Un traficante de sonidos llamado Jerónimo Saer

Experimental. El músico llega mañana a la Zavala Muniz

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CARLOS REYES

Le roba los juguetes a su hija de poco más de dos años para hacer música. Ese dato puede ayudar a entender de antemano el estilo del músico franco argentino Jerónimo Saer, que mañana a las 21 horas llega a la Zavala Muniz, con entradas a $ 200.

Nació en París y a finales de los años `80 formó el grupo Departement E, unos de los primeros que transitaron el hip hop en la escena francesa. Después de tres discos su estilo se amplió, fundiendo funk, tango, rock y flamenco.

Luego su carrera solista se va mezclando con sus viajes. Las calles de Londres y Barcelona le aportaron tanto como los carnavales de Humahuaca. De visita por la región, Saer está recorriendo Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, siempre abierto a incorporar nuevos ritmos. "Vengo en una gira organizada por la Alianza Francesa, con la propuesta de tocar en cada ciudad con músicos locales. En Montevideo tocaré solo. Aunque nunca se sabe... Tinitus estará en la primera parte y también habrá imágenes de VJ Chingogu", adelantó el artista.

"Haré un concierto con todas mis máquinas, instrumentos raros y voces para una mezcla personal que espero les guste. Estoy muy contento de venir a Montevideo, donde había grabado muchas voces y sonidos durante la noche de las llamadas hace unos años, y algunos de esos elementos terminaron en mi álbum. Vengo a devolver lo que me prestaron".

Por "máquinas" Saer se refiere a los elementos electrónicos que utiliza, a los que agrega instrumentos pequeños como armónica o melódica, y hasta campanas o latas de pintura, que usa como maracas.

Lo afroamericano y lo andaluz, lo rioplatense y lo francés, todo aporta lo suyo: "Siempre me dan ganas de mezclarlos todos juntos para crear una música mestiza, con varios colores e influencias, aun si a veces son combinaciones que uno no espera. ¡Mejor! Pienso que ninguna experimentación está prohibida: es intentando nuevas cosas que uno puede tener sensaciones y buenas sorpresas".

El músico es hijo de Juan José Saer (1937-2005), un prestigioso escritor argentino que creció de espaldas al boom latinoamericano, siendo tardíamente reconocido. El escritor también fue un notable ensayista, que trabajó mucho sobre los cruces entre las culturas.

Consultado sobre si encuentra puntos de contacto entre su música y la obra de su padre, contesta que eso es algo que no es él quien lo pueda decir. Más en general, agrega que su padre incidió en él "simplemente como un ejemplo cercano de alguien trabajando su arte con pasión, sin dejar de lado su vida personal. Un ambiente que me permitió desarrollar mis ganas y mis deseos sin necesitar luchar contra la familia o justificar mis elecciones y objetivos, aunque creo que por momentos tenían sus dudas sobre dónde me iba a llevar todo esto".

En todo caso, está claro que tanto él como su padre han promovido la presencia de América Latina en Francia, hecho que se acentúa ahora con esta gira. "Tengo la impresión que es a partir de ahora y cada vez más que voy a poder llevar un pedacito de América Latina y de sus culturas a Francia, en parte gracias a esta gira y a los contactos que estoy haciendo con los músicos que trabajan conmigo en esta bella experiencia".

Desde hace años, viaja con su grabador de bolsillo, dispuesto a capturar lo que le interese. Mañana se verá parte de ese resultado, en un show que complementan Andrés Nudelman (de Tinitus) y VJ Chingogu. "La música transmite emociones por sí misma, y no necesita que la vistan para existir. Pero por supuesto, asociar artes diferentes para llevar el todo a otro nivel siempre es interesante y positivo", remata Saer.

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