ENTREVISTA

Florián Fernández Capello está inmerso en la música desde que nació. Cuando tenía dos meses acompañó a su padre, Vicentico, en la gira que Los Fabulosos Cadillacs ofrecieron por Europa. Es el bebé que Debbie Harry saluda con ternura en el videoclip de la versión ska de “Strawberry Fields Forever” que los argentinos grabaron en 1995, y su debut en un estudio de grabación quedó registrado en Fabulosos Calavera. El también hijo de Valeria Bertuccelli tenía dos años cuando grabó los coros de “Niño Diamante”, esa joya de aires jazzeros donde Vicentico pide “serenidad para mirarte y verte crecer cada vez más”.

“Tengo una relación de mucha pasión con la música porque es lo que más me mueve, pero a veces me cuestiono cosas en relación a eso: es rara la sensación de hacer algo que no te acordás bien cuándo elegiste”, le comenta a El País el músico que en 2008, y con 13 años, subía a cada escenario de la gira de Los Cadillacs para tocar versiones de The Clash y de los Dead Kennedys junto a la banda de su padre.

La historia de Florián es una de las más llamativas de la nueva escena argentina. Cuando se lanzó como solista en 2019 con “TKM”, una irresistible carta de presentación de aires electropop, ya contaba con toda una vida de escenarios y canciones. Además de incorporarse como miembro oficial de Los Cadillacs para la grabación de la ópera rock La salvación de Solo y Juan (2016) y la gira latinoamericana, Florián pasó por Callate Mark, un cuarteto de personalidad punk rock que llegó a publicar dos discos.

“Cuando decidí salir con un tema mío por primera vez fue un momento de sentimientos encontrados”, asegura. “Lo predominante fue el entusiasmo de empezar a hacer lo que me gustaba, pero también sentí muchísimo temor porque venía de estar en una banda donde estaba más escondido. Pero, al final, fue muy lindo darme cuenta de que lo necesitaba”.

“TKM”, que publicó de manera independiente, recibió una respuesta cálida y fue el inicio de un camino que continuó con canciones como “Llorón”, “Mi amor se fue” (grabado con Zoe Gotusso) y “Lejos de mí”, que le permitieron despegarse de su etapa Cadillac y lo ayudaron a descubrir su voz. “Este es el principio de todo, pero siento que uno va logrando pequeños triunfos que hacen que todo esto valga la pena”, asegura.

Tras esos primeros y prometedores pasos, a finales de noviembre el argentino de 26 años lanzó, a través de Sony Music Argentina, X AMOR, su debut solista. Y si en canciones como “TKM” y “Llorón” se había animado a mostrarse reflexivo, esta colección de ocho canciones redobla la apuesta: nunca antes se había mostrado tan vulnerable. Se trata de un cálido álbum construido en torno a la fragilidad emocional. “Me salió escribir así y sentí que era el momento de contar en un disco las cosas que me pasan, que me interpelan y que me muestra como soy”, relata.

Sobre la combinación de elementos electrónicos con una cálida instrumentación orgánica, Florián grabó un disco tan analítico como una sesión de terapia. “Ahora entiendo porque soy tan cuidadoso, / De chiquito conocí la oscuridad, / Es por eso que hace años me rescato para no estar mal”, canta en “Todo a cambio”. “Le tengo miedo a lo desconocido y a no saber qué nos puede pasar”, admite en “Tengo miedo”.

“X AMOR es una oportunidad de desafiarme para crecer”, dice. Y el resultado lo demuestra: Florián ya encontró su voz.