Comenzó su camino en la actuación hace 13 años. Primero debió lidiar con las comparaciones con su padre,Ricardo Darín, hasta que logró forjarse una carrera llena de logros y llegar a un presente en el que le sobran los proyectos laborales, aquí y en España (donde también encontró el amor, al lado de la actriz de La casa de papel Ursula Corberó).
El Chino Darín, como se lo conoce popularmente, es mucho más que un actor de moda o un galán en ascenso (aunque su buen aspecto sea indudable). Es un intérprete que elige cuidadosamente sus roles, priorizando los desafíos, y es por eso que hoy, a los 34 años, en su currículum se superponen importantes títulos cinematográficos, como Muerte en Buenos Aires, La reina de España (junto a Penélope Cruz), El ángel y La odisea de los giles. Otro motivo de orgullo en su trayectoria profesional es la creación de la productora Kenya Films (junto a su padre y Federico Posternak), responsable de Argentina, 1985,
Gracias a la audiencia potencial de 231 millones de personas (repartida en 190 países) que garantiza Netflix, El reino fue un espaldarazo internacional tanto para él como para el resto de un elenco que incluye, entre otros, a Diego Peretti, Mercedes Morán, Peter Lanzani, Nancy Duplaá, Joaquín Furriel y Sofía Gala Scaglione.
El éxito de la historia del pastor Emilio V ázquez Pena (Perreti) y su familia, que mezclaba el mundo de la religión con el de la política, y mostraba delitos de corrupción, de abuso de menores y hasta un magnicidio, fue tan intenso e inmediato que invitó a pensar en una segunda temporada.
Hoy, finalmente, la plataforma estrenará los seis capítulos que componen la última temporada de la serie. En esta charla, Darín habla sobre lo que puede esperarse (al reparto se suman Julieta Cardinali, Diego Velázquez, Maite Lanata, Agustín Aristarán y Florencia Raggi, entre otros) y las distintas alternativas del derrotero de su personaje, el abogado idealista Julio Clamens.
-La primera temporada culminó con el pastor Vázquez Pena asumiendo la presidencia (tras el asesinato de su compañero de fórmula). En la segunda, que transcurre dos años después, se enfrenta por el poder a Tadeo, un exfeligrés devenido activista. ¿De qué lado de la contienda estará tu personaje?
-Mi personaje, como se vio un poco en el tránsito de la primera temporada, quedó del lado de Tadeo, evidentemente en contra del pastor, por conocer los pecados y atrocidades en las que éste estuvo involucrado. Esta segunda temporada, de todas maneras, va a encontrar a mi personaje alejado de todo ese mundo. Como recordarán, al final de la primera temporada Tadeo se fue hacia el Norte, escapando sin un destino concreto: se lo ve cruzando la frontera junto a un pibe, Jonathan, apodado El Pescado, y da la sensación de que se va para no volver. Mientras, mi personaje queda medio en jaque luego de haber intentado hacer una denuncia contra el pastor, que le salió mal porque lo apretaron. Ahora, mi personaje quedará alejado de Tadeo, por una cuestión geográfica (aunque siguen en contacto, pero no con tanta asiduidad) y del mundo del pastor evangelista y del partido político porque ha cortado todo tipo de relación. Julio está afuera de todo ese universo y se ha dedicado a la enseñanza del Derecho en una facultad y a generar su pequeño refugio familiar con su mujer Ana (la hija del pastor) y su pequeña hijita, Carola.
-Esa nueva realidad de tu personaje es producto de la decisión ética que tomó al final de la primera temporada. ¿La podrá sostener hasta el final de la serie?
-Sabemos cómo es la política y conocemos los artilugios con que cuenta tristemente para cambiar las voluntades. Lo único que puedo adelantar es que en el segundo capítulo tengo una reunión con el pastor en el que él muestra sus recursos para apretarme. En un sentido más amplio, la serie jugará con eso: con ver hasta qué punto los personajes enfrentados son capaces de derrotar al otro. Hay una frase de Groucho Marx que me gusta mucho y que considero tiene que ver tanto con la serie como con el mundo de la política: “Estos son mis principios, si nos les gustan tengo otros”. Esto significa que en el mundo de la política todo puede tener una vuelta, pero confío en que todo lo que ha vivido este personaje a lo largo de su historia, errores incluidos, lo lleven por el buen camino. Yo lo interpreté, sí, pero no lo puedo confirmar. Más sería espoilear todo.
-Tu personaje, Julio Clamens, se ocupa de un tema muy sensible: el del abuso de menores. ¿Tuviste que investigar mucho al respecto para componer tu personaje?
-No. Ese es un tema escabroso del que todos de alguna forma conocemos un montón de casos. Basta leer los titulares de los diarios. Pero mi personaje “se desayuna” sobre el tema en ese momento, cuando sucede y y mi filosofía de preparación de los personajes es que uno tiene que preparar todo hasta el momento en que empieza el personaje y después hay que dejar que los personajes se encuentren con las sorpresas que les toque encontrar…. No podés ir digiriendo las cosas antes.
-¿Considerás que un producto como El reino ayuda a visibilizar el tema y a generar un cambio en la sociedad?
-A visibilizar el tema tal vez sí; pero creer que las ficciones sirven para solucionar temas de la vida real me parece que es una falacia.
-Con El reino aparecieron las críticas de los representantes locales de la iglesia evangélica. ¿Qué suponés que puede pasar ahora, cuando se mete con la clase política?
-Va a pasar lo mismo. Hay algo atrevido en esta serie, que tiene que ver con el diseño elaborado por los autores, de tocar ciertos temas escabrosos, que indudablemente mueven el avispero. No digo que me causa gracia porque se trata de un tema serio, pero hay algo medio raro en eso de la iglesia evangélica pronunciándose en contra de un producto de ficción. Como que así te hacés cargo de algo sin que nadie te culpabilice. En la serie Barry, que trata sobre un asesino que es actor y yo no salgo a gritar: “Ay, los actores no somos asesinos seriales”. La pregunta es: ¿por qué los representantes de esa iglesia se autoidentificaron como objetos de un producto que es claramente ficción?
-Netflix ya anticipó que con esta segunda temporada concluye la historia de El reino. ¿Podría haber un spin-off? ¿Te gustaría que estuviese centrado en tu personaje?
-No depende de mí, pero sí podría haber un spin off, claro. Pero no me gustaría que mi personaje fuese el protagonista. Para mí, esta etapa ya está terminada.
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