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Zoe Gotusso: "Sé que lo urbano mueve números, pero a mí me mueven las canciones"

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Zoe Gotusso. Foto: Phresh.

ENTREVISTA

Luego de lanzar "Ganas", el primer adelanto de su disco debut como solista, la cantante argentina Zoe Gotusso habló con El País sobre la nueva etapa de su carrera y cantó su nueva canción.

Zoe Gotusso se define como una persona de “volantazos”. A los 23 años, la cantante nacida en Córdoba ya pasó por numerosos cambios en su vida. Comenzó grabando covers para YouTube con el dúo Salvapantallas (que formó junto a Santi Celli) y, casi sin darse cuenta, se encontró con una enorme aceptación del público. 

Luego de haber grabado canciones de Fito Páez, Jorge Drexler, Luis Alberto Spinetta, Charly García y Los Abuelos de la Nada, llegó el momento del cambio. Zoe se mudó a Buenos Aires y el dúo comenzó a grabar canciones propias. Así, en 2017 grabaron "Vueltas", "Canción para soltar" y "Otra historia". Al año siguiente le llegó el turno al single "Si me voy" y al interesantísimo EP SMS, producido por Juan Ingaramo. A lo largo de siete canciones, el dúo adoptó un sonido electropop y grabó una serie de hits ("R.I.P.", "Chhkp" , "El Mirador" y "Me conecto", esta última grabada junto a Jorge Drexler) que les permitió hacerse un nombre en la escena argentina y sumarse a la grilla de varios festivales.

Pero cuando el dúo estaba en su mejor momento, Zoe hizo otro volantazo y decidió hacer un cambio. En 2019, la cantante lanzó tres canciones solistas ("Un bossa +", "Monoambiente en capital" y "Calefón") y el dúo tomó la decisión de separarse. Lo hicieron con una gira regional que hizo escala en Montevideo, donde ofrecieron un show memorable en la Sala del Museo.

Además de las tres canciones solistas —todas atravesadas por una mirada bien intimista y la voz dulce de Zoe—, la cantante le dio espacio a varias colaboraciones: "Ayer te vi" (grabada con Louta), "Mi amor se fue" (con Florian), "Salvaje" (junto a Malena Villa) y "No da" (con Luqui). Y, ¿después? Después llegó otro volantazo. Tras componer su primer disco solista en el monoambiente que describe en una de sus canciones ("Tengo un monoambiente en capital, hago mis canciones, fumo más y no me importa", dice la letra), se instaló dos meses en Montevideo para grabar su debut solista bajo la producción de Juan Campodónico, y reconstruir su sonido de la mano de grandes músicos locales como Hugo Fattoruso, Gabriel Casacuberta, Nico Arnicho y Martín Ibarburu.

El primer adelanto del disco, que aún no tiene nombre y que próximamente llegará a las bateas, se llama “Ganas”. Allí, la argentina reinventa su personalidad musical de la mano de hermosos arreglos de cuerda, ecos, silencios, arpegios de guitarra y, por encima de todo, una voz que  sabe entrelazar algunos momentos de tristeza con varios de optimismo. "Quiero fotografiar el optimismo", dice Zoe en el minidocumental que muestra la grabación del disco. En este momento, en que la incertidumbre a causa del COVID-19 está más presente que nunca, la cantante logró su objetivo: en estos días le llegaron numerosos videos con covers y hasta tatuajes con un fragmento de la letra. 

Sobre "Ganas", el disco que está por salir, su paso por Montevideo y su salida de Salvapantallas, Zoe Gotusso habló con El País. También cantó una versión acústica de su nueva canción, que se puede ver a continuación.

—En un fragmento de “Ganas” le hablás a tus padres y cantás: “Siempre me estoy yendo”. Vos naciste en Córdoba, te fuiste a vivir a Buenos Aires y viniste a grabar tu disco a Montevideo. ¿Qué has descubierto con esta serie de cambios?

—En esa parte de la canción le digo a mis padres que yo soy así: soy música y moverme nunca fue una traba para mí. Soy una persona de los volantazos y que siempre se está yendo. Estaba en Córdoba y me vine a vivir a Buenos Aires; estaba en Salvapantallas y me corrí para estar sola. Después estaba grabando un disco acá y quise hacerlo en Uruguay. Los cambios traen mucho aprendizaje y mucha movilidad en lo emocional. Esto de irme a Uruguay me hizo crecer un montón y salir de la zona de confort. Siempre estoy cambiando, pero no es solo que me esté yendo de lugares.

—Ahora que empezaste tu camino solista, ¿de qué manera cambió tu forma de componer?

—Sigo en la búsqueda que venía con Salvapantallas. Ahora que estoy sola empecé a flashear con la importancia del contexto geográfico de un músico. Es verdad que hay música global, pero muchos artistas siguen su contexto y tradiciones. Estuve escuchando a artistas como Jorge Drexler y Natalia Lafourcade, que tienen esa búsqueda latina, y mi búsqueda se acerca más a lo orgánico latino y al personaje que está cantando solo. Esa soledad trae días de tristeza, e incluso en este disco hay canciones en las que grité como nunca. Canto distinto y cuento verdades mías que no dije. Sin ser un disco latino, se siente el candombe, el tango y hasta un bossa. Me gustaría ser una voz que responda a la región. Quiero ser una voz latinoamericana, que también pueda cantar canciones de Atahualpa Yupanqui o Natalia Lafourcade. Sé que lo urbano es lo que mueve los números, pero a mí me mueven las canciones y y la simpleza de algunas instrumentaciones.

—Empezaste haciendo covers con Salvapantallas y luego llegó la composición. ¿Cómo recordás el momento de lanzarte a componer?

—Ahí vuelve la frase: “Siempre me estoy yendo” y el salir de la zona de confort. Con Salvapantallas empezamos con covers y sin querer se hicieron virales. Cuando estábamos tan cómodos en ese lugar, dijimos: “Bueno, vamos a hacer canciones propias”. Lo mismo me pasó cuando quería hacer canciones sola: yo sentí que me tenía que mover. Salvapantallas estaba en su mejor momento cuando decidimos ponerle un final. Eso habla de llegar a una zona de comodidad y decir: “Ahora me tengo que poner otro techo”. Yo necesito cambiar toda la estructura. Lo hice siempre y lo voy a seguir haciendo.

—El disco está grabado en Montevideo, bajo la producción de Juan Campodónico. ¿Qué te sedujo a grabar tu primer álbum solista acá?

—Ya he tenido contacto con Montevideo y he veraneado un montón de veces en Uruguay. Estoy enamorada del Cabo y de La Pedrera. Uruguay siempre me pareció un lugar con un mood que me gusta. Siempre he sido gran admiradora de sus cantautores, como El Príncipe y Drexler, y soy gran admiradora de Juan Campodónico porque él había producido varios discos que suenan mucho en casa. Entonces tenía muchas puertas que me conectaban con Uruguay. Quería irme a un país vecino y encontrar un ritmo que nutra el disco. En este caso es el candombe, pero Juan también tiene su cuota de tango. Eso me llamó de Uruguay y es una ciudad muy hermosa Montevideo. No sé si es que tienen la rambla, los atardeceres y el mate, pero la gente vibra lindo.

—¿Los días en Montevideo te inspiraron a componer?

—Re. Todas las mañanas me iba caminando al estudio, y todas las tardes me volvía al departamento que tenía, caminado por la rambla mirando el atardecer. Yo ya tenía las canciones compuestas, pero sí había algún hueco para escribir, y en estas vueltas de atardeceres me tiraba a escribir. Siempre veía a gente con mate, la playita y pasaba por la pista de skate. Terminaba quemada en el estudio, pero feliz. Anisaba ese momento de volver por la playa. Era hermoso. Terminé las canciones allá, mirando el agua.

—En la grabación del disco participaron músicos como Hugo Fattoruso, Martín Ibarburu, Gabriel Casacuberta y Nicolás Arnicho. ¿Qué sentís que le aportaron al sonido de las canciones?

—Cada uno que pasó puso su alma. Yo tenía estas canciones, que estaban hechas, pero eran una semillitas. Y ellos fueron regando las semillitas. Pasó Martín, pasó Hugo y se grabó los pianos de todo el disco. No hubiera llegado ni a palos al resultado que tenemos hoy si no hubiese sido por Juan y sus superamigos. Fue re lindo porque yo era la más joven del estudio y todos, que eran más grandes que yo y tenían mucha experiencia, se sumaron. Entró Hugo al estudio y dijo: “Qué lindas canciones. Vamos a tocar”. Era tan importante que los músicos tuvieran ganas de grabar en el disco, porque uno puede pedir un músico para una sesión pero es distinto si se genera algo mágico. Ahí se comprometen. Ellos pusieron parte de su alma en el disco y eso se nota.

—En el documental sobre la grabación del disco decís que te gustaría inspirar a alguna niña o adolescente para que agarre la guitarra. En estos días te han llegado numerosos videos con covers de "Ganas". ¿Sos consciente de que estás inspirando a la creación?

—Sí, obvio. Hay algo muy lindo que me está pasando y es que la música no tiene edades. Hay algo muy lindo que está pasando en el rango de los niños y madres, que no sé por qué se identifican con mi música. Eso me hace ser consciente de la responsabilidad que tengo. Hay gente que agarra la guitarra por alguna de mis canciones y eso me llama la atención. Me gusta ser mujer en este momento en la industria. No hice esto pensando en las madres y en los niños, lo hice pensando en mí, y que pegue en madres, niños, abuelas y adolescentes me parece re valioso.

—¿En qué momento te diste cuenta de que "Ganas" iba a ser la canción con la que ibas a inaugurar esta nueva etapa?

—En realidad pensé que iba a ser otro el simple, pero pasó esto de que la gente estaba en la casa por la cuarentena y es un momento muy introspectivo. También es un momento para estar bien, llorar, ver pelis en la cama y me parecía atinado decirlo ahora, que casi todos están en sus casas. Vi que las melodías entran y, como dijiste, me están mandado muchos videos de niños y de madres cantando la canción. Me parece muy loco que trascienda edades. Eso habla de que las melodías son digeribles.

—Incluso ya hay gente que se tatuó frases de la letra.

—Sí, ya me mandaron tres tatuajes. Cuando pasa eso es increíble. Con Salvapantallas me había pasado solo una vez, pero al tercer día de la canción vi tres. Me parece mucho, pero lo tomo con mucho cariño.

¿En qué parte del proceso del disco te encontrás ahora? 

—Ya estoy en el final. Me tiene que llegar el master en estos días, así que tengo esa cita pendiente conmigo. Escucharlo completo es una linda deuda que tengo.

Zoe Gotusso. Foto: Phresh.
Zoe Gotusso. Foto: Phresh.

—¿Con qué te gustaría encontrarte en el momento en que escuches el álbum completo por primera vez?  

—La verdad es que ya he escuchado las canciones separadas y cuando me llegue el master va a cambiar la calidad de audio, pero no las mezclas. Pero cuando completo y seguido en casa, lo único que espero, y estoy segura de que me va a pasar, es poder sonreírle al disco. Quiero poder decir: "He logrado lo que tenía en mente". Ya me pasa con "Ganas" y eso no es algo que pase siempre de cuando tenés la obra lista. Así que espero poder escuchar el disco y decir: "Qué hermoso". 

—En ese documental se escucha un fragmento de una canción, donde cantás “No llores, las flores vuelven a crecer”. ¿El disco está atravesado por el optimismo?

—Sí. Esa canción se llama “María” y es un bossa: (Canta) “María, no llores las flores vuelven a crecer”. Ese es un mensaje optimista y en el documental, cuando me preguntan qué quiero transmitir con el disco, yo dije: “Quiero fotografiar el optimismo”. Quiero llevar a las casas una linda energía. Me siento cómoda en las baladas y las canciones dulces porque son sentimientos que suman a las personas. Siempre pienso que las flores vuelven a crecer, y es una forma optimista de ver las cosas. Nunca pienso que la flor se pudrió, para mí siempre va a crecer más grande y más linda.

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