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Una joya de la música uruguaya que resurgió 20 años después y reunió a Los Pusilánimes

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Los Pusilánimes. Foto: Difusión.

AGENDA CULTURAL

El disco "Criaturas musicales" se grabó en 1998 pero recién se publicó en 2021. Ese rescate marcó el regreso del sexteto, que este martes se presenta en el Teatro Solís.

Todo empezó con una cadena de mails. Habían pasado más de 20 años desde la última vez que Los Pusilánimes —el sexteto formado por Hugo Fattoruso, Diego Ebbeler, Carlos Quintana, Popo Romano, Gustavo Etchenique y Walter “Nego” Haedo— subió a un escenario, pero el rescate de una joya que parecía perdida estimuló el reencuentro.

Se trata de Criaturas musicales, un álbum trunco que se grabó en 1998 pero que permaneció inédito hasta mediados del año pasado, cuando aterrizó en la plataforma Bandcamp. “El hallazgo nos sorprendió porque habíamos dado por muerto al disco”, admite el guitarrista Quintana sobre el resurgimiento de aquel trabajo. Fue producido por el estadounidense Neil Weiss, director del sello Big World Music y responsable de clásicos como los volúmenes de Montevideo de Ruben Rada; y Homework de Fattoruso.

“Neil hizo la gestión, desapareció y el álbum no se terminó, pero (el sonidista) Luis Restuccia me envió las mezclas de referencia de esa época, Neil lo editó en forma digital y eso nos encendió la chispa de volver a tocar”.

Y gracias al relanzamiento de Criaturas musicales —una notable fusión entre elementos del jazz, el rock, el candombe y hasta el tango— es que Los Pusilánimes celebrarán su regreso con un recital en el Teatro Solís. La cita es hoy a las 20.30 y promete; entradas en Tickantel.

“Vamos a reencontarnos con una experiencia fuertísima en nuestra carrera musical”, dice el bajista Popo Romano sobre el grupo que formaron, a inicios de los noventa, los músicos que acompañaron a Jaime Roos en la gira nacional A las 10.

Al igual que La Escuelita, que en 1990 lanzó el disco Ahora sí!, Los Pusilánimes edificaron parte de su repertorio mientras tocaban con el autor de “Durazno y Convención”. “Aprovechábamos todas las pruebas de sonido para pasar los temas de Los Pusilánimes”, evoca Quintana.

En 1991 lanzaron su álbum debut Qué suerte!, que si bien “no tuvo ningún hit”, como aclara Romano, logró acercarlos a un público de prestigiosos músicos —Fito Páez, por ejemplo, los nombra en el documental Fattoruso, y Criaturas musicales fue grabado en Circo Beat, el estudio del rosarino— y de unos cuantos amantes de la música popular uruguaya.

“En Los Pusilánimes también estaba esa cosa de diversión y de reírse constantemente, que hace que el ambiente para el regreso sea una fiesta”, agrega Quintana.

Ese ambiente lúdico y experimental se traslada a canciones como “ogu H”, “ C rr o d l P no” y “Correo del pino” —“Este disco se está poniendo cada vez más raro”, escribía, con razón, Quintana en el cassette de Qué suerte!—, que termina de completarse con la admiración compartida entre los integrantes.

“Es un honor tocar con el otro y siento la misma alegría que hace 25 años por tocar con el resto; lo mismo le pasa a todos”, dice el guitarrista. Y mientras Romano y Quintana dialogan con El País, uno ya se puede imaginar al sexteto en el escenario, sonriendo y celebrando los solos de cada compañero. “Cuando pienso en el recital del Solís, se produce adentro mío una ebullición volcánica impresionante”, enfatiza el bajista.

Quintana sugiere que este encuentro podría ser el inicio de una nueva etapa del grupo. “Si bien estamos satisfechos con Criaturas musicales, nos da un poco de pena que no se haya podido terminar en las mejores condiciones, pero tal vez la experiencia en el Solís nos abra la posibilidad de hacer cosas nuevas”. Habrá que ver qué sucede.

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