"Me pegaron en el corazón con lo que más duele"

| Hace 14 años el argentino Fabián Gómez se enfrentó al espejo y creó al personaje. Desde entonces comenzó una meteórica carrera artística que hoy convoca multitudes a los estadios. La fama también le trajo sinsabores y fuertes acusaciones, que lo llevaron a abandonar la televisión

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MAGDALENA HERRERA

Llegó por unos días a Montevideo desde su Córdoba natal donde la semana anterior había reunido a 45 mil personas en un estadio. Piñón Fijo no es simplemente un payaso, aunque así lo delate su disfraz. Tampoco es solamente un músico, cantante, mimo o actor, aunque en sus shows depliegue todas esas facetas. En Argentina se ha convertido en un fenómeno mediático al que siguen multitudes de niños y adultos casi en forma religiosa.

En el 2002, en gira por su país convocó a más de 800 mil personas. En el 2003, se metió Buenos Aires en su bolsillo cuando estrenó espectáculo en la calle Corrientes que debió repetir en 57 funciones para alrededor de 175 mil personas.

Claro que para entonces ya había llegado a la pantalla chica, con un programa que le dio popularidad y proyección nacional. Pero, esa vertiginosa fama tuvo su costado demasiado doloroso. Tanto, que ya anunció que deja la televisión. Como los Beatles y Xuxa, Piñón Fijo recibió acusaciones de que las letras de sus canciones leídas al revés escondían mensajes satánicos. Eso no es nada: cierta prensa deslizó que el artista dejó morir a un niño enfermo de cáncer sin querer ir a verlo. "Fue una acusación muy desleal y dura, me pegó muy fuerte y me dio mucha impotencia", señala Fabián Gómez, el cordobés de 37 años que desde hace 14 se apoda Piñón Fijo.

Desprovisto de su cara pintada y disfraz de payaso, Piñón Fijo conversó con El País sobre todas esas acusaciones, se refirió a sus inicios en plazas y parques y explicó causas y consecuencias de su meteórico ascenso. Anunció que el jueves 15 de enero, a las 21 horas, presentará un gran espectáculo de música, humor y magia en el hotel Conrad de Punta del Este.

—¿A qué atribuye toda esa ola de cosas que se dijeron sobre usted?

—En algún momento pensé que no era casual, y que yo, de alguna manera, estaba molestando a alguien oscuro que tenía el poder de hacer brotar de la tierra casualidades a cada paso que yo daba. En un tiempo, cada 15 días se decía algún invento sobre mi. Pero ahora, a la distancia y sin tanta pasión, creo que a veces sin quererlo se tocan intereses de otros que generan rencor y envidia. En un programa televisivo de críticas de espectáculos se llegó a emitir un dibujo animado, en el que los personajes se quejaban de que se traía payasos de Córdoba en vez de hacerlo de España como antes. Además de un ataque hacia mi, es un acto de discriminación hacia el interior. Pero bueno, de pronto hay gente que considera que otras personas deberían ocupar mi lugar.

—¿Deja la televisión por esas cosas?.

—Ahora puedo evaluar un poco mejor las cosas. Pero en ese momento, en medio de la vorágine de televisión todos los días, giras por el interior, grabando discos, y por otra parte leyendo notas que decían falsedades, tomé la decisión. Porque no quiero ser una máquina de generar negocios. La base de esto es el afecto, el respeto, el carisma y el cariño. Lo que se genere alrededor debe ser una consecuencia de eso. Si pierdo de vista la esencia de Piñón Fijo no solo mato mis ideales sino también al personaje. Me pareció prudente dejar la televisión y estoy orgulloso de haber tomado esa decisión.

—Artistas que trabajan con niños, como Xuxa, han recibido acusaciones del estilo. ¿Por qué cree que se da eso?

De las plazas al Conrad

La presentación de Piñón Fijo en el Conrad será su primera actuación en Uruguay. Es más, su llegada a Montevideo hace unos días fue el primer desembarco por estas tierras. "Vine con mi señora, para aprovechar y conocer un país, que de alguna manera tenemos idealizado por sus músicos", confiesa Fabián Gómez, padre de una hija de 16 años y un hijo de 15. "Hace 14 años cuando nació mi personaje ellos tenían 1 y 2 años. Eran parte de mi equipaje de artista callejero, esto dicho muy cariñosamente. Eramos muy aventureros, salíamos a hacer dedo y con mochila íbamos de un lugar a otro a pasar la gorra".

La música popular fue la primera pasión de Fabián Gómez, quien luego se desarrolló como mimo. Con ese personaje, recorrió Córdoba para seguir en otras provincias. "Teníamos esa publicidad que no se compra: el boca a boca".

Toda esa movida hizo ruido en Buenos Aires, y Piñón Fijo llegó a la capital. "Para los provincianos, es un paso difícil. La capital es un mito fuerte, para bien y para mal. Es un medio muy competitivo, no hay espacio para muchos, y cuando se gana es efímero. Como en toda selva, las reglas de juego no son de lo más leales".

Ha grabado cuatro disco, todos superaron los oros y platinos algunos por duplicado. Ganó el premio Gardel a la música. Sin embargo, no se considera un creador, sino más bien un receptor de miles de sugerencias y deseos de madres, padres, docentes y niños.

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