ENTREVISTA

Pachu Peña: su vuelta a Uruguay, la risa para vencer la timidez y el trabajo que dejó para ir a "Videomatch"

El humorista argentino se presentará en el Teatro Metro con la comedia "Un plan perfecto"; antes dialogó con El País y repasó varios momentos de su carrera.

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Por Rodrigo Guerra
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La presencia de Pachu Peña en la redacción de El País altera la rutina del martes al mediodía. El humorista argentino llegó a Montevideo por el día y está en medio de una cargada agenda de prensa que ya lo llevó a varios canales de televisión y que continuará hasta entrada la tarde.

En este paso fugaz por Uruguay, el dueño de una de las risas más contagiosas —en YouTube, por ejemplo, hay una recopilación de tres volúmenes con sus “mejores tentadas” que acumula un 2,5 millones de reproducciones—, camina por la oficina de este diario y se roba todas las miradas. Algunos se animan a pedirle fotos; otros saludan de lejos. La sorpresa es general: el humorista agradece mientras camina con tranquilidad. Se lo ve en calma.

“Soy muy divertido cuando estoy en confianza con alguien, sino soy muy perfil bajo y hasta tímido”, comentará unos minutos más tarde. “A veces en el super me dicen: ‘No te estás riendo como en la tele, ¿te pasa algo?’ Entonces yo les respondo: ‘Es imposible reírse con los precios, señora, más cuando uno tiene cuatro hijos’. No es fácil”.

Peña llegó a Montevideo para promocionar a Un plan perfecto, la comedia que ofrecerá seis funciones en el Teatro Metro: del viernes 28 al domingo 30 de abril, y del viernes 5 al domingo 7 de mayo (entradas en RedTickets, de 1600 a 2300 pesos). “Trabajamos en conjunto para que la gente la pase bien, que es lo que uno busca siempre”, dice sobre el espectáculo en el que comparte elenco con figuras como Pedro Alfonso, Paula Chaves, Rodrigo Noya y Romina Gaetani.

Rodrigo Noya junto a Pedro Alfonso y Paula Chaves en la obra "Un plan perfecto".
Rodrigo Noya junto a Pedro Alfonso y Paula Chaves en la obra "Un plan perfecto".
Foto: Difusión

Bajo la dirección de Carlos Olivieri, Peña interpreta a Antuan, un prestigioso artista plástico que se enfrenta a un insólito robo. “Hay muchas puertas que se abren y mucho enredo en robo de una obra de arte que está en mi poder”, adelanta. “Es una comedia muy ágil en la que te reís desde que te sentás hasta que te vas. La gente la va a pasar muy bien”.

Esta no es la primera vez que el ex Videomatch y Sin codificar comparte escenario con colegas como Alfonso y Noya. “Ya habíamos hecho temporada con Una noche en el hotel, que tuvo mucho éxito y que también trajimos al Teatro Metro”, recuerda. “Me gusta mucho trabajar en equipo, y cuando todos tiramos para adelante con el mismo objetivo, disfrutamos más de lo que hacemos. Estamos bendecidos de poder hacer lo que nos gusta y que nos vaya bien”.

—Recién mencionaste que estás bendecido por hacer lo que te gusta. ¿Qué valor le das al hecho de hacer reír al otro?

—Yo soy muy agradecido con el público. Lo valoro mucho porque si estoy acá es gracias a ellos. En la calle y en las redes me tiran muy buena onda, y eso muestra que la gente quiere divertirse, reírse y pasar un lindo momento. También quieren olvidarse de los problemas que puedan tener en Argentina o quizás acá, en Uruguay, si es que los tienen.

—En la pandemia se desató un revival de tu época en Videomatch y Sin codificar. ¿Cómo lo tomaste?

—Creo que en el encierro que vivimos con el coronavirus, que nos costó muy caro y se llevó muchas vidas, la gente se volcó a buscar cosas divertidas. Ahí hubo una vuelta al ruedo de tantas cosas que hicimos con Pablo (Granados) en Videomatch y con los chicos de Sin Codificar, como Yayo, Pichu, Migue (Granados) y Nazareno. Fue un revival que me favoreció porque capté a un público que, por ahí, no me tenía mucho. Me sorprende que en la calle haya chicos de colegios que me conozcan, porque no vieron Videomatch, pero todo pasa por esos videos que siguen girando en las redes y en YouTube. A veces miro algo que grabé hace 30 años y digo: “¿Yo hice esto?” (risas).

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Pachu Peña.
Foto: Darwin Borrelli.

—¿Con qué te sorprendiste últimamente?

—Hay muchas locuras que hicimos con Pablo; hace poco vi una y no lo podía creer. Fue todo muy divertido y viajamos mucho. Pasa todo muy rápido, y más cuando uno está con trabajo porque está siempre agarrando proyectos en radio, televisión y cine, entonces cuando mirás atrás y ves estas cosas te redescubrís a vos mismo con cosas que te habías olvidado. Es muy divertido porque a veces mis hijos me dicen: “¿Vos hiciste esto?” (risas).

—¿Por qué creés que esos videos siguen teniendo tanto éxito?

—Creo que es una muestra de que a la gente le gusta reírse y que necesita pasar un lindo momento. No veo a la gente mirando tragedias porque eso ya lo tenés en el noticiero con la inseguridad y un montón de cosas que pasan. Eso también te hace darte cuenta que desde hace años ha bajado mucho el rating de la televisión, y mucha gente se vuelca a las plataformas para ver una película, una serie o los videos que hacíamos.

—¿Qué tan difícil es encontrar un equilibrio entre el tipo que se ríe frente a la cámara y el hombre normal que sale a la calle y que pudo haber tenido un mal día?

—Hubo momentos en que tuve un mal día por determinado problema, pero uno lo deja de lado cuando se prende la cámara. Yo soy una persona que sabe que su trabajo es hacer reír al televidente o al oyente, entonces dejo de lado mis problemas porque es parte de mi compromiso. Somos muy profesionales en esto, aunque a veces nos podés ver jodiendo en las redes. Por eso, si tenés un mal momento no lo exterorizás porque la gente no sabe qué es lo que te pasa. Muchas veces me piden una foto y me dicen: “Dale, reite como lo hacés en la tele”, pero a veces te piden cosas difíciles. Mi sonrisa era natural porque estaba con mis compañeros y me hicieron reír por algo.

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Pachu Peña.
Foto: Darwin Borrelli.

—Hace un rato mencionaste que sos una persona tímida. ¿De qué manera el humor te ayudó a sobrellevarlo?

—La televisión me ha ayudado a vencer la timidez, pero me pasa cuando se enciende la luz de la cámara; luego, soy una persona muy tímida. Estando ya en Videomatch iba a bailar y si veía a una chica me costaba entablar una charla con ella. No podía encararla haciendo un chiste porque iba a quedar como un estúpido (risas).

—¿En qué momento descubriste que, a través de la risa, podías hacer cosas que tal vez no hubieras hecho nunca a causa de la timidez?

—La televisión siempre me gustó desde chico, y me sentaba a ver Batman, Los Tres Chiflados, Combate y Los intocables. Lo amaba y soñaba con estar adentro de esa caja;tenía varias ideas pero lo veía como un sueño muy muy lejano, que gracias a Dios se dio. Vi la veta y me la jugué. Arrancamos con Pablo a pulmón porque no fue que entramos a la tele y empezamos a ganar plata; nosotros hacíamos todo: bancábamos a la producción, íbamos a buscar clientes, a tocar timbre en distintas empresas y hacíamos las publicidades. Eso fue creciendo y al final fuimos muy exitosos, y hasta hoy seguimos haciendo cosas juntos. Fue una lección porque en su momento dejé otro trabajo que tenía, y si no me animaba capaz que hoy seguiría sentado en esa oficina...

—¿Dónde trabajabas en esa época?

—Estaba en una distribuidora de gaseosas. En ese momento no estaba muy cómodo porque pensé que me iban a dar un puesto que me gustaba, pero al final se lo dieron a otro. Así que cuando Pablo vino a buscarme, les dije:“Ya vuelvo...” y me fui (se ríe). Todavía me siguen esperando.

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