CARLOS REYES
Esta noche a las 20 horas El Galpón estrena una de las obras más conocidas del teatro universal: "Romeo y Julieta". La versión ofrece al parecer numerosos elementos que la hacen bien distinta a una puesta en escena ortodoxa.
Para empezar, este montaje tiene una particularidad: la puesta se basa en la versión de Horacio Buscaglia, quien la hizo en 1992 en el Teatro del Anglo. Sin embargo, como explicó la directora Marisa Bentancur a El País, hay aspectos de aquella versión que servía para la escenificación concreta que hizo Buscaglia, y ahora ella buscó apartarse y tomar un camino propio.
"La versión de Buscaglia ofrece a nivel dramático una síntesis. Yo recibí ese material sintético, y me provocó generar una serie de canciones, como para un trabajo que de alguna manera sería como para teatro callejero. Creo que esta versión es de gran exigencia interpretativa, porque todas las actuaciones han sido condensadas".
Con los roles protagónicos a cargo de Guadalupe Pimienta y Claudio Lachowicz, el espec- táculo resultante redujo las dos horas largas de representación de Romeo y Julieta a una hora y diez minutos. "Están todas las situaciones, sintetizadas, tanto la zona de comedia como la de tragedia, incluyendo las canciones, que tienen letras de Mariana Trujillo y música de Alfredo Leirós. Es muy exigente para el intérprete porque una escena de 15 minutos, acá la tiene que resolver en cinco minutos".
Con seis actores (los otros cuatro son Anael Bazterrica, Pablo Pípolo, Federico Guerra y Federico Pereyra) y un músico que también hace las veces de comediante (Valentín Abitante), la directora cuenta que tuvo que elegir a un equipo de quijotes. "Ellos tienen que tener gran energía y ductilidad para pasar en tan poco tiempo por tantas situaciones", afirma Bentancur, quien subraya la participación de Norma Berriolo en el asesoramiento corporal y Andrea Castagnola en el trabajo de esgrima y armas blancas.
La artista dice que el proceso, que tendría que haber llevado seis meses, tuvo que ser abordado en tres meses, "porque acá se trataba de generar un lenguaje diferente para contar la historia".
"En algún punto, del más lego al menos, todos conocen la historia, pero no sé si la tenemos valorada en su justa medida, a la hora de entrar en la carne de la obra. Es asombroso ver cuántos matices tiene, y ese planteo sobre tener una mirada amorosa sobre el otro, y cómo eso podría cambiar todo".
Bentancur adelanta que su versión podrá despistar al que vaya con idea preconcebidas, puesto que su Romeo y su Julieta se separan bastante del modelo. La resolución escenográfica (de Adán Torres y Diego Cáceres) también, jugando con elementos móviles que dan gran dinamismo.
La artista dice que esta versión es popular, o que al menos eso desea ella. "Mi objetivo es que todo el mundo la pueda ver y entender. Que la gente salga cantando las canciones, que se quede con esas sutiles emociones, y que se divierta, porque es muy divertida", remata.