Stevenson + Osborne

| "La historia siempre debe conducir todo"

2008-06-17 00:00:00 300x300

La ubicación a la cabeza de la taquilla norteamericana del film animado "Kung Fu Panda", en su primera semana de estreno, eclipsando a "Sex and the City: The Movie" o "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal", pudo resultar una sorpresa, pero el actor Jack Black y los directores Mark Osborne y John Stevenson se han arreglado para lograrlo.

El personaje titular es el pacífico osito Po, quien se expresa a través de Jack Black (Escuela del rock, King Kong). Su padre adoptivo (que no es otro panda sino un ganso, sin que el film se sienta obligado a explicar las razones), imagina que su futuro será heredar el negocio familiar, pero Po tiene sueños más grandes. Específicamente, quiere ser parte de Los Fabulosos Cinco, un equipo de luchadores de kung fu.

Circunstancias inesperadas lo obligarán a convertirse efectivamente en un guerrero. Un peligroso leopardo de las nieves llamado Tai Lung (voz a cargo de Ian McShane) amenaza el tranquilo Valle de la Paz, en algún remoto lugar de la antigua China donde transcurre la acción, y Po deberá tomar lecciones de kung fu a las órdenes del gruñón pero eficiente maestro Shifu (voz a cargo de Dustin Hoffman). Todo conduce, por supuesto, a un combate decisivo.

Los directores de Kung Fu Panda debutan aquí en el largometraje de animación, pero no son dos novatos. John Stevenson ha trabajado como diseñador, dibujante y otras cosas en series de televisión como El conde Pátula (1988-91) y películas como Jim y el durazno gigante (1996), Shrek (2001) y Shrek 2 (2004), Simbad, la leyenda de los siete mares (2003), Madagascar (2005) y otras. Por su parte, Mark Osborne tiene antecedentes como cortometrajista y autor de algunos videos, ha dirigido capítulos de la serie animada Bob Esponja, y hasta se permite una labor extra como actor (o más exactamente como proveedor de la voz de uno de los personajes) en Kung Fu Panda.

La película es el resultado de cinco años de labor: la realización de un film de animación es un trabajo paciente y laborioso.

NEW YORK TIMES | KARL ROZEMEYER

- Jack Black dijo en Cannes: "Yo soy Po y Po soy yo". ¿Quién vino primero, Jack o Po?

- Osborne: Es como un zigzag. Un poco de Po, algo de Jack, más Po, más Jack. Pero realmente el personaje no existió hasta que apareció Jack. Sin él, Po pudo ser muchas otras cosas.

- Stevenson: Pero siempre fue un panda.

- Osborne: De acuerdo, pero fue definido por Jack. El potencial del personaje surgió de lo que se podía hacer con Jack. Dustin Hoffman dice que basta conocer un poco a Jack para darse cuenta de que Po es la esencia de Jack como ser humano. El personaje es la metáfora de Jack.

- Stevenson: Los dos queremos a Jack. No pedimos disculpas por querer que la película sea un vehículo estelar y una carta de amor para Jack. En realidad, no teníamos un Plan B si Jack decía que no. Siempre imaginamos a Po como Jack, y no sé lo que habríamos hecho si no hubiera aceptado. No sé incluso si la película hubiera existido, porque no nos imaginamos a otro siendo Po.

- Jack Black y Angelina Jolie no inventan voces para la película. Usan sus propias voces. De alguna manera, los personajes son personificaciones de ellos mismos.

- Osborne: Los actores que proporcionan sus voces para las películas de animación siempre piensan que tienen que poner "voz de personaje de dibujo animado".

- Stevenson: Hemos logrado un increíble nivel de estilización y abstracción porque estamos lidiando con animales. Obviamente no es acción viva. Hay una química y un `look` diferentes en la animación, tanto en 2-D como en 3-D. Uno no necesita más abstracción encima de eso. La gente lo hace, pero no funciona muy bien. Es mejor hacerlo de una forma más orgánica y natural. Uno prueba a los actores buscando determinado resultado. No lo queremos a usted haciendo con su voz algo que no sea natural, porque entonces estará pensando en la voz y no en la actuación. Digamos: olvídese de todo, trate de estar cómodo y así encontrará la manera más interesante de decir sus líneas.

- Osborne: La única excepción en nuestra película es Dustin Hoffman. Parte del proceso fue encontrar una forma de usar su voz. Dustin puede hacer muchas cosas. No se trata tanto de cómo usa los labios, no se trata de trucos, sino de encontrar la forma de cómo imaginar al personaje. Ya ha "hecho voces" en películas previas. Lo hizo en Tootsie. Sus cuerdas vocales tienen memoria. Es increíble verlo. Entonces le dijimos: "Solamente sé tú mismo". Y las cosas no funcionaron hasta que le dijimos que queríamos contar "una historia atemporal". Entonces borró su acento neoyorkino y encontró la voz de Shifu que tenemos en la película. Fue un gran momento.

- ¿Eligieron a Ian McShane para la voz de Tai Lung porque su acento inglés es todo lo contrario del de Jack Black?

- Stevenson: Obviamente sabíamos que Tai Lung tenía que tener una voz muy poderosa. Ian es un actor asombroso. Puede volverse completamente aterrorizante en un momento, pero es un tipo encantador. Llegó al estudio y dijo: "Hola chicos, ¿qué es lo que quieren? Oh, Tai Lung. ¿Quién es? OK, lo tengo. AAAARGHHHH". En serio, a uno se le paraban los pelos. Es un actor muy listo.

- John, tú trabajaste en "Shrek" (2001). ¿Cómo crees que ha cambiado la industria?. "Kung Fu Panda" demoró cinco años en completarse, y las cosas cambiaron mucho durante ese período.

- Stevenson: Las técnicas han mejorado mucho. Lo del año pasado ya está viejo. Los Ipods son dos veces más chicos. Hay siempre gigantescos saltos tecnológicos ocurriendo todo el tiempo, y uno tiene que hacer el mejor uso posible de la tecnología. Se trata de mejorar continuamente, pero todo debe estar al servicio de la historia. En definitiva, siempre se trata de eso. La historia debe conducirlo todo, y la tecnología de la que uno dispone debe ser una herramienta para contar la historia. Nadie está diciendo: "¡Oh, encontramos una nueva forma de hacer pelo; hagamos una película con pelo!" No pensamos de esa forma. Pensamos en una historia, y buscamos la forma de contarla, y entonces aparecen los desafíos técnicos.

- Osborne: Ni siquiera es la tecnología lo más importante que ha cambiado desde entonces, lo que más ha cambiado es el clima. Hay tantas películas animadas dando vueltas por ahí que cada una debe esforzarse por llamar la atención sobre sí misma. Nuestra productora DreamWorks reconoció que debíamos ser distintos y tratar de hacer algo diferente, de ahí la idea de ubicar la acción en la antigua China y hacer una película de kung fu.

- Cuando se está trabajando en un proyecto de este tamaño y una historia que todavía no está totalmente fijada, ¿cuán difícil es acercarse lo más posible al concepto que uno ha tenido?

- Stevenson: Probablemente pudimos hacer veinte películas con el material que descartamos. Nuestro proceso es tratar de plasmar nuestras ideas del modo más adecuado posible, lo que significa que primero las dibujamos como un cómic y luego las filmamos. Colocamos efectos de sonido y música temporal, y luego ponemos las voces, lo que nos da una aproximación de lo que va a ser la escena. Y construimos toda la película de esa manera. Durante un largo tiempo vemos la película como una serie de dibujos, y con nuestra voces. Ahí podemos darnos cuenta de si una idea es buena o no, y entonces la refinamos y se la damos a los actores, la animamos y la hacemos real. O, por el contrario, nos damos cuenta de que la idea apesta, y la descartamos. Pero no descartamos material ya animado. Ese es el propósito de dibujar un `story board`. La herramienta clave es el diseño inicial. Hay que encontrar la forma más flexible de poder probar una idea, hacer ajustes o abandonarla antes de llegar al muy caro proceso de la animación real.

- Osborne: Muchas veces estamos rehaciendo las mismas ideas generales. Tenemos una secuencia y hacemos varias versiones en diferentes locaciones o con diferente acción. Pero el punto es siempre el mismo, la necesidad de que la historia sea lo más clara posible, lo que nos lleva a plantearnos cuál debe ser el tono de la acción o de la comedia.

La tigresa de voz seductora

Angelina Jolie participó menos activamente que otros de sus compañeros de elenco en la elaboración de los personajes de Kung Fu Panda. En ese momento estaba ocupada en cosas más importantes: concretamente su embarazo de Brad Pitt, que desembocó en el nacimiento de su primera hija biológica. Sin embargo, declara haberse divertido bastante con su trabajo de aportar la voz para un personaje animado (ya lo había hecho para la misma empresa DreamWorks en El espanta tiburones). Además confiesa que le gustan los tigres: tiene tatuado uno en una nalga.

La crítica también se divirtió

A "Kung Fu Panda" no le está yendo bien solamente con el público (lo cual, de todos modos, es el primer objetivo de sus productores). También la crítica norteamericana está tratando a la película con bastante cariño.

Parece haber conquistado hasta al exigente, sensato y habitualmente confiable Roger Ebert, del Chicago Sun Times. Aunque Ebert reconoce estar demasiado viejo para la premisa básica del film (un panda que practica artes marciales está necesariamente dirigido a niños y jóvenes, sostiene), también admite que se trata de un producto elegantemente dibujado, con una narración veloz y una eficiente coreografía para las escenas de acción.

Carina Chocano, del Los Angeles Times, es ligeramente menos entusiasta (no termina de gustarle el protagonista) pero reconoce que la animación es de calidad superior, y que hasta algún fragmento filmado en 2D (que resulta ser un sueño del protagonista) es simplemente "fantástico". Mick LaSalle, de The San Francisco Chronicle, a quien también le gustó el film, bromea acerca de que es "la mejor película sobre un oso panda guerrero del año".

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