¿Meg Ryan se desnuda a los cuarenta? Esa parece ser la primera sorpresa de En carne viva, ‘thriller’ erótico dirigido por la neocelandesa Jane Campion que se estrena el próximo viernes en Montevideo. La excelente comediante de Cuando Harry conoció a Sally, Adictos al amor, Joe contra el volcán, Sintonía de amor y Tienes un e-mail, que ha sabido incursionar también en el cine dramático (Cuando un hombre ama a una mujer) aparece ahora involucrada en un asunto que combina sexo e intriga policial.
Sobre un guión de la propia directora Campion, inspirado en una novela de Susanna Moore publicada en 1997, En carne viva cuenta la historia de una profesora universitaria (Ryan) que se interna por las noches en los tugurios de Nueva York con la finalidad de recopilar términos de "slang" para un futuro diccionario de la lengua callejera. Una noche se comete un crimen en los alrededores, y Ryan reconoce en el policía que investiga el asunto (Mark Ruffalo) a alguien que vio flirteando con la víctima. Lo que sigue es previsible: Ryan comienza a sentirse atraída por Ruffalo, establece con él una relación con alto voltaje erótico, y también comienza a sospechar que pueda ser el asesino. Hay algunas sorpresas finales.
Nicole Kidman fue la primera opción de la directora Campion (La lección de piano, Retrato de una dama), pero la actriz no aceptó el papel aunque decidió desempeñarse como productora ejecutiva. Por su parte, Ryan tomó como un desafío personal la decisión de cambiar de imagen: ha dicho que estaba cansada de ser "la Goldie Hawn de su generación". También entiende que integra "la primera generación de mujeres a las que se les dijo que podían hacer lo que quisieran", y que "cuanto más avanzamos en la vida y en la profesión, más cosas queremos hacer".
Ryan considera que su aceptación de interpretar algunas escenas eróticas bastante crudas no constituye mero exhibicionismo. Explica que la historia requería de esas escenas. Y agrega: "Dicen que lo hago para que me tomen en serio como actriz, pero lo hago por mí misma, para despojarme de mis inhibiciones. Un actor trabaja con el cuerpo y no tiene que tener miedo de mostrarlo. Nicole Kidman se atrevió al desnudo en Ojos bien cerrados y no escandalizó a nadie. Confío en Jane. No hay actriz que no quiera trabajar con ella".
En todo caso, Campion se tomó muy en serio su trabajo: incluso llegó a desnudarse delante de sus actores para alentarlos en las escenas eróticas. Ryan explica: "Es verdad que hizo eso, y le dijimos que debía controlarse. Yo no estaba tan preocupada con esas escenas, porque ya participé en una telenovela en que estuve casi dos años en ropa interior".
El juicio crítico con respecto al film ha sido matizado, pero Ryan ha sido bien tratada por casi todos los opinantes. En el periódico norteamericano Chicago Sun Times, Roger Ebert sostiene que "Meg Ryan hace un trabajo tan efectivo al evocar a esta mujer solitaria hambrienta de sexo, que hubiera sido mejor seguir esa línea y no distraerla (a ella y al público) con la intriga criminal". Por su parte, el español Angel Fernández Santos, de El País de Madrid, habla de "un truculento ‘thriller’ en el que Meg Ryan desnuda su cuerpo y su talento", y da "un vuelco de imagen arriesgado y comprometido que la actriz saca adelante con valentía, sinceridad y talento". Con respecto a la directora Campion, Fernández Santos afirma que recupera "algunos rasgos del estupendo cine norteamericano de los años sesenta y setenta, y el buen pulso que sostuvo en Un ángel en mi mesa y La lección de piano, un comienzo que parecía ya irrecuperable". Actúan también en En carne viva Jennifer Jason Leigh y (en un breve papel) Kevin Bacon.