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“De mí se han dicho cosas terribles y me las banqué”

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Mario Morgan

entrevista a Mario Morgan

El reconocido director teatral estrena hoy en Teatro del Notariado la comedia El nombre

Una comedia de autores franceses y las vacaciones de invierno fueron las responsables del escándalo que enfrentó al actor Franklin Rodríguez con El Galpón, la Federación de Teatros y la Sociedad de Actores. Como es público, Mario Morgan preparaba la comedia El nombre, para el escenario del Notariado, pero por las vacaciones de invierno, hubo que cambiar de lugar de ensayo. Se consiguió la sala de ensayos de El Galpón, y ahí se suscitó todo el lío, cuando el directorio galponero optó por no admitir a Franklin Rodríguez en su sede. Hoy se estrena, en el Notariado, El nombre, y El País habló con Morgan, un director con muy buen timing para la escenificación de comedias.

-¿Cuál sería la esencia del argumento de El nombre?

-Los autores, Matthieu Delaporte y Alexandre De La Patelliere, parten de que existen tres cosas en la vida que no pueden dar marcha atrás: las flechas largadas, las palabras que se dicen, y las oportunidades perdidas. Una vez que vos lanzás una flecha, no puede volver: si lo sabrá Franklin Rodríguez. Cuando decís unas palabras, tampoco pueden volver. Tenés que hacerte cargo de las palabras. Y las oportunidades perdidas, también pueden ser las oportunidades de quedarte callado. Al protagonista de esta obra le pasa exactamente eso: el larga un nombre para el bebé, y ese nombre provoca una serie de disputas, que están a punto de quebrar la amistad y hasta las relaciones familiares.

-Ya que hablás de Franklin, ¿él es disciplinado como actor?

-Maravillosamente disciplinado. Franklin, Jorge Esmoris, Gabriela Iribarren, Ignacio Cardozo y Manuela Da Silveira: los cinco actores con los que estoy trabajando lo son. Y muy creativos.

-¿Cómo te ubicás ante esta disputa entre Franklin y El Galpón?

-Totalmente al margen. Me llevo muy bien con ambas partes. Yo no estoy de acuerdo con todo lo que dice Franklin en esa entrevista de Voces que causó todo el lío, pero cada uno puede decir lo que se le antoja. Estamos en una actividad pública. De mí se han dicho cosas terribles, y me las banqué. El Galpón no debió ofenderse, porque tiene una trayectoria, que tendría que estar por encima de lo que se dice. Llevado a otro terreno, ¿qué pasaría con los políticos? Mujica viviría enojado. Ni te digo Trump, que se merece todo lo que se dice de él. Esa maldita entrevista nunca nadie la habría leído (porque es muy larga, y por momentos aburrida), si no se hubiera transformado en algo mediático. Nadie se hubiese enterado. Yo la he ido leyendo en episodios, cada vez que me enteraba de una nueva cuestión en disputa.

-¿Vos sos o no detractor de Socio Espectacular, que era el tema de fondo de ese enfrentamiento?

-Mirá, he pasado por todos los períodos. No puedo ser detractor, porque en los espectáculos que hago doy beneficio de Socio Espectacular. Pero no comparto el régimen de Socio Espectacular, por un motivo muy distinto al de Franklin. Creo que no es bueno tener un público que va al teatro, sin importar a qué espectáculo, solo por usar la tarjeta. Y hay gente que quiere vivir profesionalmente del teatro. Entonces, que el espectador elija y pague por el producto, hace que uno se esfuerce en que el producto sea mejor. Socio Espectacular, además, tiene que tener una cantidad muy grande de espectáculos, porque si no el socio de borra. No puede estar una obra en cartel tres meses, y el socio no tenga otra cosa. Y es esa política que a mí me disgusta: que el teatro se transforme en supermercado. Yo lucho desde mi lugar contra eso.

-¿Cómo ves a Manu Da Silveira para esta comedia?

-Ella tiene mucho humor, y unas ganas enormes de hacer teatro. Por supuesto que tiene un camino por recorrer: esta es la primera vez que realmente se sube a un texto que no es elaborado por ella, o para ella. Y el entusiasmo y la dedicación que tiene es admirable. Su personaje entra en mitad de la obra, y ella me pedía para venir a los ensayos desde el comienzo, para entrar en el clima de la obra. En televisión se le veía que tenía un humor distinto, creativo, con el toque del teatro.

-¿Qué te pareció esta Yerma que hizo la Comedia Nacional?

-Tenía cosas interesantes, pero que no llegaba a redondear el espectáculo.

-¿Cuál es el mayor problema del teatro uruguayo hoy?

-Falta un mayor rigor, tanto en la selección de textos como en el producto final. Un mayor rigor de calidad.

El nombre
El nombre, con un gran elenco. Foto: Difusión

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