"Los cómicos son una estirpe distinta"

| Animada. La popular y controvertida comediante habla sobre su rol en "Ralph el demoledor"

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Vanellope Von Schweetz es una niña solitaria, protagonista de un videojuego con graves errores de programación. Y sin embargo tiene el rostro y la actitud inconfundible de Sarah Silverman, quien le da voz y gestos para "Ralph el demoledor".

"Cuando la vi me sorprendió", cuenta en una mesa redonda ante un pequeño grupo de periodistas de todo el mundo. Pequeña, delgada, entusiasta y sin dejar su actitud de comediante famosa, Silverman cuenta que normalmente cuando un personaje es desarrollado para una animación, hay varios cambios desde los bosquejos hasta lo que se ve después. "Cuando la vi (a Vanellope en acción en la película) por primera vez, sus cejas y todo… ¡Era yo! El pelo negro atado en una cola, todo. Es genial estar en una película de Disney porque no quieren solo que esto salga en cadena. Se toman mucho tiempo en ajustar y pulir todo, en hacer que cada momento sea lo más rico posible… Cuando leí el guión y vi los primeros bosquejos me hice una idea de cómo era y cómo hablaba el personaje, así que quise darle una voz más alta. Y se me ocurrió que darle un toque como de resfrío, ya que ella siempre está con la ropa algo rota, como si fuera un resfrío permanente".

A sus cuarenta y dos años, Silverman tiene en Estados Unidos una larga reputación de comediante extraña. Comenzó hace dos décadas como parte del equipo de Saturday Night Live, programa clásico de la Tv estadounidense, del que han salido buena parte de los comediantes más populares del cine. Sus trabajos fueron luego de lo más variado, desde un papel pequeño en Star Trek: Voyager hasta Evolución y muchísimas otras películas en las que hizo papeles menores. El gran salto lo dio en 2007 cuando estrenó su programa propio en televisión, llamado como ella misma y que duró hasta 2010.

El estilo de humor que maneja suele tener que ver con racismo, religión y sexualidad, temas nada afines con el mundo de Disney, estudio que produce Ralph el demoledor. De hecho ha protagonizado unas cuantas controversias a raíz de la forma irónica en que se refiere a cuestiones delicadas para otros. Cuando el director Rich Moore la convocó para esta película la sorpresa fue mayúscula para unos cuantos.

"Lo sé", comentó, "¿me conocen solamente de mis papeles en Monk y en Yo Gabba Gabba? No. Ellos conocían muy bien con lo que se metían y encontraron que ahí había algo valioso. Yo soy la sorprendida y agradecida. Pero ya sabés, el comediante más sucio que había en los ochenta era Eddie Murphy y sin embargo se ha metido en este mundo sin problemas. Tengo otros perfiles míos que pueden ser encantadores y muy apropiados para niños".

POLARIZACIONES."Me sorprendió y me emocionó la propuesta", remata, "Pero desafortunadamente para ellos esto llega en un año electoral cuando estoy en mi punto más polarizador. De todos modos, si Disney no puede unir a los demócratas y a los republicanos, no sé qué puede lograrlo".

Si bien en cuanto a sus opiniones políticas insiste en que su objetivo es hacer reír antes que predicar, confiesa que se asusta por momentos debido a ciertas reacciones extremas de algunos sectores. "Soy una gran oportunidad para que exterioricen todo" comenta. Al mismo tiempo, desde su punto de vista quien se mete en el negocio de la comedia y de la actuación pretende ser querido por otros, así que por los temas que elige y el tono de su humor, termina metida en situaciones que no esperaba. "Voy a opinar y tengo que ser abierta ante la gente que opina. Si voy a hacer declaraciones fuertes también habrá reacciones fuertes".

Vanellope es una outsider. Es un personaje que habita Sugar Rush, un videojuego de carreras para niñas, ambientado en un mundo hecho de caramelos, chocolates y cremas dulces. Las demás competidoras la tratan como una paria y ella vive sola, con un auto medio arruinado, lidiando con un defecto digital que la hace aún más distinta que las demás: es un Glitch, es decir, es un personaje con un error de programación que la hace convertirse en píxeles esporádicamente. Así conoce a Ralph, el protagonista del film, otro outsider que está buscando su lugar en el mundo pero que proviene de otro videojuego.

Los productores del film le enviaron al agente de Silverman una lista de temas políticos que podían aparecer en las entrevistas de prensa. "La verdad es que a la hora de publicitar esta película puedo ser polarizadora, soy muy de opinar y muy liberal. Pero esta es una película para todos" remató.

Lejos de seguir con ánimos de provocar, sus planes en lo inmediato van por senderos muy distintos. Se plantea hacer un programa especial para la televisión, con nuevos monólogos de humor. Y, curiosamente, tiene más planes para el mundo infantil ya que cuenta que en estas semanas a sacado a la venta una aplicación para celulares con su nombre, pero específicamente diseñada para niños y bebés.

"Amo a los niños", cuenta. "Sé que no tengo hijos, pero estoy loca por los bebés y los niños. Tengo mucho material para ellos (entre otras cosas, Silverman compone canciones). Así que se me ocurrió hacer una aplicación y en eso estuve trabajando todo este año. Es para la gente de mi edad, que les gusta lo que hago y que tienen niños. Creo que puede ser divertido".

"Creo que podría desaparecer en un papel"

Como sucede con muchos comediantes estadounidenses, que por estos lados son conocidos por el cine y la televisión, Silverman tiene una carrera fuerte sobre los escenarios, haciendo comedia stand up. "Bueno, creo que ser comediante está en mis raíces", comentó sobre la división entre su trabajo en la comedia y en la actuación en otra clase de papeles. "Es como ser gay, nacés así. Es distinto que solamente una carrera, los cómicos son una estirpe distinta… pero me encanta actuar. Creo que no tengo tantas oportunidades porque la gente me conoce demasiado. Estoy muy expuesta y, como ya dije, puedo causar polarizaciones. Cuando los productores buscan actores, quieren gente que se pierda en los personajes. Así que si yo buscase actores entendería que no quieran a alguien a la que la gente vea en pantalla e identifique a Sarah Silverman. De todos modos, ella ha aparecido en una variedad muy grande de papeles de ficción a lo largo de estas dos décadas entre el cine y la televisión más allá de su inconfundible perfil de comediante. "Creo que podría desaparecer en un papel de ficción. Pero por suerte una vez cada tanto viene alguien como Sarah Polley que me invita (la dirigió en el film Take this waltz, de 2011) y otros dicen que no sabían que yo podía hacer un drama. Seth Rogen (coprotagonista en dicha película) y yo sentíamos que nos pasaba lo mismo con este tema. Solo dices tus líneas con honestidad. Dices tus palabras. Pero es raro para nosotros que haya una diferencia en la cabeza de la gente".

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