Madonna se transformó en el gran comentario de los medios el pasado lunes cuando presentó el primer clip de American Life. Pero la conmoción provocada duró poco. Ayer la cantante publicó en su página oficial un comunicado desistiendo de la emisión del video donde se la ve de uniforme militar y lanzando una granada contra el presidente Bush, quien la recoge para encender un cigarro.
"Decidí no lanzar mi nuevo video. El fue filmado antes de que comenzara la guerra", afirma, "y no creo que sea apropiado exhibirlo ahora. Debido a la volatilidad actual del mundo y por respeto y sensibilidad hacia las fuerzas armadas, que apoyo y por las cuales rezo, no quiero correr el riesgo de ofender a alguien que pueda entender mal el significado del video". La semana pasada, la cantante aclaró que no era anti-Bush: "estoy siendo irónica con la granada. Quiero transformar un arma de destrucción en una cosa inocua Mi objetivo es encontrar una alternativa a la guerra".
En realidad el tema es una crítica al consumismo estadounidense. En el recurre por primera vez al ritmo rap para alegar, entre otras cosas: "tengo abogado y empresaria/Y un conductor y un latino/Un entrenador y un mayordomo/Un guardaespaldas o cinco/Un jardinero y un estilista/ ¿Ud. cree que estoy satisfecha?".
Al explicar el por qué ambientó su video en una escenografía propia de un desfile de modas, Madonna dijo: "Es una especie de epítome de la superficialidad en medio del caos, el dolor y el sufrimiento. Es un discurso sobre la obsesión con el mundo de las ilusiones".