John Lennon compuso “Now and Then” en el piano del Dakota, su hogar de Nueva York, sin saber que le estaba dando forma a la última canción de los Beatles. Tampoco imaginaba —nadie lo imaginaba— que tres años después iba a ser asesinado en la puerta de ese edificio. En ese entonces era 1977 y, como bien describió luego en “Watching the Wheels”, todo era calma. Se había reconciliado con Yoko Ono, su hijo Sean ya tenía dos años —la misma edad que Rock’n’ Roll, su último disco hasta el momento— y había decidido alejarse de la vida pública. Sin embargo, la música seguía.
“Siempre hubo una idea de que mi padre dejó de hacer música por un tiempo para criarme, lo cual es parcialmente verdad en términos de no salir de gira ni cumplir con las obligaciones de los sellos”, relató días atrás el propio Sean. “Pero en realidad siempre estaba tocando, haciendo demos y grabando canciones en cassettes”. Alcanza con meterse en YouTube para encontrar varios álbumes pirata con al menos 20 de esos demos. La calidad de sonido es, en varios de ellos, rudimentaria; en algunas se oía la televisión de fondo.
Años después, en 1994, los tres exbeatles vivos —Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr— se reunieron para saldar la mayor deuda con su pasado: reconstruirlo como merecían. Así surgió Anthology, un colosal proyecto que consistió en un documental de 11 horas y media, un libro de 1200 imágenes y seis discos repletos de rarezas y tomas descartadas. Era un acontecimiento, pero todavía faltaba una sorpresa: Yoko había guardado un puñado de canciones incompletas que había dejado John, y se las entregó a los otros Beatles.
Los cassettes incluían “Free as a Bird”, “Real Love” y “Now and Then”, los tres temas que inspirarían el canto final de los Beatles. Era la primera vez desde 1981 —con “All Those Years Ago”, su emotivo homenaje al recién fallecido Lennon— que los tres músicos se reunían en un estudio.
Bajo la producción de Jeff Lynne, de Electric Light Orchestra, restauraron las cintas caseras, les agregaron instrumentos y coros y le aportaron esa identidad beatle que se volvió símbolo de excelencia. Solo terminaron las primeras dos; la tercera quedó en el archivo.
“Hicimos ‘Free as a Bird’ y “Real Love’, y empezamos a trabajar en otra, pero George se bajó”, reveló McCartney en 2012 para un documental sobre la vida de Jeff Lyne. “Es una fucking basura’, decía, y yo le respondía: ‘No, George, es una canción de John’, pero él insistía con que era una basura, así que quedó inconclusa. Algún día me voy a juntar con Jeff para terminarla”, prometió.
Lynne llegó a decir que, a diferencia de las otras dos, a “Now and Then” le dedicaron apenas una tarde antes de descartarla. “A George no le gustaba y como los Beatles son una democracia, no la hicimos”, declaró McCartney en 1997 ante la insistencia de los fans decepcionados.
Es que cada uno de los tres volúmenes de los discos dobles de Anthology iba a abrir con una canción nueva. El primero, de 1995, se acompañó de “Free as a Bird”, que llegó al número seis en las listas de éxitos de Estados Unidos; y el segundo, de 1996, disparó a “Real Love” al número 11. El tercero, de ese año, tendría que haber incluido “Now and Then”, pero en su lugar se lanzó “A Beginning”, una pieza instrumental de 49 segundos cuyo título era un guiño con la última del álbum: “The End”. Fue una desilusión.
“Now and Then” se convirtió en el eslabón perdido de la discografía beatle y hubo que esperarla casi 30 años. En junio McCartney sorprendió al revelarle a la BBC que “la última canción” del grupo se publicaría antes de fin de año. “Logramos captar la voz de John y purificarla gracias a la Inteligencia Artificial para mezclar la grabación”, contó.
El mayor problema de “Now and Then” era que, en el demo grabado en el Dakota, el piano se comía la voz de Lennon, y al menos en 1995 no existía una tecnología capaz de separarlo. Pero en 2022, luego del estreno del documental The Beatles: Get Back, la historia cambió. El director Peter Jackson y su equipo desarrollaron un tipo de IA que podía aislar los instrumentos de los músicos y sus voces en medio de conversaciones, lo aplicaron al tema de Lennon, y fue un éxito. “Ahí estaba la voz de John, clara como el cristal. Fue bastante emotivo”, dijo Paul el minidocumental que acompaña al tema. “Fue lo más cerca que estaremos de tenerlo de vuelta en la misma habitación”, sumó Ringo.
Así, el siguiente paso era completar la pieza. “Paul me llamó y me dijo que quería trabajar en ‘Now and Then’. Él puso el bajo y yo puse la batería”, contó Starr. Se mantuvieron las partes de guitarra que Harrison había grabado aquella tarde de 1995, y se le sumaron los elementos necesarios para que sonara a canción beatle. Lo primero fueron los arreglos de cuerda —que se grabaron en Estados Unidos; Paul le ocultó a los músicos que era un tema del grupo—, luego se le sumó un solo de guitarra slide que McCartney tocó en homenaje al sonido que cultivó Harrison y, finalmente, llegaron los coros.
Para hacerlos más efectivos, se usaron fragmentos de “Here, There and Everywhere”, “Eleanor Rigby” y “Because”. Entonces, dijo McCartney, se convirtió en un tema beatle.
Finalmente el jueves, a 46 años de que Lennon la cantara por primera vez, “Now and Then” vio la luz. Y el resultado es profundamente conmovedor. Escuchar a Paul y Ringo, uno de 81 y el otro de 83 años, cantar junto a aquel John de 37 la frase “Ahora y entonces te extraño, / Ahora y entonces quiero que estés ahí para mí”, es un encantador homenaje a su amistad y suena como el cierre ideal para el repertorio de los británicos.
Si se trata de círculos que se completan, “Now and Then” se publica, además, 60 después de Please Please Me, su debut. Y por si fuese poco sale unos días después de Hackney Diamonds, lo nuevo de los Rolling Stones. ¿Cuántas veces más vamos a poder decir que tenemos estrenos de ambos grupos? Es 2023 y la realeza del rock sigue haciendo historia.
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Así como Anthology en los noventa y la reedición de toda la discografía beatle en 2009 despertaron dos grandes oleadas de nuevos fanáticos, la publicación de “Now and Then” es una buena excusa para descubrir el repertorio del grupo.
En Spotify, la canción debutó en el puesto 42 de las más escuchadas de la plataforma en el mundo, mientras que su video —que dirige Peter Jackson y es un emotivo diálogo entre varias épocas de la banda—, llegó al sexto puesto en las tendencias de YouTube.
Aprovechando la atención mediática en torno al grupo, el viernes se reeditarán las recopilaciones The Beatles 1963-1966 y The Beatles 1967-1970, conocidos como los discos rojos y azules, en ediciones extendidas. En total serán 68 greatest hits, y 36 vendrán acompañados de nueva mezcla. Ese es el caso de “Love Me Do”, el single debut del grupo, que se editó como cara B de “Now and Then”, y permite apreciar nuevos detalles.
Pero no solo del pasado vive la banda. El 13 de octubre, Ringo Starr lanzó Rewind Forward, su nuevo EP, que incluye cuatro temas inéditos. Entre ellos está “Feeling the Sunlight”, compuesta por Paul McCartney.
El bajista, por su parte, llegará a Latinoamérica en unos días con su nueva gira, Got Back, que se celebra su reencuentro con el público tras la pandemia. El 14 y el 16 actuará en Ciudad de México, y entre el 30 de noviembre y el 16 de diciembre, ofrecerá ocho conciertos agotados en Brasil.
Como se vio en Uruguay en sus actuaciones del Estadio Centenario en 2012 y 2014, McCartney girará con un extenso repertorio que resume lo más popular de su obra. Son 39 canciones y la lista incluye éxitos como “Can’t Buy Me Love”, “Let It Be”, “Hey Jude” y “Something”. Lo mejor, como siempre, llega al final con el último tramo del disco Abbey Road. Un clásico.
Por otra parte, en librerías uruguayas se vende 1964, los ojos de la tormenta (Libuarak, 4590 pesos), un libro de fotografías que McCartney tomó durante el primer año de la Beatlemanía. Incluye un montón de imágenes inéditas de sus compañeros y de su entonces mánager Brian Epstein, y reflexiones del músico sobre aquella época de descubrimientos.