Crítica: Viralata

Un valioso texto de Fabián Severo describe desde El Galpón la dura vida en las fronteras del país

De tanto en tanto aparece en la escena montevideana una obra que habla del Interior con originalidad, aportando elementos que pueden ayudar a abrir la mirada sobre lo que el habitante de Montevideo tiene de la vida en los departamentos más alejados de la capital. Viralata es una de ellas.

El texto de Fabián Severo describe con talento la realidad dura de la vida en los confines del país, la miseria, la pobreza, los lazos familiares rotos. Y lo hace a la vez con dureza y suavidad, dejando que algo de dulzura lime las aristas más dolorosas.

En escena la obra cobra un aire algo viejo, de teatro tradicional independiente, empezando por la escenografía. Quizá faltó buscar una estética más original, acorde a las novedades del texto, aunque en general toda la ambientación escénica funciona. Uno de los puntos más difíciles de la puesta es dar ese tono tan particular del habla fronteriza, su dicción tan sonora, y en ese aspecto la versión queda un poco a mitad de camino. Pero de todos modos, el espectador recibe una historia honda, de gran sensibilidad.