BELGRADO - El cantante de pop Dima Bilan dio a Rusia su primera victoria en Eurovisión en la 53ª edición del concurso, este sábado por la noche en Belgrado, con su canción "Believe", en una ceremonia en la que el representante español Rodolfo Chikilicuatre apenas quedó en la 16ª posición.
Rusia, que figuraba entre los favoritos, recibió los votos de varios países de la antigua Unión Soviética. En total logró 272 puntos, por delante de los 230 de Ucrania y los 218 de Grecia.
El trofeo de ganador, en forma de micrófono, le fue entregado por la cantante serbia Marija Serifovic, vencedora el pasado año en Helsinki.
"Gracias Belgrado, gracias a todos", declaró el cantante ruso al recibir el galardón. "Hemos creído en nosotros y hemos ganado. El sueño se ha convertido en realidad", añadió Dima Bilan refiriéndose a su canción, "Believe", una balada sobre la necesidad de creer en las posibilidades de uno para alcanzar sus sueños.
El violinista Edwin Marton, que tocó con un Stradivarius, y el ex campeón olímpico de patinaje artístico Ievgeni Pliuchenko acompañaron a Dima Bilan en la escena.
"Tras el título en los Juegos Olímpicos, he aquí un título de campeón de Europa de la canción", dijo el patinador.
Dima Bilan ya representó a su país en Eurovisión en 2006 en Atenas. Entonces fue segundo, lo que lo convirtió en una estrella en Rusia.
Los resultados del sábado confirmaron la subida de los países del este. Armenia quedó cuarta, la anfitriona Serbia fue sexta y Azerbaiyán, que participaba por primera vez, se alzó a la octava posición.
El representante español, Rodolfo Chikilicuatre, apenas quedó en la posición 16ª (de los 25 países participantes) con su canción "Baila el Chiki Chiki", que incluso fue silbada. Sólo Andorra le concedió la máxima puntuación, otorgándole 12 puntos de los 55 que obtuvo en total.
El francés Sébastien Tellier, cuya decisión de cantar en inglés levantó una polémica en su país, compartió la 18ª plaza con Suecia.
La retransmisión televisiva de la final de Eurovisión fue abierta por la número tres del tenis mundial, la serbia Jelena Jankovic.
Irlanda, que este año se quedó en las semifinales, sigue siendo con sus siete victorias el país más galardonado en Eurovisión.
El concurso, a menudo criticado en Europa occidental como un espectáculo de mal gusto, sigue teniendo fervientes admiradores en Europa del este.
En la final se pudo ver todo un despliegue de efectos visuales, con juegos de luces y trajes extravagantes.
Musicalmente se dieron cita en Belgrado numerosos estilos, desde la canción clásica al heavy metal, pasando por las baladas, el electro-pop, la música disco y el rock.
Serbia, que por primera vez acogía el concurso, aprovechó la ocasión para intentar mejorar su imagen a menudo asociada a conflictos y tensiones políticas.
AFP