Un par de preguntas acerca de Lindsay

En la película Machete se promete un desnudo de Lindsay Lohan, pero cuando la escena se concreta se trata, notoriamente, de un doble de cuerpo. No lo disimulan mucho, de modo que es probable que ella misma se haya negado a mostrar algo más de su intimidad, después de toda una vida de que sus aventuras nocturnas han tenido difusión mundial. El extremo de esta exhibición apareció hace unos pocos días, cuando su padre contó que ella fue concebida en una noche de marihuana.

¿Qué clase de padre hace una confesión así a la prensa? Uno que produce una hija como Lindsay Lohan. "Fue la primera vez en toda mi vida que fumé marihuana", dijo Michael Lohan, tal vez para cubrirse o vaya a saber con qué motivo. Lo cierto es que su comentario deja muy clara la historia que se está contemplando, y no precisamente porque la marihuana de aquella noche, 24 años atrás, haya convertido a Lohan en la chica descontrolada que es hoy. Fueron más bien sus padres, quienes especularon con su carrera en el mundo del espectáculo, los que la convirtieron en esto.

El de Lindsay Lohan es, probablemente, uno de los casos más interesantes entre las estrellas jóvenes de la actualidad en Estados Unidos. Es una de las más desprolijas, las más valoradas cuando trabaja en serio, la más controvertida y una de las más sacudidas emocionalmente (aunque no tanto como Britney Spears). Al igual que en el caso de esta cantante, su vida privada y sus desmadres sicológicos han tenido mucho más prensa que el trabajo que supuestamente le dio fama. Y así aparece la segunda pregunta en este caso: ¿Su fama se debe, a esta altura, a su trabajo serio o a su vida privada? Es probable que sea más por su vida privada que por sus esporádicos trabajos en cine y su pasado como aspirante a cantante. Es por eso que las confesiones de su inescrupuloso padre sonaron tan fuerte días atrás (como siempre lo han hecho). Interesa más eso que lo que pueda decir sobre una película.

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