Un director que busca otras formas de hacer su película

1/1: QUIMICA. Los actores Darío Grandinetti y Noelia Campo con el director Gustavo Postiglione, que apuesta porque haya química en el rodaje. 200x131 (El País)

MATIAS CASTRO

Como apreciación a vuelo de pájaro, si hay algo que distingue a Gustavo Postiglione, es la inquietud. Es director, guionista y productor de cine, es licenciado en comunicación social, docente e investigador. La película que hoy comenzó a filmar en Punta Colorada, titulada La Peli, cierra una trilogía que comenzó con El Asadito en 2000, siguió con El cumple en 2002 y que revela a un cineasta que investiga las formas del cine y los métodos para la realización.

"A las tres películas las unen cuestiones estéticas y argumentales. También tienen en común temas que va más allá del contexto, como las historias de parejas que se suceden en las tres con distintas características. También el hecho de que el presente en cada una es como una unidad de tiempo y espacio. La Peli transcurre en un presente determinado, que es lo que filmamos en Uruguay desde hoy hasta el viernes, y el resto son escenas del pasado", afirma Postiglione.

haberes. En su haber tiene la realización de varias películas, la más conocida es El Asadito, varios programas de televisión y trabajo publicitario. Dirige también el Centro de Producción de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Rosario, de donde es docente al igual que en la Escuela Provincial de Cine de Rosario, de TEA Imagen y de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños (Cuba). En 2004 publicó Cine Instantáneo, un ensayo sobre el cine argentino de los últimos años.

A partir de La Peli, dice el director, se abriría una etapa nueva en su filmografía al mismo tiempo que se cierra una suerte de búsqueda que ha llevado en los últimos años y que empezó casi con un comentario al pasar durante el rodaje de El Asadito.

Sin tener una idea totalmente definida acerca de estas tres películas, presentó el guión de El Cumple, la segunda, en un concurso, y cuando lo ganó, adquirió un compromiso consigo mismo. "Esta tercera película me costó más trabajo para el arranque que otras, igualmente el Inca me apoyó mucho. Mi trabajo previo generó cierta confianza, afortunadamente."

La película cuyo rodaje se realizará en Uruguay y en Rosario (hasta agosto), cuenta la historia de Diego (interpretado por Grandinetti-Briski-Resta), un director de cine que intenta terminar su film. Esta película tiene reminiscencias de los años `70 a través del estilo del Cinema Novo brasileño. Durante el tiempo en el que está trancado, se encuentra con Ana (Noelia Campo), una ex alumna con la que emprende un romance pasional. Esto afecta directamente el camino de su película y lo hace cambiar de una historia política a una historia erótica con aires kitsch. Cuando esta chica lo deja, Diego pierde el control y se produce un quiebre que lo aleja de la realidad. Deja todo de lado y se convierte en un marginal que duerme en las calles y persigue a Ana a escondidas y con una cámara de video.

Pero con independencia de esta trilogía, Postiglione realizó otros trabajos que circularon por festivales o fueron para televisión. "Desde otros lugares y otros relatos me pude entrenar para llegar a esta instancia. De ahí tomé experiencias que me permitieron trabajar de determinada manera en cuanto a las distintas velocidades para rodar y tomar o dejar cosas de metodología de trabajo. Hay cuestiones que he explorado en otros lados como ciertos planteos de puesta de cámara y la relación con los actores, que es lo que más me gusta y que ahora vuelvo a indagar y trabajar con más profundidad."

Noelia Campo contaba que durante todo el mes pasado, mientras estuvo ensayando su papel, Postiglione escuchaba mucho a los actores, permitía improvisar e incluso llegó a incorporar al guión algunas escenas que surgieron de ahí. "Me gusta que el actor se sienta cómodo y aporte, y me gusta dejarlo trabajar con libertad en la medida que no se sientan atados. Hay palabras y frases que un actor no puede decir porque no tienen que ver con él, eso puede hacer que la película cobre más vitalidad. Experimentar con el actor es algo para lo que estoy siempre abierto. Eso lo puedo hacer en este tipo de películas, en otras el guión no se puede alterar porque se cambia también el relato. En las escenas que me puedo permitir modificar cosas, los dejo. Con El Asadito empecé a encontrar un lugar de vínculo con los actores. De El Asadito por ejemplo, lo que me gusta es la conexión de los actores en ese momento y en ese lugar determinados".

Tal cuidado por desarrollar las historias en un marco de tiempo y espacio determinados, tiene en cierta forma reminiscencias del teatro clásico. Postiglione no tiene formación teatral, aunque ha escrito algunos libretos, uno de los cuales se convirtió en un telefilme, y logró llevar a escena una adaptación de El Asadito.

politicas. "Falta una política de estado más fuerte, que tiene que ver con la forma en que se da la discusión a nivel del Estado en cuanto a la relación con las empresas", afirma sobre el discutido tema de la cuota de pantalla. Es que varios directores se habían quejado recientemente de que las salas no estaban respetando el espacio del cine argentino.

Otro tema que se había cuestionado entre directores de cine independiente fue el de los subsidios estatales, porque películas de vida comercial casi seguro recibieran subsidios con la misma facilidad que otras más chicas. "Yo creo que Patoruzito 2 y otras películas producidas por canales grandes como Telefé no deberían recibir subsidios. Por lo pronto ahora hay límites para los mismos. Pero ni Bañeros ni Papá se volvió loco deberían recibirlos."

Cabecita negra, 1984. Corto.

Los oficios terrestres, 1988. Corto. De Regreso (El país dormido) , 1990.

Camino a Santa Fe, 1997.

El Asadito, 2000.

Insensatez, 2001. Realizada para el BAFICI.

Historias de Argentina en vivo, 2001. Episodio "Fito Páez en Neuquén".

El cumple, 2002.

Macbeth, 2003. Episodio de la serie Ensayo.

Tremendo amanecer, 2004.

Miami Rmx, 2004.

Ipanema, 2005.

DIEGO | DARIO GRANDINETTI

Grandinetti no interpretará a Diego durante toda la película, sino que hará las veces del personaje en una de sus tres facetas. Diego es un director de cine independiente con cierto reconocimiento. La faceta que interpreta Grandinetti es la que se muestra al final de la historia. El actor también pondrá su voz para ser el narrador de la película, unificando de alguna forma la trama.

PERIODISTA | NATALIA OREIRO

La cantante y actriz de origen uruguayo tiene acá un papel interesante, demostrando así que sus preocupaciones van un poco más allá de exponer su imagen. Su rol no es protagónico, porque su trabajo en televisión no le dejaba mucho tiempo disponible. La periodista que interpreta conocerá a Diego en medio de su crisis, y por lo tanto en medio del momento más complejo de toda su vida.

ANA | NOELIA CAMPO

La conductora de televisión y actriz tiene acá su primer rol protagónico en un largometraje (aunque ya había tenido algunos roles en otras). Es Ana, una ex alumna de Diego que lo enamora y vive con él un apasionado y breve romance. Diego se obsesiona a tal punto con ella y su ruptura que se quiebra en tres personalidades, que son las interpretadas por Grandinett, Briski y Resta.

DIEGO | NORMAN BRISKI

El veterano y experimentado actor argentino representa acá otra de las facetas de Diego, el director de cine obsesionado con Ana. Diego se debate entre hacer una película militante o un film en donde narre su propia historia de amor. Otro guiño interesante es que en cierto momento se enfrenta con un periodista que es interpretado por Diego Lerer, verdadero crítico de cine de Clarín.