Kristen Bell, con su voz aguda, su carisma y ese humor que desarma cualquier solemnidad, no interpreta personajes, los convierte en versiones ampliadas de sí misma. Inteligentes, graciosas, caóticas, llenas de buenas intenciones y un toque de sarcasmo, sus heroínas no son un espejo de su creadora.
Desde sus primeros pasos como niña actriz en el teatro hasta su estrellato con Veronica Mars, pasando por clásicos como Gossip Girl y The Good Place, y el estreno de la segunda temporada de Nadie quiere esto, que llegó ayer a Netflix, Bell ha construido una carrera basada en una cualidad que parece cada vez más rara en Hollywood: la autenticidad.
Tenía doce años cuando empezó a actuar en obras de teatro en su Detroit natal. Un año después ya tenía agente y comenzaba a trabajar en publicidades y a hacer pequeñas participaciones televisivas. Su formación en comedia musical la llevó más tarde a Broadway (en 2002 trabajó en un revival de Las brujas de Salem que protagonizaron Liam Neeson, Angela Bettis y Laura Linney). Y después de mudarse a Los Ángeles, llegó a los grandes estudios. No tardó mucho en conquistar a Disney, no sin antes resolver misterios en televisión.
En 2004 llegó su primer protagónico: Veronica Mars, la detective adolescente que, con más actitud que presupuesto, se convirtió en un fenómeno. En parte porque Bell no interpretaba a la típica protagonista juvenil. Su Verónica era ingeniosa, desafiante, emocionalmente compleja… y además resolvía crímenes. En una época en la que las series adolescentes estaban llenas de clichés, Veronica Mars era una rara avis. Y ella, la razón de su éxito.
La chismosa, la princesa y el más allá
Mientras la serie llegaba a su final, Bell encontraba un nuevo lugar en la cultura pop: la voz narradora de Gossip Girl. Nadie imaginaba que aquella voz aguda del Upper East Side se convertiría en una figura tan reconocible para los fanáticos de la serie protagonizada por Blake Lively. Bastó su tono, dulce y venenoso a la vez, para convertir el chisme en arte. Apenas apareció brevemente en el último episodio, pero la frase “Gossip girl, tu única fuente de información sobre las escandalosas vidas de la élite de Manhattan”, y el final de cada episodio: “Ya sabes que me quieres”, bastaron para sellar su legado.
Mientras las series conquistaban a la audiencia, también se probaba en el cine, en comedias como El club de las madres rebeldes y la muy graciosa Forgetting Sarah Marshall donde interpretó a la molesta protagonista.
Disney la transformó en princesa, pero una muy distinta al molde. Anna, la hermana menor de la protagonista de Frozen, no es perfecta ni pretende serlo: es torpe, impulsiva y encantadoramente ingenua. El resultado fue un fenómeno global con una secuela ya estrenada, y otra en camino, haciendo que su voz se convierta en parte del imaginario colectivo.
“Me gustaría decir que lo siento por todos los padres que han tenido que escuchar Frozen en bucle. Te siento, te veo, soy tú. Lo comprendo”, comentó Bell antes del estreno de la segunda entrega. “Disney me enseñó a soñar a lo grande y seguir a tu corazón, y que es totalmente apropiado lanzarse a cantar en cualquier momento, lo que realmente aprecio. Creo que interpretar a la princesa Anna ha sido lo más destacado de mi vida, aparte de mis hijos y esas cosas”.
Otras animaciones para las que prestó su voz Zootopia, Teen Titans, BoJack Horseman y la reciente película de los Paw Patrol.
Después de convertirse en ícono infantil, regresó a la pantalla chica con The Good Place, donde demostró que la comedia puede abordar cuestiones morales y teológicas sin descuidar el humor. Su Eleanor Shellstrop, una mujer egoísta, mala y bastante odiable que llega al “más allá” por error, fue uno de los personajes más entrañables y complejos de la televisión reciente. La serie, que combinó filosofía, ética y humor absurdo, le valió una nominación al Globo de Oro y consolidó su lugar como una actriz que puede hacer pensar y hacer reír al mismo tiempo.
Regreso a Netflix
Ahora, para la segunda temporada de Nadie quiere esto, Bell vuelve a interpretar a Joanne, una mujer agnóstica que conduce un podcast sobre sexo y termina involucrándose con un rabino, interpretado por Adam Brody. Se trata del segundo proyecto de Bell y Brody quienes trabajaron, en 2011, en la olvidable Scream 4, en personajes menores. En Nadie quiere esto se conjuga una premisa explosiva, una pareja que combina y se mueve entre lo adorable y lo incómodamente honesto.
La primera temporada, estrenada en setiembre de 2024, se convirtió en tendencia y le valió dos nominaciones al Globo de Oro, a mejor actriz y mejor serie. Y en esta nueva entrega sigue a la pareja después de la fase de luna de miel, enfrentando la realidad de ser, en serio, una pareja interreligiosa.
Sobre el futuro de la serie, Netflix todavía no se ha pronunciado, pero la actriz dijo en una entrevista que el equipo de guionistas ya está trabajando en la tercera temporada. “El cuarto de escritores está trabajando ahora mismo. Nunca sabes si vas a poder filmar, porque eso se decide muy por encima de nuestro sueldo, pero sí sabemos que están escribiendo la tercera temporada”.
Fuera de cámaras, Kristen Bell lleva una vida bastante tranquila junto al también actor Dax Shepard. Juntos son como una comedia romántica sin guion: se aman, se ríen, se irritan y lo comparten todo en sus redes sociales. Si bien están en pareja desde 2008, decidieron casarse hace 12 años, después que se aprobara la ley de matrimonio igualitario en California. Y demostrando su humor, hace poco celebraron su aniversario con un posteo que fue muy comentado. Bell escribió “Feliz aniversario al hombre que una vez me dijo: ‘Nunca te mataría. Muchos hombres han matado a sus esposas en cierto punto. Y aunque a veces tengo incentivos para matarte, jamás lo haría’”.
El comentario, mitad chiste, mitad bizarra declaración de amor, generó una ola de reacciones: Terry Crews aplaudió con un “eso es AMOR”, Mary Steenburgen confesó que se rió a carcajadas, y Howie Menzel comentó que Shepard “debería escribir para Hallmark”. Otros no lo tomaron tan bien y el comentario se volvió tendencia en Instagram donde acumula más de 770 mil Me Gusta. Intentando calmar las aguas, Bell decidió cancelar su presentación en el programa The Today Show por las críticas que recibió de su posteo. En su lugar fue Justine Lupe, quien interpreta a Morgan, la hermana menor y compañera en el podcast de Joanne.
Más allá del acierto, o no de su publicación, Bell suele dar graciosas declaraciones. “Amo estar desnuda en casa y hacer el desayuno desnuda. Lo único que te tienes que asegurar es que el jardinero no vaya ese día”, comentó, demostrando que su sentido del humor se mantiene intacto. En sus redes sociales también ha hablado de su ansiedad, de terapia de pareja y salud mental.
Y ya sea Verónica Mars, Anna, Eleanor o su podcaster desbocada en Nadie quiere esto, todas tienen algo en común: son mujeres que se equivocan, dudan, se ríen y siempre siguen adelante. Tal vez por eso Kristen Bell se mantiene vigente. No porque sea perfecta, sino porque nunca intenta mostrarse así. Y en un Hollywood donde todos actúan, ella sigue haciendo lo que mejor sabe: ser ella misma.
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