Redacción El País
Fiel a su estilo descontracturado, La mesa de los galanes (Del Sol FM) salió del estudio y montó una auténtica fiesta popular en la puerta del Grupo Magnolio. El viernes pasado, la calle Pablo de María entre San Salvador y Durazno se transformó en peatonal para la “chorizada de la gente": un evento al aire libre con dos parrillas, vino, música y mucho humor, donde —según habían prometido— “el Piñe paga todo”. Y cumplió.
El día estaba soleado y templado, así que desde temprano, los oyentes se fueron arrimando a las inmediaciones de la radio. A las 13:30, ya al aire, Rafa Cotelo bromeó al ver la multitud: “Los que están en la explanada ya son un grupo muy nutrido de gente con muchas obligaciones académicas y profesionales”, ironizó. Y agregó: “En la masonería hay más mujeres que en la convocatoria de hoy”.
Entre chorizos al pan, criolla y chimichurri, los aplausos se los llevó Pipo, el asador oficial, aunque también había “competencia”: Guille Piñol armó su propio parrillero aparte. Desde la ventana podían ver a Julio Ríos haciendo barra, y Leo Pacella contó que lo escuchó decir: “Estoy garroneando a la producción”.
Cotelo, ansioso, había llegado a las 10 de la mañana. Piñeyrúa, fiel a su estilo, cayó sobre la hora y confesó: “Sentí muchísima vergüenza. No sabés muy bien qué hacér. La gente muy buena onda y no sabés cómo responder. Era una especie de ‘trágame tierra’”.
Pacella, en tanto, aportó su cuota de delirio: “Me dijeron ‘traé aquella’ y pensé que hablaban de mi novia. Hizo un gesto con la mano a la ñata… no me da otra que droga”, lanzó entre risas.
El Piñe resumió el espíritu del encuentro: “Queremos que la gente pase bien, pero tampoco tenemos mucho para ofrecerles más que unos chorizos, un vino, el programa con los parlantes y al final, el equipo Galáctico que se va a apersonar abajo”.
Durante el programa hubo carteles de todo tipo: algunos con el lema “Soy de barrio”, en referencia al último episodio mediático de Humberto de Vargas, y otros con mensajes para “el líder”, como el público llama al Piñe.
“No quiero decir que la convocatoria haya sido un fracaso, pero ha sido hasta ahora”, bromeó Rafa, que el día anterior había apostado que juntarían 200 personas.
Luego apareció Waldemar (Gastón Carbajal) desde la calle con una mala noticia: los vecinos de enfrente se mudaban ese mismo día y pedían espacio para el camión. “Le hacemos la mudanza entre todos”, dijeron al aire.
A las 13:45 llegó Pablo Fabregat, directo desde un evento: “Pensé que iba a ser peor, pero bastante bien”, dijo, mientras se sacaba selfies con los oyentes.
“El Piñe no pagó nada, si es todo canje”, gritó uno desde la vereda. “Una enorme decepción, la gente es bastante normal y poco zombie”, retrucó Fabregat. “Dale un rato”, le respondió Cotelo.
Samba, Alzira y una sorpresa en la chorizada de Del Sol
Entre los presentes estaba el cantante Marcio, de Samba do Marcio, que improvisó un mini show: “Vi chorizo y dije: vamos para ahí”, contó entre risas. También pasó Alzira, el personaje de Agosto Latino, en busca de un choripán salvador.
Sobre las 15:15, apareció el Equipo Galáctico y el “Tío Aldo” anunció “un clima enviciado” desde la vía pública. Mientras tanto, Mariano López se quejaba: “No comimos nada”.
Pero la gente todavía no se movía. Sabían que faltaba la prometida sorpresa del final. “¿A la gente hay que darle lo que quiere?”, preguntó Fabregat. “Si lo piden con alma, hay que dárselo”, respondió López.
Y ahí fue cuando apareció Edison Campiglia, el mítico personaje de Rafa Cotelo que llevaba más de un año sin salir al aire. Entre chistes verdes, cuplés y carcajadas, cerró la jornada con la clásica despedida murguera de La Milonga Nacional. Para los fanáticos, fue el cierre ideal para una tarde que tuvo de todo: humo, música y muchas risas.
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