos los americanos, en general, el concepto de seguridad cambió a raíz del 11 de septiembre, hay un antes y un después. Ya sea en Disneylandia, en Times Square, en un parque o incluso en nuestra propia casa, usualmente nos sentimos atacados porque precisamente las formas de ataque cambiaron".
Foster agrega al respecto: "Creo que todos pensamos que hay líneas que nunca cruzaríamos y tipos de personas que nunca seríamos. Sin embargo, no sabes en quien te puedes convertir en determinadas circunstancias. Intelectualmente, puedes suponer cómo actuarías desde el punto de vista ético, sin embargo, hasta que no te encuentras ante una situación que te reta, que te hace cambiar, no puedes saber en quien eres capaz de convertirte".
El director Neil Jordan reconoce que The Brave One plantea algunas cuestiones morales inquietantes: "Creo que cuando hemos sido agraviados, a una parte de nosotros le gustaría reaccionar con cierta brutalidad primitiva para reparar el daño inmediatamente. Sin embargo, no lo hacemos porque la civilización nos enseña a no hacerlo. Por lo tanto, el espectáculo de ver a alguien rebajándose a hacer algo moralmente cuestionable es, a la vez, horrendo y fascinante".
Pero ni esas inquietudes, ni la preparación de su próxima película como directora (en la que actuará junto a Robert De Niro), y ni siquiera el ocasional acoso de los colectivos norteamericanos de gays y lesbianas que le exigen que "salga del armario" para servir de ejemplo a adolescentes homosexuales acomplejados (propuesta a la que Foster, que será lesbiana o no pero a quién le importa, ha respondido que su vida privada es privada y que, civilizadamente, pueden irse todos al demonio), impiden que la actriz siga trabajando firmemente.
Por el momento está rodando para la empresa Walden Media, la productora de la serie de Las crónicas de Narnia, la fantasía infantil Nim`s Island (La isla de Nim), co-protagonizada por la pequeña Abigail Breslin, la niña prodigio de Pequeña Miss Sunshine.
El más internacional director irlandés
Es probablemente el más conocido y premiado de los realizadores irlandeses contemporáneos, y también un irregular capaz de oscilar entre la mediocridad y la (casi) excelencia.
Tras iniciarse como novelista, Neil Jordan colaboró en 1981 como consultor de guión en Excalibur, de John Boorman, tras lo cual realizó un documental sobre ese film. En 1981 escribió el guión de Traveller, para luego debutar en la dirección con el "thriller" Angel, protagonizado por el actor Stephen Rea, quien se convertiría en uno de sus intérpretes fetiche.
En 1984 realizó una perversa versión del cuento infantil Caperucita Roja titulada En compañía de lobos. Luego hizo uno de los "thrillers" emblemático de los años 80, Mona Lisa, que consagró internacionalmente junto a su protagonista, el actor Bob Hoskins. Hollywood se fijó en él, y allí hizo un par de tonterías (El hotel de los fantasmas, No somos ángeles) antes de volver a Irlanda y anotarse otro éxito con el drama político y de identidad sexual El juego de las lágrimas, que ganó un Oscar a Mejor guión, tuvo elogios de crítica y público y provocó el daño colateral de devolverlo a Hollywood para hacer Entrevista con el vampiro sobre la novela de Anne Rice.
Son mejores otras cosas que ha hecho después, como Michael Collins, El ocaso de un amor, The Butcher Boy o Desayuno en Plutón (recientemente editada en DVD sin pasar por salas).
Tras tres décadas De Niro y Foster se juntan de nuevo
Jodie Foster se reencontrará con Robert de Niro en Sugarland, un film que dirigirá y protagonizará junto al actor treinta y dos años después de su primer trabajo conjunto, Taxi driver, la película que la catapultó a la fama con tan sólo doce años de edad. La historia gira en torno a un grupo de jornaleros jamaicanos que trabajan recolectando caña de azúcar en Florida.
De Niro es el villano de la historia, el propietario de los cultivos que explota a sus trabajadores, mientras que Foster encarna a una defensora de los derechos civiles que lo enfrenta por las inhumanas condiciones a que somete a sus empleados.
Foster ha lamentado no haber dirigido más películas: es una actividad que la atrae particularmente pero que ha debido postergar una y otra vez para cumplir con otros compromisos, incluyendo el cuidado de sus hijos. Dirigir, sostiene Foster, "es algo muy personal", un trabajo en el que se plasma la propia vida" pero que requiere más tiempo y más esfuerzo que la actuación.
De Niro es otro que no descansa: Sugarland es una de tres películas que tiene en preproducción, mientras filma Righteous Kill, ha terminado What Just Happened y acaba de estrenar en Estados Unidos Stardust.
Estrella realmente precoz
Jodie Foster debutó ante una cámara a la edad de tres años, haciendo el papel de "The copperton girl" en un memorable anuncio de televisión. Revelándose como una de las actrices infantiles con más éxito del momento, saltó al largometraje con "Napoleon y Samantha" (1972), al que siguió el papel de Becky Thatcher en la versión musical de "Las aventuras de Tom Sawyer" (1973).
En 1974, Foster trabajó por primera vez para Martin Scorsese en "Alicia ya no vive aquí". Dos años más tarde, Scorsese le dio el papel de la joven prostituta, Iris, en "Taxi Driver", que tan sólo fue una de las cinco películas en la que apareció la joven actriz en 1976, (otra fue la historia de gangsters infantiles "Bugsy Malone"). "Taxi Driver" le valió una candidatura a un Oscar secundario, pero el premio de la Academia le llegaría en cambio dos veces como actriz principal (por "Acusados", (1988) y "El silencio de los inocentes" (1991).
Debutó como directora en 1991 con el drama "Mentes que brillan", que trataba un tema que conoce de cerca (los niños genios) y en el que también interpretó el papel protagónico. En 1992, Foster fundó su propia empresa, Egg Pictures, que financió la producción de "Una mujer llamada Nell" (1994, que también protagonizó) y "Feriados en familia" (que dirigió y en la que actuaban Holly Hunter, Anne Bancroft y Robert Downey Jr.). La empresa ha producido también las películas "Walking the dead" y "The Dangerous Lives of the Altar Boys".