Un corazón roto mira al Oscar

1/1:  20091205 600x420 ()

GUILLERMO ZAPIOLA

Se ha dicho que era "la comedia de la década", no necesariamente en el sentido de ser la mejor de todas pero sí, en todo caso, muy representativa de cierto espíritu de la época. Y hay otras razones para interesarse en "500 días con ella".

La película dirigida por Marc Webb, que se estrena el próximo viernes en Montevideo, ha sido una de las más destacadas entre las candidaturas a los Independent Spirit Awards, en las que compite en los rubros mejor film, guión (Scott Neustadter, Michael H. Weberg) y actor protagónico (Joseph Gordon-Levitt), y en los corrillos de Hollywood suenan también los nombres de Gordon-Levitt y de la protagonista femenina Zooey Deschanel como posibles "oscarizables". De cumplirse este último extremo (es decir, que el film compita por los Independent Spirit y también por algún Oscar) se estaría confirmando la tendencia que tiende a difuminar cada vez más la frontera entre lo "indie" y lo "mainstream", entre la película más o menos marginal y de bajo presupuesto y los superespectáculos de la gran industria.

La película figura también en la lista de las diez mejores del año confeccionada por el National Board of Review, la más veterana asociación de críticos norteamericanos. Pero lo de "comedia de la década" viene por otro lado: por lo que implicaría como emblemático retrato generacional, de encarnación de los valores o de la manera de ver las cosas de una época o un grupo social. Quien le aplicó la definición ha podido decir, por ejemplo, que Cuando Harry conoció a Sally (1989) de Nora Ephron, todavía romántica y bastante clásica, sería, "la comedia de los ochenta", mientras que La dura realidad (1994) de Ben Stiller, más desconcertada y cínica, representaría a cabalidad a los años noventa.

Con 500 días con ella se estaría ante la representación más típica de la primera década del tercer milenio: una comedia romántica que coloca una carga de dinamita al género de la comedia romántica. Los norteamericanos tienen una expresión para sintetizar el género: "chico conoce chica, la pierde y después la recupera".

La película de Marc Webb estaría cumpliendo a cabalidad la primera parte de la frase ("chico conoce chica"), pero después las cosas se complican. Un joven arquitecto frustrado (Gordon-Levitt) se encuentra con la joven Summer (Deschanel) que comienza a trabajar como ayudante de su jefe y comienza un sube y baja entre la felicidad y la desazón que se extiende a lo largo de los 500 días a los que alude el título.

Una dedicatoria inicial informa que la película ha sido hecha "contra" un nombre femenino que se escribe con nombre y apellido, lo que parece sugerir una venganza personal del director Webb o alguno de sus libretistas con respecto a alguien que lo dejó plantado. Y la voz del narrador informa también que lo que se va a contar es una historia de "chico conoce chica", pero no una historia de amor.

El film comienza realmente en el día 290, en un momento de "chico pierde chica", y luego reconstruye lo que pasó antes a través de una estructura en flashbacks que rompe con la cronología y contrasta los momentos de alegría y tristeza, de acercamiento y ruptura. De hecho, la seductora Summer ha roto el corazón del protagonista, y éste busca a su madura hermana menor (Chloe Moretz) como confesora y paño de lágrimas.

La crítica ha elogiado no solamente la actuación de sus dos actores principales, sino también la inteligencia del diálogo ("llevamos meses como Syd y Nancy", dice un personaje evocando el trágico final de la relación del cantante Syd Vicious) y una estructura narrativa que apela a recursos del cine más independiente: entrevistas, entrecruzamiento de tiempos, el narrador que comenta y toma distancias. Hay también algún homenaje a Dos extraños amantes de Woody Allen, que era igualmente una película sobre extremos que se tocan, y el uso de la pantalla dividida resulta (se dice) funcional: en determinado momento, una parte la imagen muestra la realidad del protagonista, mientras la otra mitad da cuenta de sus fantasías y expectativas.

La referencia a Syd Vicious es apenas una entre muchas en una película donde la música importa: al conocerse, los personajes hablan sobre una canción de The Smiths, su primer encuentro fuera del trabajo es en un bar de karaoke donde se cantan temas de The Pixies y Nancy Sinatra, y a lo largo de la película se oyen otras creaciones de The Smiths, Regina Spektor, The Black Lips, Doves, Simon and Garfunkel y otros. En una escena alguien le pregunta a otro cuál es su Beatle favorito, y ni siquiera falta un tema de Carla Bruni. El dato conduce a otro: saber que el director Webb ha trabajado como director de videoclips de Spektor o My Chemical Romance, entre otros músicos, y que actualmente trabaja en una `remake` de Jesucristo superstar.

Joseph Gordon-Levitt nació en Los Angeles en 1981. Su padre fue director de noticias en un informativo radial, y su madre (hija del cineasta Michael Gordon, el de Cyrano de Bergerac y Problemas de alcoba), fue candidata al Congreso por el estado de California durante los años setenta por el partido Paz y Libertad.

A los cuatro años de edad, Joseph entró en un grupo de teatro musical, donde hizo el papel del Espantapájaros en una producción de El mago de Oz, y de allí saltó a los comerciales de televisión.

A los seis años debutó con un pequeño papel en un telefilm, y luego siguió en la pantalla chica y también en el cine. En 1991 hizo un protagónico en el revival de la serie de televisión Dark Shadows (de 1991) como David Collins, y un año después saltó al cine con un secundario en la película Beethoven. Ese mismo año hizo una versión joven del personaje de Craig Sheffer en Nada es para siempre de Robert Redford. Siguió en otros films como El jurado (1996) y Diez cosas que odio de tí (1999), y ha venido creciendo como protagonista de films "indies". La transición a los papeles adultos no suele ser fácil para los actores infantiles, pero a él parece estarle yendo bien.

Su apellido está irremisiblemente vinculado con el cine. Nacida en Los Angeles, california, en 1980, Zooey Deschanel es hija del notable director de fotografía Caleb Deschanel y de la actriz Mary Jo Weir. Su hermana Emily ha desarrollado también una carrera como actriz, notoriamente como la protagonista en la serie policial de televisión "Bones".

Zooey empezó con pequeñas apariciones en series como "Frasier" y "Veronica`s closet", ha participado en algunos vídeos musicales y fue estrella invitada en cuatro capítulos de la serie "Weeds". También actuó en la miniserie "Tin Man", una relectura del universo de "El mago de Oz". También obtuvo el premio a mejor actriz en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y una candidatura a los Independent Spirit Awards por su interpretación en la película "All the real girls" (2003) de David Gordon Green.