Las disidencias de dos provocadores

Cada uno a su manera, han logrado repetidas veces escandalizar y provocar el debate no solo en su país, sino también a nivel internacional. Marilyn Manson y Madonna, quienes en estos días coinciden con sendas ediciones discográficas, también concuerdan en ciertos tópicos en sus flamantes discos, The golden age of grotesque y American life respectivamente.

La conexión entre ambos artistas tiene algunos años. El alter ego del ex-periodista Brian Warner tomó su nuevo nombre de dos íconos estadounidenses, según su propia explicación: Marilyn Monroe y el asesino múltiples Charles Manson. Pero un ícono como Madonna no podía faltar y uno de los músicos del polémico rockero lleva otra provocativa combinación de pseudónimos: Madonna Wayne Gacy (estos dos últimos apellidos remiten a dos notorios asesinos en serie). Los nuevos trabajos de Manson y Madonna están impregnados por los tiempos de convulsiones que se viven y cuya máxima expresión fue la recientemente finalizada guerra contra Irak.

ANTICRISTO. Del lado del rockero "heavy" llega The golden age of grotesque. Como siempre cuando se trata de un disco de Manson, todo lo que rodea lo estrictamente musical es tanto (o más) interesante como las canciones. Luego de vestirse como un "Anticristo Superstar" en el disco homónimo —el álbum que lo llevó a la fama mundial—, de alienígena glamoroso y asexuado en Mecanichal animals y de ídolo caído en Holy wood, Manson recurre a la Alemania pre-hitleriana y al Hollywood de la década del treinta para dar cuenta de su visión acerca de la sociedad y el estado de las cosas en la política y la cultura.

Como de costumbre cuando Manson está involucrado, no se trata de un panorama alentador. Desde las canciones del disco, Manson escupe críticas hacia un estilo de vida que él identifica como estadounidense, entre cuyas principales características se encuentran la hipocresía y la tendencia a censurar. Para esta producción, Manson fue impedido de presentar en el disco imágenes en las cuales aparecía con dos orejas muy similares a las que luce el Ratón Mickey. Impedido de usar la iconografía Disney, Manson se concentró en una estética militar y cuasi nazi, en una poca sutil alusión a los tiempos previos a la Segunda Guerra Mundial, ilustrando con ello el clima de decadencia que él entiende impera en las sociedades "occidentales" (ni Manson ni Madonna tuvieron alguna vez una comprensión profunda de algo que exceda la cultura popular estadounidense y algo de la europea).

En lo estrictamente musical, The golden... es un paso adelante para Manson. Luego del buen nivel que mostró en Antichrist superstar y, sobre todo, Mechanical animals, el cantante editó Holy wood, un fracaso comercial y artístico, casi inescuchable. Pero acá vuelve a demostrar que, cuando se inspira, pocos se valen del género heavy metal de forma tan lúcida como él. Producido por el propio Manson y Tim Skold, el disco presenta un denso y compacto marco sonoro, dominado por guitarras aullantes, bajos atronadores e inquietantes zumbidos sintetizados. A pesar del esmero de producción, Manson no deja de aparecer como un chatarrero sónico, armando sus canciones con los desechos de sonido encontrados en el basurero cultural de la música rock, como un Tom Waits en clave "pesada". The golden... es el bienvenido regreso de un provocador nato.

GUERRILLA. Madonna, por su parte, también apela a una estética militar para su nuevo disco, American life. Solo que en vez de inspirarse en el uniforme de las SS, como Manson, la artista se viste de Che Guevara, con boina y todo. Con ese atuendo lanza furibundas críticas, como Manson, contra el estilo de vida estadounidense y las ansias de ser famoso cueste lo que cueste. Rara objeción de una artista que justamente hizo de ese deseo —llegar a la cima de la fama— el motor principal de su rutilante carrera. Además, buena parte de su condición de provocadora se vio seriamente afectada cuando decidió retirar el polémico video de American life —donde le lanzaba una granada a George W. Bush— de la televisión, en un arranque de autocensura insólito para una artista de sus antecedentes y su estatura comercial.

Pero si el disco de Manson fue un acierto en comparación con su inmediata edición anterior, ocurre lo contrario en este caso. Music, el disco previo a American life fue una brillante exhibición de ritmos bailables y delicadas baladas, sabiamente equilibradas y producidas por Mirwais Ahmadzai y William Orbit. En este álbum, Ahmadzai vuelve a ocupar el puesto de productor artístico, por lo que gran parte del mismo suena muy similar a Music. El problema de American life no radica empero en una repetición de fórmulas de producción, sino en que el nivel de las composiciones no están a la altura a la que Madonna nos tiene acostumbrados. De las once canciones del álbum, se destacan apenas tres o cuatro: American life, Die another day, Love profusion y especialmente Nobody knows, por lejos el mejor tema del disco y una brillante demostración de lo que Madonna es capaz cuando se trata de componer un tema para la pista de baile. En las épocas del "dólar barato", solo esa canción hubiera valido por toda la compra del disco. Ahora en cambio, no alcanza para considerar la incorporación de la más reciente obra de esta mayúscula artista musical y visual a la discoteca personal.

CRITICA I FABIAN MURO

THE GOLDEN AGE OF GROTESQUE

Autores. Marilyn Manson, John 5,

Madonna Wayne Gacy, etc.

Producción. Marilyn Manson, Tim Skold

l Edita. Universal

AMERICAN LIFE

Autores. Madonna, Mirwais Ahmadzai,

Stuart Price, Monte Pittman, etc.

Producción. Madonna, Mirwais Ahmadzai

l Edita. Warner

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