Los Wachowski van tras un ninja en un nuevo film

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Matías Castro

Los hermanos Larry y Andy Wachowski viven hasta hoy de la fama que les generó la trilogía de Matrix, tan criticada como millonaria. Y ante algunos críticos tienen cierta carta de crédito gracias a su colorida adaptación de Meteoro al cine. Su gusto por el animé y la cultura pop japonesa quedó muy marcada en esas películas, pero se vuelve más explícita en Asesino ninja. Aquí no son directores ni guionistas, sino solamente productores, aunque se encargaron de estar detrás del proyecto desde el origen y pusieron como director a su hombre de confianza, James McTiegue, a quien ya habían delegado la dirección de V de Venganza, un film en el que oficiaron de guionistas y productores.

En el caso del guión de Asesino ninja (sobre un ninja que abandona a su clan y es perseguido mortalmente por uno de sus ex compañeros) se encuentra una clave más de las preferencias de esta rara pareja hollywoodense: la historieta. Uno de los dos autores del guión es J. Michael Strackzynski, un veterano profesional que escribió una interesante historieta de superhéroes llamada Rising stars, hizo en televisión capítulos de Reportera del crimen y se hizo cargo de la serie Babilonia 5, y cuyo último gran logro fue el guión de El sustituto de Clint Eastwood.

McTeigue había comentado en una entrevista que su interés por hacer un film de ninjas (cosa extremadamente rara en Hollywood, y más en el panorama de la producción actual) surgió mientras trabajaba como director de segunda unidad en Meteoro. Allí pudo trabajar de cerca con Rain, un cantante pop-modelo-empresario-diseñador de Corea del Sur, que en esa película actuaba en escenas de acción. Conversando se dieron cuenta de su interés en común por hacer algo sobre los asesinos japoneses encapuchados que tanto cine barato han protagonizado.

"Creo que es lo que ocurre cuando tu presupuesto es limitado o cuando vos te proponés hacer algo verdaderamente barato, del mismo modo en que se hacían aquellas películas de ninjas en los años ochenta, conseguís algo berreta solamente por los recursos de los que disponés. Y así terminas por convertir estas películas en clase B", comentaba McTeigue en una entrevista con la web Moviesonline. "Lo que quise hacer, porque siempre me gustó esta idea de un film de ninjas, y a los niños también les gustan los ninjas, fue intentar traer otros elementos a ese universo, como traer algo de los videojuegos, algo de los animés, algo de terror, algo de cine negro y al mismo tiempo darle el tono de un film asiático". Difícil tarea la que se propuso McTeigue.

En cualquier caso, tener como productores a los Wachowski y al poderoso Joel Silver (uno de los productores más fuertes en Hollywood) le garantizaba los recursos técnicos y el interés para que todas esas ideas se pudieran combinar con lujos de producción. Cosa que no garantiza calidad ni interés, por supuesto, pero que le dio al director una oportunidad que otros realizadores de clase B hubiesen querido tener. Y todo por ser mano derecha de los Wachowski.