ENTREVISTA

nicolás lauber

El maestro suizo Nicolás Rauss fue designado como el nuevo director de la Orquesta Sinfónica del Sodre, un cargo que reconoce “es agarrar una papa caliente” pero se siente confiado en lograrla “enfriar”. Por ahora, Rauss va a cumplir un compromiso asumido con la Ossodre: dirigirla, sábado (20.00) y domingo (17.00), en la Novena Sinfonía de Beethoven. Después vuelve a Canadá, donde dirige su último concierto antes de, en febrero, instalarse en Uruguay. Rauss le contó a El País, algo de lo que espera en el cargo.

—Uruguay es un país muy cercano para usted.

—Sí, por supuesto. Hasta tuve una casa acá hasta 2011. Vendí pero siempre vuelvo dos o tres veces por año a Uruguay porque es el lugar de encuentro con mis hijos. Tengo dos que son uruguayos, una vive en Suiza y los otros en Mendoza, y el lugar de reencuentro es en la costa en Pascuas.

—Sabe que viene a agarrar una papa caliente con la Ossodre.

—Eso me han dicho, espero que la logremos enfriar con el tiempo. No me quiero quemar.

—Diego Naser y Stefan Lano, los anteriores directores hablaron de rispideces con los integrantes de la orquesta debido a tiempos de ensayo y descansos. ¿Cómo encararía ese tema?

—Como cualquier orquesta, la Ossodre tiene un funcionamiento que voy a respetar. Quisiera conciliar, escuchar a todo el mundo y tratar de que nos entendamos para hacer música. He oído que hubo rispideces, pero creo que fue una cosa puntual. En todo caso, soy más bien conciliador y quiero que nos encontremos en el arte. Así de simple y creo que se puede, aunque no puedo asegurar que no me va a pasar lo que a los anteriores directores. Yo vengo para allanar las cosas y acordar con los músicos. Soy suizo: quiero acordar.

—Tengo que preguntárselo: ¿ya pensó una programación para 2023?

—Sí, pero no espere que le cuente.

—Por lo menos cuénteme si piensa enfocarse en autores, épocas, géneros.

—Es que los autores por los que me gustaría ir, capaz que no son los mejores para este momento. Creo que después del covid tenemos que dar las cosas más esenciales del repertorio. Muchas veces doy por fuera de ese repertorio, pero creo que hoy hay que ir por las autopistas por las grandes cosas. Por eso mis gustos personales van a tener que pasar a un segundo plano, por lo menos en el primer año.

—O sea que va a ser una temporada de obras conocidas...

—Vamos a tratar de ser atractivos. No vendidos, atractivos. Vamos a tener esa preocupación de interesar al público para tenderle un brazo y que se acerquen. Creo que el año próximo de mis gustos no se van a ver tanto, porque me gustan compositores un tanto excéntricos.

—¿Por ejemplo?

—Bohuslav Martinù que es un compositor checo formidable pero al que si lo pongo en el afiche no viene nadie, pero la gente que venga va a salir feliz porque es rítmico, lindo, poético y placentero. Pero en este primer año vamos a andar por Tchaikovsky, Verdi, Beethoven, Mozart.

—Los que siempre convocan.

—Sí, pero no es por una cuestión de seguridad. Queremos tenderle una mano al público después del covid, queremos sentir que estamos con ellos.

—Igual, se dice que la Ossodre tiene un público fiel.

—Parece que últimamente no tanto, pero creo que puede ser una cuestión posterior al covid. Todos en el Sodre, hasta las máximas autoridades, están preocupados por eso, así que en ese sentido tenemos un diagnóstico parecido. Por eso los gustos de uno no siempre pasan primero porque tenemos que trabajar para que haya actividad.

—Por su profesión, usted viaje todo el tiempo. ¿Cómo vivió el covid?

—Muy mal. Hay gente que en las redes sociales dicen que se reinventó, yo no pude. Para mí fue triste. Lo único bueno es que empecé a orquestar piezas de piano del compositor chileno que hicismo con la Orquesta de Cámara de Chile.

—En lo conciertos del fin de semana explicará ciertas partes de la obra. ¿Eso será algo de su gestión o es algo puntual para la novena de Beethoven?

—Es compartir con el público cosas que no tiene por qué saber, y les quiero levantar el mantel para invitarlos a mirar que hay ahí abajo. Me gusta eso. Va a ser de manera sencilla, no va a ser algo serio, lo mismo que haría con un amigo cuando escucho un disco y le quiero comentar algo de lo que suena.