Del dolor al arte: la historia detrás del Festival Cretino y la estrella argentina que lo corona

Del 22 de julio al 3 de agosto, La Cretina celebra su primer festival con teatro, shows en vivo, cine, poesía, fotografía y DJs. Durante dos semanas, el espacio cultural —con pub incluido— invita a acortar el invierno con una grilla intensa y variada para vivir una fiesta escénica a tope. Cada jornada incluirá un espectáculo principal, una copa de cortesía y un after show musical. Las entradas están a la venta por Redtickets, y también es posible acceder a un abono cretino comunicándose al 098 123 698.

Es que La Cretina (Soriano 1236) cumple siete años y sus dueños sintieron que era hora de festejar manteniendo vivo el espíritu de la casa: un lugar pensado para celebrar el intercambio y la diversidad artística. El plan inicial era reponer obras de los fundadores —los actores y directores Federico Guerra y Fernando Amaral—, pero las ganas de celebrar los hicieron ir por más.

“Reformamos la sala, invertimos en mejoras que benefician a artistas y público y salimos a abrir la cancha porque entendíamos que la celebración debía ser colectiva”, cuenta Federico Guerra a El País.

En el afán de trascender lo teatral, decidieron sumar músicos, artistas visuales y cineastas de aquí y de la vecina orilla. “Entre charlas y llamadas de amigos, se fue armando esta linda grilla”, comenta.

Foto: Alejandro Persichetti

En esta primera edición del Festival Cretino se repondrá parte del repertorio teatral de Guerra, que incluye el regreso por única vez de Snorkel —su ópera prima, ganadora de un Florencio Revelación y un Morosoli— el martes 29. Llega con nueva puesta y elenco renovado.

Cretinos, que da nombre al grupo que originó el centro cultural, tendrá una función el miércoles, seguida de un after show con el proyecto solista de Gonzalo Zipitría (CELP). La obra Jirafas y gorriones estará el jueves.

Se destaca también el estreno de Las cosas que mueren, lo último de Guerra, que subirá a escena el viernes 25 y volverá el 1° de agosto. Doña Ramona, dirigida por Fernando Amaral y ganadora de dos premios Florencio en 2022 (mejor elenco y vestuario), se verá el 28 de julio y el 4 de agosto.

Desde Argentina llegará La verdad efímera, de Santiago Gobernori, que abrirá el festival este martes 22 y repetirá al día siguiente.

El sábado 3 de agosto, el argentino Gustavo Garzón, amigo de la casa, presentará su documental Buscando a Shakespeare, codirigido con Mariana Sagasti. La película indaga en la figura del autor inglés y su vínculo con la interpretación actoral. Luego de la proyección, Garzón participará de un conversatorio en el bar.

La programación musical abarca múltiples estilos: desde la fiesta sensorial de Tunda Prada con visuales (jueves 24), hasta el set poderoso de DJ Chismosa en el cierre del festival.

También habrá shows en vivo de Andy Falcone (miércoles 23), La Teja Pride —en su formato microdosis— con after show de la DJ Paola Dalto (sábado 26), Lobo Núñez (viernes 1°), y otras sorpresas.

La grilla incluye a Poeta soporta poeta, un cruce entre poesía y escena que irá el domingo 27, y una feria de fotografía el sábado 2. Para más información sobre el festival Cretino, se puede visitar el Instagram: @lacretinacasa.

Foto: Ignacio Sánchez.

Podría decirse que la historia de esta sala surgió de dos tragos amargos o golpes del destino, y de jugarse por un sueño. Guerra recibió una indemnización por un accidente de moto, Amaral cobró un despido tras años como vendedor de seguros, y juntos decidieron arriesgar.

“Ese dinero nos dio el impulso inicial, pero el deseo de tener una sala propia llevaba años. Necesitábamos un lugar donde trabajar con mayor libertad los proyectos artísticos”, recuerda Guerra sobre el origen de esta casa que celebra su primer festival.

“Buscamos lo mismo que hoy busca La Cretina: celebrar el encuentro, la retroalimentación, la coexistencia de expresiones. Es enorme la diversidad artística de nuestra ciudad —mucha está muy invisibilizada—, y debe ser festejada”, resume.