Una búsqueda con Shakespeare como una referencia ineludible

Estreno. "Cartas a Julieta" se inicia, debidamente, en la ciudad de Verona

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GUILLERMO ZAPIOLA

La sombra de Shakespeare sobrevuela inevitablemente "Cartas a Julieta", película dirigida por Gary Winick y protagonizada por Amanda Seyfried que se estrena el viernes.

Aunque ni siquiera se sabe que Montescos y Capuletos hayan existido realmente y vivido en Verona (como lo contó Shakespeare a partir de una `novella` de Matteo Bandello), la ciudad italiana continúa mostrando orgullosamente a los turistas la casa donde habría transcurrido una parte por lo menos del amor trágico más famoso de la historia. Todos los años llegan al lugar miles de cartas de enamorados que piden consejos (hay un grupo de voluntarios que se dedica a contestarlas), y se dice que tocar el pecho izquierdo de la estatua de la heroína shakespeareana que se alza en el lugar trae buena suerte en el amor. Esas ideas constituyen el punto de partida del libro escrito por las hermanas Ceil y Lise Friedman, y su adaptación cinematográfica a cargo del director Winick.

La protagonista Seyfried, norteamericana y aspirante a escritora que mantiene una relación con un joven interpretado por Gael García Bernal, entra al grupo de voluntarios que responden las cartas y descubre un mensaje fechado medio siglo antes por una inglesa (Vanessa Redgrave) que se enamoró de un joven italiano. Decide reponderlo, y da como resultado que Redgrave, ahora una abuela, resuelva viajar a Italia en busca de su amor de juventud (Franco Nero, actual esposo de la actriz, con quien se casó en 2006 luego de un largo y accidentado romance comenzado hace varias décadas). La abuela Redgrave, su nieto Christopher Egan y la joven Seyfried se lanzan a recorrer la Toscana en busca de aquel amor perdido.

El film ha sido al parecer el resultado de una suma de coincidencias. Las productoras Caroline Kaplan y Ellen Barkin que estaban intrigadas por un álbum de Elvis Costello, The Juliet Letters, conocieron la historia del patio de Verona y luego se encontraron con el libro de las hermanas Friedman Letters to Juliet: Celebrating Shakespeare`s greatest heroine, the magical city of Verona and the power of love. Todo encajaba, y a partir de ahí entraron un guión escrito por José Rivera y Tim Sullivan, la incorporación de Gary Winick (Guerra de novias y bastante televisión) como director, y la búsqueda de los actores que debían interpretar a los personajes principales. El director ha dicho que lo que le parece "más interesante, complicado y universal" es el material que se ocupa de las relaciones de las personas y sus emociones, y que hay mucho de ello en Cartas a Julieta.

Productoras y director están particularmente orgullosos del elenco que lograron reunir. Si se necesitaba a una inglesa y un italiano, ambos de edad madura, Vanessa Redgrave y Franco Nero eran casi una elección obligada. Ella es una de las mejores actrices angloparlantes de hoy, y tiene la ventaja de estar casada con Nero. Había sentimientos y emociones que no era necesario explicarles.

Nero ha proclamado la admiración sin límites que siente por su mujer: "Creo que Vanessa es la mejor actriz que hemos visto. Aunque soy su marido, estas no son mis palabras, son las palabras de Tennessee Williams y Arthur Miller, y solamente me queda estar de acuerdo con ellos. He trabajado con ella unas 10 veces en más de 43 años y su talento es un regalo que sigue sorprendiendo a los directores".

Por su parte, García Bernal es hoy el más internacional de los actores mexicanos, y su registro ha podido abarcar desde la encarnación de un joven Che Guevara en Diarios de motocicleta hasta la del "chico Almodóvar" de La mala educación o el oscuro líder autoritario de Ceguera.

El personaje más comprometido era empero el de la protagonista, que las productoras otorgaron a la joven Amanda Seyfried, quien ha sido definida como "la cara más fresca del cine americano actual" y que llamara la atención en films como Mamma mia, Querido John y Chloe. Seyfried ha contado que cuando leyó el guión y vio que estaría en cada escena pensó: "Bueno, va a ser un trabajo arduo". Luego las cosas fueron creciendo, se desarrolló mucho la interacción con el elenco y el equipo, y "todo fue fluyendo", sostiene la actriz, a quien esta película puede poner definitivamente en el mapa.

Veinteañera que roza el estrellato

En Hollywood la perciben como algo más que una promesa. Amanda Seyfried tiene apenas veinticuatro años, pero se fue afirmando como un talento precoz como modelo y niña actriz de comerciales antes de saltar a labores puntuales en televisión y un papel permanente (ya lleva interpretados cincuenta y tres episodios) en la teleserie producida por Tom Hanks Big Love. El más notorio salto a la gran pantalla lo dio en Mamma mia, junto a la legendaria Meryl Streep, pero es probable que importen más sus trabajos en Querido John y especialmente en la no estrenada Chloe, un drama triangular en el que actuó junto a Liam Neeson y Julianne Moore. Actualmente tiene media docena de proyectos en carpeta.

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