La historia de la serie de comedia y canibalismo que nació como obra de teatro y se consagró como podcast

Incómoda, crítica, por momentos —si en el contexto cabe este calificativo— deliciosa. Negra no, negrísima: The Horror of Dolores Roach se ríe de los asuntos más tabúes y se planta como una comedia ideal para el maratón, lejos de ser apta para todo público y con una historia que la podría hacer una parada obligada en las series de 2023. Tiene canibalismo, pero va de cómo sobrevivir en solitario en este mundo tan feroz.

Empezó, sin embargo, apenas como una idea cotidiana. Era la década pasada y Aaron Marks, entonces un joven autor de teatro estadounidense, conectó una idea social con una referencia clásica.

Encontró, en la gentrificación que arrasaba a su barrio, el Washington Heights, un concepto muy cercano al canibalismo: una ciudad que se come a sí misma, a su gente, a su historia. Después pensó en Sweeney Todd, el personaje clásico del barbero que mata y luego cocina y come a sus víctimas, presente durante más de un siglo en el imaginario británico y llevado al cine por Tim Burton y con el porte de Johnny Depp. Y luego se preguntó qué tan irreal era tomar a una de sus actrices favoritas, Daphne Rubin-Vega, y convertirla en una suerte de Sweeney Todd vulnerable en un barrio refundado.

Así nació Empanada Loca, un unipersonal off-Broadway que se estrenó en 2015 con aprobación crítica y popular. Así nació Dolores Roach: una mujer que sale de la cárcel convertida en masajista, y termina siendo, digamos, la proveedora de “carne fresca” del local de empanadas en el que se instala. Es macabro.

La intensidad del drama y la performance de Daphne Rubin-Vega la hacían, decía la crítica, una de esas obras que se queda prendada al espectador.

Marks se convenció de que había, ahí, material para un show de televisión. Así que dedicó su 2016 a trillar Los Ángeles en busca del estudio indicado y a escuchar una y otra vez lo mismo: que estaba loco. Pero a pesar de los rechazos, la historia estaba lejos de terminar. Marks y Rubin-Vega se metieron en un estudio y grabaron en audio una versión de Empanada Loca y, al mismo tiempo, la directora artística de LAByrinth, la compañía que había montado la obra, fichó por la prestigiosa productora de podcast Gimlet Media. Y quería un podcast de horror.

Así, con el mismo director y la misma protagonista y las mismas intenciones que Empanada Loca pero en un nuevo formato y lenguaje, en 2018 se estrenó The Horror of Dolores Roach, el fabuloso podcast original de Spotify que está lejos de ser una historia para antes de dormir. En inglés, tiene una primera temporada de ocho episodios y otra de cinco, el tiempo suficiente como para que Dolores Roach cuente, a medio susurrar y con muchos detalles, su escabrosa historia.

Fue la repercusión del podcast la que hizo que los estudios golpearan la puerta de Marks, que decidió atender a Blumhouse, que está detrás de decenas de películas de terror. La lista incluye a Megan, El teléfono negro, ¡Huye!, La purga, varias de la saga de Insidious y Actividad paranormal y así.

Estrenada el 7 de julio en Prime Video, The Horror of Dolores Roach no abreva tanto de las bases del terror aunque regala algunos planos repugnantes. Le da el papel de Dolores a Justina Machado, estadounidense de origen puertorriqueño que encuentra aquí el personaje de su vida. Como en la obra y en el podcast, es la voz narradora y la villana que, de a ratos, quiere hacernos creer que está lejos de ser monstruo. Es difícil tomarle la palabra.

Su Dolores sale de la cárcel tras 16 años presa por un delito de drogas que no habría cometido. Vuelve a su barrio que ya no es más suyo, que ya no tiene a nadie ni nada familiar salvo por Empanada Loca, ese local que se mantiene intacto, que está al borde de la quiebra y que ahora atiende Luis (Alejandro Hernández en una actuación perturbadora), el hijo del viejo dueño. Dolores termina en su sótano y montando un negocio de masajes que pronto se desvirtúa a una suerte de involuntaria carnicería.

De esos infortunios, Luis encontrará —literalmente— el material para la nueva línea de empanadas que podría reposicionar el negocio. Pero todo se saldrá de control.

The Horror of Dolores Roach es, quizás, la más light de las versiones de esta historia. Resigna su intención de crítica social —que está y es obvia— en pos de un entretenimiento en general efectivo. Ni hilarante ni aterradora, seduce con elementos que incluyen recuperar la faceta actoral de Cindy Lauper, y tomar un poco de las stoner movies para flotar, de a ratos, entre las nubes de marihuana y la incierta historia de amor. La serie quiere jugar en los extremos y se anima a imaginar el límite al que tiene que ir una mujer latina, adulta, marginada y sola para volver a brillar en el corazón del capitalismo y la invisibilización. Y a veces gana.

Recién estrenada en Prime Video y con un final abierto, todo indica que la serie The Horror of Dolores Roach, presentada en América Latina también como La trágica vida de Dolores Roach, tendrá segunda temporada. La hay del podcast, con cinco episodios, por lo que el material de base está, y el creador Aaron Marks ya ha hablado de ella. No solo eso: también ha manifestado su interés por un musical.

En una entrevista reciente con el sitio especializado Theater Mania, declaró: “¡Un musical completo de Dolores es algo que sigue surgiendo! Me encantaría hacerlo, aunque con suerte me centraré en la segunda temporada primero. También estoy trabajando para traer la obra de vuelta a Nueva York, ya que sigue teniendo licencia para producciones en todo el mundo”.