Miguel Mateos en Uruguay: los 40 años de la “epopeya” de "Rockas Vivas", el disco en vivo que hizo historia

El 1° de octubre, el músico argentino llegará al Auditorio Nacional del Sodre para presentar la gira "Retrospectiva", donde repasa lo mejor de la época que va de 1981 a 1985. Sobre eso, esta entrevista.

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Miguel Mateos.
Foto: Alejandro Palacios.

"Cuando me confirmaron la fecha, me llenó de alegría”, asegura Miguel Mateos. “Y te lo digo sinceramente: tengo recuerdos entrañables del público uruguayo, pero por h o por b hace mucho que no nos vemos. Así que espero volver a encontrarme con esa energía que los caracteriza”.

El reencuentro será el miércoles 1° de octubre en el Auditorio Nacional del Sodre, donde el argentino presentará Retrospectiva, la gira que inauguró en julio para celebrar los 40 años de Rockas Vivas, el histórico álbum en vivo registrado en el Teatro Coliseo de Buenos Aires. El repertorio gira en torno a ese hito y recorre el período 1981-1985, años en los que, junto a la banda Zas, publicó cuatro discos y registró clásicos del rock argentino como “Tirá para arriba”, “Perdiendo el control”, “Va por vos” y “Un poco de satisfacción”.

Pero ese es apenas el primer capítulo. La historia continuó en 1986 con Solos en América —grabado en Los Ángeles y convertido en pasaporte a la expansión continental— y, un año después, con Atado a un sentimiento. “Cuando toco en Córdoba me piden que haga temas como ‘Bar Imperio’, que es del ‘98, pero les digo: ‘¡No puedo! Va hasta el ‘85’”, cuenta entre risas. “Pero como sé que no estoy en Montevideo hace tiempo, el show va más ampliado. Y como sé que el público uruguayo ha hecho propias canciones de Solos en América y Obsesión, también las vamos a incluir. Va a ser un show muy especial”, promete.

Las entradas están a la venta en Tickantel, y los precios van de 1650 a 4450 pesos. Los socios de Club El País tienen 2x1.

La gira Retrospectiva arrancó en julio en el Movistar Arena de Buenos Aires y ya recorrió varias ciudades argentinas. Mateos habla de la experiencia con entusiasmo contenido: “Estamos muy ajetreados, trabajando a full, pero cada show tiene algo especial. Esas canciones nacieron en un momento muy particular de Argentina, con esa patética y asesina dictadura que duró siete años. Eso le dio un peso y una intensidad que todavía se sienten”, explica.

El disco Huevos, de 1983, es uno de los más potentes en ese sentido. Canciones como “Un gato en la ciudad”, “En la cocina, huevos” y “Un poco de satisfacción” condensan la esencia de su obra: riffs que cortan como bisturíes, fraseos cargados de rabia contenida y estribillos memorables, sin sacrificar la densidad de las letras. Cada tema funciona a la vez como hit radial y como testimonio de su tiempo, capaz de combinar la urgencia del rock con la conciencia social.

Un poco de satisfacción” aborda la herida abierta de la Guerra de Malvinas y la expectativa de la democracia que asomaba: “Quiero votar un presidente, / Quiero un país diferente, / No banco más tanto dolor, / Esta ciudad está llena de heridas de amor”.

Por su parte, “Un gato en la ciudad” construye un relato urbano y nocturno que capta la opresión cotidiana de la dictadura, pero también la rebeldía incontenible de quienes buscaban vivir y sentir con intensidad: “Un gato en la ciudad, / Hay muchos sin dirección, / Y después preguntan por qué, / La juventud ama solo el rock and roll”.

En la cocina, huevos” es el golpe definitivo: un estallido de crítica y humor, una respuesta a la decisión de las radios de pasar música argentina en vez de en inglés como reacción a la Guerra de Malvinas: “Si pasan música nacional, / No es que se hayan dado cuenta, / Que la cultura de un país, / Está en su gente”. El cierre se convierte en un llamado de atención persistente y desafiante: “En la cocina hacen falta huevos, / No quiero más violencia, / Quiero energía, más inteligencia”.

Al año siguiente, Zas logró la consagración con Tengo que parar, el disco que incluía “Tirá para arriba”, su canción emblema, un canto luminoso al nuevo comienzo de Argentina. Para celebrar el éxito del disco, que también tuvo a “Tengo que parar” como hit y los llevó a agotar dos shows en el Estadio Obras, desde Sazam Records —el sello en el que trabajaba— le propusieron grabar un álbum en vivo, registrado durante los cuatro shows de Zas en el Teatro Coliseo de Buenos Aires.

“Grabar un disco en vivo en nuestras latitudes fue una epopeya”, asegura al recordar aquella experiencia. “Tuvimos un montón de problemas técnicos, y por eso Rockas Vivas solo tiene ocho canciones: son las que pudimos rescatar”, comenta. Por eso, la apertura del disco tiene a “Perdiendo el control”, grabada en estudio. “Es delirante pensar que lo hicimos solo en ocho pistas y con los gritos del público colándose por todos los micrófonos. Y aun así, ese disco de hace 40 años, por alguna razón que todavía no podemos explicar, tuvo la repercusión que tuvo y sigue estando en el corazón de la gente”, concluye.

Rockas Vivas fue, hasta la salida de El amor después del amor (de Fito Páez), el disco más vendido de la historia del rock argentino. Además de unificar lo mejor de los primeros tres álbumes de Zas, refleja la energía implacable de la banda en vivo. La voz de Mateos se vuelve aún más intensa; canciones como “Tirá para arriba”, “Solo una noche más” y “Extra, extra” se aceleran y se vuelven más arrolladoras con el impulso de la audiencia, que no solo corea las letras, obliga a detener una de las canciones cuando alguien cae al foso del escenario. Incluso hay lugar para la improvisación y desarrollos instrumentales que, según Mateos, aportan un clima de jam session.

El éxito del disco los llevó a agotar cuatro funciones en el Luna Park y marcó su expansión internacional. En 1986, la banda cruzó por primera vez la frontera para tocar en Chile, Perú y Uruguay. Acá llegaron en octubre de ese año. El show estaba previsto en el Centenario, pero la lluvia obligó a trasladarlo al Cilindro Municipal. “Pensé que con los shows del Luna había tocado el techo, pero cruzamos el charco y me encontré con un público enfurecido, entregado y conocedor de las canciones”, recuerda. “Fue el inicio del idilio con Uruguay”.

En aquel show del Cilindro, que se transmitió por FM Independencia y puede encontrarse en la web, Mateos y Zas se sorprendiero al ver que la gente cantaba varias canciones del recién salido Solos en América, la expansión definitiva del grupo por Latinoamérica, que los convirtió en referentes junto a Soda Stereo, Charly García y Los Enanitos Verdes. “Fue una incursión maravillosa, porque con ese disco la subida fue vertiginosa. Se hizo todo a pulmón y fue un desafío hacerle entender a un colombiano o a un mexicano qué significaban canciones como ‘Un gato en la ciudad’ o ‘Extra, extra’, pero logramos ser parte del movimiento llamado Rock en tu Idioma, que dio paso a una movida de música latina que sigue viva hasta hoy”, comenta.

Ahora, esa época se va a celebrar en el Auditorio Nacional del Sodre.

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