"Tres cuentos de la selva": una historieta de relatos de Quiroga

Dibujante. Renzo Vayra convirtió al dibujo las obras de un autor mayor

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CARLOS REYES

La editorial Trilce acaba de publicar "Tres cuentos de la selva", una colección de historietas a cargo de Renzo Vayra. El libro reúne tres relatos de Horacio Quiroga, cuyos textos fueron respetados íntegramente.

Vayra arranca aclarando eso, que los textos no fueron sintetizados ni mutilados, como suelen hacer la mayor parte de sus colegas. Ese aspecto le otorga al libro un mayor sentido didáctico, puesto que si bien es una historieta, la obra literaria está en su totalidad. "El objetivo es respetar al autor, aunque sea complejo calcular la extensión de los textos", explicó a El País.

Fue así que reunió El paso del Yabebirí, Anaconda y El regreso de Anaconda, a los que sumó una mirada sobre la selva misionera, y un bestiario, donde aparecen muchos de los animales citados por el autor de La gallina degollada. "Para hacer los dibujos, hice toda una investigación sobre fauna y flora de la selva misionera, para que no fueran disparatados. Consulté unas colecciones argentinas, varios libros, Internet, y también fui al zoológico y saqué muchísimas fotos de los animales. También fui al museo oceanográfico: por más que estén embalsamados, me sirvieron para sacar detalles".

Vayra (Montevideo, 1971) se inició muy joven en el Taller Dumas Oroño, se graduó en Bellas Artes, y desde hace tiempo viene colaborando con distintos medios de prensa, entre ellos el suplemento El País Cultural. "Más allá del valor de estas historietas en sí, también es un libro que incentiva la lectura. Se puede decir que es para chicos de 11 años en adelante, aunque El paso del Yabebirí es un poco más simple, más infantil que los otros dos relatos. Es genial cómo con algo tan simple, Quiroga logró un guión de esas características. El regreso de Anaconda es mucho más complejo, más denso, con una narrativa más extensa, aunque igual lo pueden leer los guachos".

El dibujante observa que no todos los escritores permiten ser convertidos en historieta. Y cita de ejemplo a algunos relatos de Paco Espínola, que si bien son muy atrapantes, son muy descriptivos y la trama avanza lerdamente. "La narrativa de Quiroga permite dibujarla con fluidez, porque tiene mucha imagen, es muy dinámica. Sus cuentos son como guiones".

El dibujante establece una diferencia entre el ilustrador y el historietista. "Yo me he dedicado mucho a ilustrar, y creo que es mi fuerte. Ilustrar tiene que ver con reunir el pasaje principal de una narración, o un golpe escénico que sea muy fuerte. La historieta es como una película, con el acento puesto en el devenir del relato. Yo me considero mejor ilustrador que historietista. Por otro lado, en este tipo de historieta, el formato te limita mucho, porque la propia viñeta te acorta el campo. En este trabajo intenté ubicar el ángulo desde la vista del observador, aunque también hice alguna panorámica desde arriba".

Diseños de automóviles

"Vivo de esto, aunque muy precariamente, debo admitirlo", comenta Vayra, quien divide su tiempo entre la pintura al óleo, el grabado, el dibujo y el diseño de automóviles, dibujos de barcos a vela, entre otras técnicas y temas.

De la historieta, subraya toda la dimensión comunicacional que tiene, que abarca desde sintetizar hechos políticos hasta campañas de educación. Sin embargo, reconoce que muchas veces ha tenido que frenar proyectos por ser poco viables: entre ellos, historietas sobre relatos de Felisberto Hernández, que no pudo concretar por asuntos vinculados con los derechos de autor.

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