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Vuelta al rock que sigue latiendo

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Montevideo Rock
Fans listen to Uruguay's Peyote Asesino perform during the Montevideo Rock music festival in Montevideo, on December 2, 2017. / AFP / PABLO PORCIUNCULA URUGUAY-MUSIC-MONTEVIDEO ROCK URUGUAY-MUSIC-MONTEVIDEO ROCK
PABLO PORCIUNCULA/AFP

BALANCE 2017

Montevideo Rock fue el broche de oro a un año de mucho movimiento

Montevideo Rock
Montevideo Rock. Foto: AFP / Pablo Porciúncula

El año pasado, el balance de música nacional se enfocaba en la madurez del rock uruguayo con una serie de aniversarios de bandas importantes. Y este año el rock, aunque se sigue discutiendo sobre si es o no popular, volvió a acaparar la atención con diferentes hechos que marcaron el año. Maduro, curtido, gastado y por momentos olvidados, el rock de acá terminó 2017 con los brazos en alto, festejando la supervivencia y celebrando que hay un montón de gente nueva que quiere seguir haciendo música y también escuchándola.

Montevideo Rock fue una oportunidad fundamental para comprobar qué es lo que está pasando. En el mismo predio donde aquel festival sacudió a una juventud dormida en 1986, un desfile de bandas consagradas y algunas no tan masivas tuvo lugar en dos noches consecutivas, ante un público muy entusiasta. Para sorpresa de la mayoría, lo que abundó en la Rural del Prado durante el 1 y 2 de diciembre fueron adolescentes, chicos y chicas muy jóvenes que por primera vez tenían la oportunidad de ser parte de un evento de estas características. Esos mismos adolescentes y jóvenes fueron los que agotaron las 36.000 entradas disponibles (18.000 para cada día) en dos semanas.

Pero poco antes del Montevideo Rock, habían habido dos muestras grandes de esta popularidad del rock que, aunque se intente disimular o despreciar, sigue ahí, a la vista. Por un lado, el Antel Fest festejó sus 10 años en octubre con una edición en Piriápolis que, con La Vela Puerca y No Te Va Gustar encabezando la programación, tuvo un récord de convocatoria. Y por otro lado, hacia fines de ese mismo mes el rock volvió a Durazno, al mismo Parque de la Hispanidad donde los Pilsen Rock tuvieron lugar. Con entrada gratis y una grilla acotada que incluyó a varias bandas locales y emergentes, y a Pecho E Fierro, La Trampa y La Vela, 50.000 personas se reunieron para compartir una celebración que convocó, obviamente, a público de todo el país.

Además, el último disco de No Te Va Gustar, Suenan las alarmas, fue Disco de Oro por sus ventas (o sea, más de 2.000 copias), y los más recientes trabajos de La Vela, La Trampa, Cuarteto de Nos y Once Tiros figuran en las listas de los más vendidos de los últimos meses, según la Cámara Uruguaya del Disco. A esto se le suma un dato bastante llamativo: en la lista de los más vendidos del mes pasado del Palacio de la Música, el quinto álbum más vendido es la flamante edición en vinilo del Montevideo agoniza de Traidores. Ahí se refleja una moda que tiene que ver con el vinilo, pero también una realidad vinculada a que al rock se le podrá dar palo y se le podrá poner fecha de caducidad, pero siempre hay una nueva generación lista para inyectarle energía.

Tres momentos de un año rockero

RECITALES

La vuelta de La Trampa

La repercusión que tuvo el anuncio hecho el año pasado, daba cuenta de la importancia que 10 años después de su última presentación, seguía teniendo la banda de Garo Arakelian y Alejandro Spuntone. Después, las cinco noches con entradas agotadas en el Teatro de Verano se convirtieron en un todo un acontecimiento para el rock nacional en 2017. Cerca de 15.000 personas disfrutaron de un regreso que vino con un par de canciones nuevas, y que acaba de llegar a disquerías editado en formato de doble CD y de DVD. Después de los Teatros de Verano, La Trampa (con Irvin Carballo en batería y Carlos Ráfols en bajo), dio varios conciertos en el interior y fue parte de la reciente edición de Montevideo Rock. La banda está viva.

DE LIBROS Y CHARLAS

El rock fue tema de conversación

La música nacional en general y el rock en particular estuvieron muy presentes este año en las librerías, con diferentes títulos que tuvieron que ver con bandas y solistas. Se editaron una biografía no oficial de La Trampa para acompañar el regreso a los escenarios; una biografía de Jaime Roos y recientemente una serie de conversaciones con Mandrake Wolf, por ejemplo; y Estuario inauguró su colección Discos con libros dedicados a Tango que me hiciste mal de Estómagos, Caída libre de La Trampa y Otra Navidad en las trincheras, del Cuarteto. Además, hubo a lo largo del año varias charlas de rock en diferentes espacios de la ciudad y con músicos involucrados, y un público interesado en conocer y discutir sobre el tema.

PREMIOS

La consagración de Once Tiros

Once Tiros decidió trabajar sin sello, sin productor y en la independencia absoluta, al amparo solamente del grupo y la historia. Y entre cambio de manager y la salida de uno de sus guitarristas, la banda pudo disfrutar de un montón de alegrías de la mano de Bunker, el disco editado el año pasado y que es de lo más rockero que han hecho hasta ahora. Hubo una presentación en el Teatro de Verano con entradas prácticamente agotadas, muchos conciertos en el año siempre con buena convocatoria, y cuatro premios Graffiti que los coronaron. En la ceremonia, Pablo Silvera y su equipo ganaron por mejor álbum de rock y blues, mejor dúo o banda del año y álbum del año, tanto en la votación del jurado como en la del público que los acompaña.

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