GUILLERMO ZAPIOLA
El director Paul Thomas Anderson sostiene que su nueva película, The Master, recientemente exhibida en el festival de Toronto, no es una biografía ficcionada de L. Ron Hubbard, el polémico fundador de la Iglesia de la Cienciología, pero no todo el mundo parece creerle. En todo caso, ya hay algunos enojados.
Es posible que ambos bandos tengan parte de la razón. La película del realizador de Juegos de placer, Magnolia y Petróleo sangriento no cuenta, estrictamente, la historia de Hubbard. Se trata de una ficción acerca de un veterano de guerra (Joaquin Phoenix) que intenta reinsertarse en la vida civil, padece algunos desajustes y comienza a sentirse progresivamente atraído por el carismático líder de un culto que el film denomina genéricamente La Causa.
De acuerdo, en ningún momento se dice que La Causa sea la Iglesia de la Cienciología, el personaje de Hoffman no se llama L. Ron Hubbard, y no comenzó necesariamente escribiendo mediocres novelas de ciencia ficción antes de descubrir que la religión era un mejor negocio. Pero para algunos seguidores de la Cienciología, ese sistema de creencias que mezcla técnicas de meditación y limpieza de las "malas ondas" con la idea de que debemos conectarnos con los Grandes Galácticos (o algo por el estilo) han comenzado a ponerse nerviosos. Y ya se sabe que la Ciencilogía tiene sus seguidores en Hollywood, desde Tom Cruise a John Travolta y Anne Archer, de modo que si Anderson se mete con su profeta sabe que puede estar en problemas.
Anderson ha dicho que "ni". Su Causa y el personaje de Hoffman, afirma, son ficción, aunque reconoce haber recibido algun "inspiración" en los comienzos del culto de Hubbard. Al mismo tiempo, la polémica en torno al asunto le sirve en términos promocionales, de manera que tampoco se ha esforzado en que su negativa suene a muy rotunda. Y los "cienciólogos" (o como se diga) parecen no estarle creyendo.
En páginas web en que se discute el film, partidarios del polémico culto están discutiendo la película y denunciándola como "un falso retrato de Hubbard" (y, de paso, recomendando algunos de sus libros sobre Dianética y temas conexos), lo que de hecho estaría clausurando la polémica: le dan la razón a Anderson, que nunca ha dicho que fuera "un retrato verdadero". Pero por otra parte, y el dato no ha sido desmentido, se asegura que la Iglesia está presionando a productores y distribuidores para limitar la difusión de la película. Más propaganda gratis, tal vez.
Anderson y el más estentóreo publicista hollywoodense de la Cienciología, Tom Cruise, vieron juntos el film en Venecia, y Cruise (quien actuó en Magnolia) no quedó muy conforme. Anderson ha reconocido que su amistad con el actor salió algo lastimada, "pero siguen siendo amigos".