Resumen

Con 15 minutos de retraso de la grilla prevista pero con la expectativa azuzada desde el informativo central, Canal 12 estrenó Fuego sagrado, una competencia de parrilleros que intenta encontrar al merecedor del más grande aplauso para un asador.

Por lo que se vio en el primer programa la exigencia no se limita a hacer un asado a punto, sino que se espera una elaboración, un pienso y unas guarniciones que no tienen nada que ver con una ensalada mixta. Conviene verlo comido.

“Llegó el día”, dijo la conductora, Lucia Soria en el imponente paisaje de La Baguala, el emprendimiento del oeste de la ciudad que aloja la competencia. El escenario al aire libre y con el Río de la Plata de fondo, tenía repartidos 10 parrilleros (en plan medio tanque coqueto) y a los costados, las zonas de aprovisionamiento.

El primer episodio, como suele hacerse en esta clase de programa, eliminó de un plumazo a un montón de participantes en una prueba de clasificación en cámara para quedarse, en el caso de Fuego sagrado, con los 18 participantes de la temporada. Así, en la primera competición se fueron 12 de los 30 preseleccionados entre los 1.200 inscriptos.

Los participantes se dividieron en tres grupos de 10 cada uno evaluado por uno de los jurados. Además de Soria, la tarea está en manos de los cocineros Aldo Cauteruccio y Federico Desseno, quienes a pesar de no tener tanta experiencia en cámara se manejaron con soltura.

Cada uno de los grupos tenía ingredientes y si al primero (el de Soria) y al tercero (el de Cauteruccio) le tocaron cortes más o menos tradicionales como el solomillo y el entrecot, los juzgados por Desseno debieron lidiar con unos camarones que suelen ser una opción desacostumbrada para asadores domésticos. Tuvieron media hora para hacer algo seductor para los jueces.

El jurado que durante el trabajo de los participantes, ayudaron, dieron consejos y advirtieron sobre riesgos, se mostraron exigentes y directos en sus devoluciones. Hubo de todo.

Después de una breve evaluación individual, los participantes que sorteaban la etapa recibieron un cuchillo que los habilita  para seguir participando. Los que no eran despedidos con palabras de aliento y aplausos que exteriorizaban, también, el alivio de los que se quedaban. Además, quizás por cuestiones de la mecánica del programa seis competidores quedaron en una zona de suspenso, un limbo que le dio emoción al final del primer programa.

Así quedaron determinados los 18 participantes: Sebastián, Jaquelin, Jessica, Julio, Soledad, Andrea, Alejandro, Kike Sabor, Pablo C., Juan Christian, Laurita, Pablo G., Silvia, Manuel, Pipo, Andrés y Verónica. A partir de la próxima semana, se dividirán en dos grupos de nueve, según anunció Soria al final.

Con una dinámica similar al de los productos de su tipo con los participantes contando lo que estaban viviendo en cada instancia, Fuego sagrado aporta además consejos que los asadores caseros intentaremos poner en práctica, sin tanta suerte, en el asado del próximo fin de semana.