Teleserie sobre Pablo Escobar es gran atracción en Colombia

Polémica. Jóvenes de las zonas conflictivas se sienten identificados con él

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Una teleserie sobre la vida del Pablo Escobar tiene atrapada a la audiencia en Colombia y preocupa a quienes creen que refuerza la admiración de mucha gente por el narcotraficante más famoso de la historia.

"Todos nos acordamos de una bomba de Escobar, de un atentado que vivimos o que nos impactó. Pero lo importante y revelador es verlo todo en su conjunto, cómo una cosa llevó a la otra. Ese es el análisis que los colombianos no hemos hecho", argumenta Juana Uribe, productora de esta ficción de 63 capítulos que lleva dos semanas en las pantallas de la cadena Caracol.

Uribe defiende que el propósito de esta ambiciosa producción, rodada en Bogotá, Medellín y Miami a un costo de unos 170.000 dólares por capítulo, es describir "a un Escobar en toda su dimensión" así como realzar a "quienes le enfrentaron".

Ella misma y Camilo Cano, el otro creador de la serie, son familiares de dos de las víctimas más emblemáticas de Escobar: el candidato presidencial Luis Carlos Galán y el periodista Guillermo Cano, asesinados en 1989 y 1986 respectivamente.

"Es un programa importante para las nuevas generaciones, que no tienen un conocimiento profundo sobre Escobar y difícilmente irán a una librería a leer quién fue", señaló a la AFP Andrés Parra, el actor que interpreta al narco.

En Medellín, donde Escobar dictó su ley hasta ser abatido en 1993 y todavía se le tiene por un benefactor en los barrios pobres, trabajadores sociales lamentan la exposición de su mundo de lujos, poder y mujeres, que por años contribuyó a la estigmatización de la ciudad y del país.

"Los jóvenes de zonas de conflicto están fascinados con esta serie. Se identifican con el personaje de Pablo", explicó el cura Juan Carlos Velásquez, que trabaja en la resocialización de jóvenes delincuentes.

"Hasta se me acercó una joven y me dijo: `Padre, cómo era de bueno Escobar, ¿verdad?", relató. El propio Andrés Parra, el actor que personifica a Escobar en la miniserie de TV, vivió ese afecto hacia el capo durante el rodaje en barriadas de Medellín, una ciudad que con gran esfuerzo ha logrado mejorar sus niveles de violencia y su imagen en los últimos años.

"En esos barrios se siente el cariño y la nostalgia de mucha gente humilde y necesitada. Creo que al verme imaginaron que Escobar volvía a estar allí. Se tomaron fotos y me dieron las gracias por actos de él", explicó.

El cura Velásquez cree que poner el acento en Escobar, y mostrar desde su humilde infancia, facilita la empatía con una persona acusada de miles de asesinatos y atentados indiscriminados en su feroz resistencia a la extradición.

"Puede que Escobar ayudara a construir viviendas, iglesias, canchas de fútbol, pero en la serie no veo el daño que causó. Cuando hay un asesinato no veo el dolor que hay detrás", sostuvo el sacerdote.

Para el activista social Jaime Fajardo, la serie "tiene aspectos históricos interesantes pero lo mejor es no volver tanto a la historia y a los personajes sino ir a los problemas estructurales" que el narcotráfico sigue planteando. El Patrón del mal se basa en el libro periodístico La parábola de Pablo (2001) de Alonso Salazar, quien ha valorado que la serie se adentre en las contradicciones de Escobar y piensa que se sobreestima el impacto de los medios.

"Nunca he creído que las series decidan lo que pasa en una sociedad, ni que los jóvenes serán delincuentes por verlas", expresó Salazar, alcalde de Medellín entre 2008 y 2011.

A diferencia de otros países afectados, la televisión colombiana ya ha tocado espinosas problemáticas sociales derivadas del narcotráfico, como en la serie Sin tetas no hay paraíso (2006), que se vio también en Uruguay, y ahora cree necesario poner nombre propio a los responsables.

"Lo grave no es que contemos esta historia", apunta la productora Juana Uribe. "Lo grave es que haya sucedido y tengamos el peligro de que vuelva a pasar".

La serie está dirigida por el cineasta Carlos Moreno y esto le da mayor calidad al producto final que a pesar de emitirse en televisión persigue las líneas generales del séptimo arte.

En este sentido otras series producidas en Colombia como Tiempo final, en su versión para Fox, dirigida por Felipe Martínez, el mismo de Bluff, y Ricardo Gabrielli y Mujeres Asesinas de Vista Producciones muestran los altos estándares que se persiguen hoy en día.

Moreno se licenció en comunicación social en la Universidad del Valle y debutó en 1992 con el documental Chamberlain, al que le siguieron numerosos documentales y piezas audiovisuales de la productora Pateofeofilms.

Su primera película fue Perro como perro, estrenada en 2008 en la competencia oficial del Festival de Cine de Sundance. Con este trabajo ganó prestigio y recorrió 37 festivales, ganó 14 premios en todo el mundo, entre ellos el Coral Ópera Primera del Festival de Cine de La Habana.

Con su segundo filme, Todos tus muertos, también logró gran repercusión, mientras que en televisión recorrió un largo camino. Se sumó al equipo de series como Tiempo final, Sin retorno y Siquis para Fox-Telecolombia.

Sobre su nuevo éxito aseguró que "obviamente la historia está ficcionada, y está a favor de la emoción que debe vivir el espectador, está a favor de una estructura televisiva especialmente, pero inspirada en hechos reales". Una herramienta fundamental fueron los relatos de las personas de Medellín donde se rodó la serie. (BASADO EN AGENCIAS)

Una fiel amante

La actriz Angie Cepeda, que fue pareja de Diego Torres, interpreta a una de las amantes del narcotraficante. Sin embargo, dice que su papel no está inspirado en Virginia Vallejo. "Es importante aclarar eso. Mi personaje se llama Regina Parejo y es una mezcla de las amantes de Escobar". Cepeda opina que le pareció interesante que se cuente la historia desde Colombia, porque en EE.UU. había otros productores interesados en abordar la trama.

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