Santorini sorprende desde la vieja Unión

El amigo Gabriel condujo a Sebastián hasta 8 de Octubre y Lindoro Forteza. Allí, bajo la enseña de "Santorini", Gustavo, dueño del apellido, prepara pizzería tradicional y sándwiches que habrá que probar. También platos de los preferidos por los uruguayos. No se trata de alta cocina pero, elaborados con cuidado, logran cordero o pastas convincentes. Es preferible esquivar la fainá. En cambio, no evite el estupendo risotto de espárragos, untuoso e intenso.

El cordero confitado, en realidad horneado, pecó por muy hecho, carente de jugos, con puré de papas y almendras tostadas (que revelan el buen sesgo de esa cocina). El cordero era el plato del día, había quedado sólo una porción por la noche: al mediodía sin duda estuvo mejor.

Unos raviolones de jamón crudo y pollo, teñidos con tomate, salsa de lo mismo, con hongos, resultaron buenos aunque tibios y hubo que devolverlos. Regresaron intactos y calientes, muy ricos.

Elisabeth, camarera eficiente y simpática, se las entiende con las mesas sin problemas. La botella de Cabernet Sauvignon Cuna de Piedra 2002 de Los Cerros de San Juan hubo que someterla al frío, porque su temperatura superaba los 26 grados. Puesto a 18 grados mejoró, pero se mostró herido por su inadecuada conservación. Santorini debe resolver rápidamente un espacio de almacenamiento que ronde los 16 grados para no arruinar su stock de vinos. Su cocina lo merece.

El tamaño de las porciones obliga a compartirlas y aunque no hubo espacio ni deseo de catar los postres, el café es realmente bueno, con espuma completa. Sebastián repitió.

Por la calidad de la comida, la atención de Elisabeth y los precios es opción popular y muy digna, en el estilo de una "tavola calda" o bodegón.

Santorini. 8 de Octubre 3900. Teléfono 5086733. Precios de $ 60 a $ 150, muy favorables al bolsillo del comensal.

Cabernet Franc 2005. Antigua Bodega San José produce muy buenos vinos y entre sus aciertos se destaca el tinto Cabernet Franc. La nueva cosecha (2005) reitera la calidad. Puesto a 18 grados de temperatura de servicio, despliega en la copa un vestido color rubí con el ribete todavía sin signos de evolución, violáceo. El aroma no es muy expresivo pero en el gusto ofrece su mejor fase: seco, muy armónico y frutal, con un paso de boca untuoso, estructura media, elegante, con un sostenido final sobre la moderada acidez y los acentos de frutos rojos. Es vino de amplio uso gastronómico: se entiende con carnes rojas, pastas, quesos, arroces y fiambrería fina, patés y terrinas incluidos.

Cabernet Franc 2005. Antigua Bodega San José. Grado 13,5%. Precio $ 115 (Las Croabas, 7085144), en excepcional relación con la calidad.

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