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Nicki Nicole en Antel Arena: la noche que selló su amor con Uruguay y el regalo de una fan que la sorprendió

La cantante argentina Nicki Nicole se presentó este sábado en Montevideo. Crónica del show en el que repasó sus éxitos, saldó una deuda y terminó envuelta en la bandera uruguaya.

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Show de Nicki Nicole en el Antel Arena, 14 de octubre de 2023.
Foto: Juan Manuel Ramos

De repente, el Antel Arena es una noche estrellada y brillante. Nicki Nicole le pide a su público, ese que casi llena el lugar para su primer show en solitario de este lado del Río de la Plata, que encienda los flashes y la acompañe en su canción más emocional. Esa canción, dice, que hizo la diferencia en su camino como artista. El lugar responde como si acatara una orden y todo empieza a resplandecer. En el medio del escenario, los ojos de la cantante argentina centellean a la par, como si la emoción estuviera a punto de desbordarla. Entonces “Plegarias”, como en cada parada de su nueva gira, se convierte en un ritual: todo su repertorio transita lo romántico, a veces lo erótico, pero cada tanto se planta en un mensaje que los fanáticos entienden propio. Esa minúscula rosarina les habla directamente y ellos lo saben, porque así se siente el vínculo con un ídolo generacional.

Nicki Nicole, rosarina, 23 años, una de las cantantes sudamericanas más escuchadas del mundo, llegó este sábado a Uruguay para presentar Alma, su tercer disco de estudio, y para resolver un pendiente. Había pasado por escenarios locales como invitada de No Te Va Gustar y número central del festival America Rockstars 2022, pero no había podido, todavía, dar su espectáculo individual completo. Lo concretó, y cumplió con creces.

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La cantante argentina presentó su disco "Alma" en Uruguay.
Foto: Juan Manuel Ramos

Trajo a Montevideo un recital conceptual que está basado en una estructura de triángulo, esa que condensa la consigna de Alma y que se materializa en un gesto de manos, los índices y los pulgares pegados y abiertos en forma piramidal. Una línea representa el corazón, la otra la mente, la otra el alma. O lo que es lo mismo: ese símbolo es el mensaje esencial de Nicki Nicole, la transparencia ante todo.

Vestida de un blanco inocente, con una pisada que la ubica justo entre la contundencia y la ternura, el show de Nicki Nicole se apoyó en dos músicos que cubrieron guitarra, bajo, teclado y programaciones, y ocho bailarines que llenaron el espacio de movimientos como vibraciones, como espasmos.

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Ocho bailarines y dos músicos la acompañaron en el escenario.
Foto: Juan Manuel Ramos

Fueron todo el respaldo necesario para sostener una hora y 45 minutos de canciones que cubrieron un camino acelerado, tres discos de estudio, una cantidad de featurings. “Tiene mi alma”, “Colocao”, “No voy a llorar”, “Marisola” —que terminó con un pequeño incendio accidental por las chispas de unos fuegos artificiales; se controló enseguida—, “Dispara” y “Qué le pasa conmigo” fueron algunas de las 26 piezas de una cadena de melodías y ritmos sobre los que la voz de Nicki Nicole se mostró limpia y solvente, cada tanto interrumpida por una risa pícara, esa que responde a los nervios o a una incontrolable felicidad.

Estrenó la inédita “Enamorate” que grabó con su colega Bad Gyal, agradeció el respeto con el que se recibió en vivo “Mamichula” —el hit que en su momento grabó con Trueno, su ahora exnovio— y, justo como lo indicaba su itinerario, aprovechó la cumbia “Otra noche” para bajar a cantar con el público.

Cumplió con cada paso de un espectáculo aceitado (ya lo hizo cuatro veces en el Movistar Arena de Buenos Aires, le quedan por delante dos más, y otras fechas de la gira), pero también se abrió hacia lo espontáneo, porque de eso se trata su búsqueda. De lo genuino, de la autenticidad.

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Nicki Nicole dejó en claro que su mensaje es la autenticidad.
Foto: Juan Manuel Ramos

Así, se dejó seducir por la intriga de uno de los carteles que le prometía un regalo, y se sorprendió al recibir una campera negra, el nombre de su disco estampado en el medio de una espalda llena de brillos. La lució un buen rato y poco importó que la prenda contrastara drásticamente con la tonalidad inmaculada de todas sus ropas. Más tarde subió a tres fanáticas al escenario —una, la que le hizo el obsequio—, se envolvió en una bandera de Uruguay repleta de mensajes para ella, entregó el micrófono, concedió abrazos.

Al final, cuando la lluvia de papelitos inundaba el suelo y el beat de “Caen las estrellas” hacía saltar a una audiencia juvenil, Nicki Nicole, todavía envuelta en la bandera uruguaya, todo sonrisa y alegría, dijo que todo aquello, lo emocionante y lo divertido, lo planeado y lo inesperado, había sido inolvidable. “Gracias por estar acá y por regalarme una de las noches más lindas de mi vida”, soltó, y la correspondencia se sintió hasta el último aplauso.

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El recital tuvo de todo, desde emociones a mucho baile.
Foto: Juan Manuel Ramos

El encuentro previo con sus fanáticas

Antes del show, Nicki Nicole compartió algunos minutos con las fanáticas que accedieron al meet and greet, esa instancia en la que algunos privilegiados pueden conocer a su ídolo, intercambiar palabras y sacarse una foto. De esa instancia fueron parte Andrea y Camila, las ganadoras del sorteo realizado en exclusiva para socios de Club El País y que también les permitió vivir la experiencia del recital.

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Meet and greet de Nicki Nicole con las ganadoras del sorteo de Club El País.

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