Largo viaje de una pareja con un documental bajo el brazo

1/1: DUO. Georges Fabre y Elisabeth Guitter se conocieron hace seis años y su vida ha girado en torno a este documental que los ha mantenido en el camino. 200x140 ()

MATIAS CASTRO

Vendieron todo. Parecía una locura, y en parte lo es. Elisabeth Guitter (45) y Georges Fabre (52) vendieron todas sus pertenencias, casa en París incluida, y se embarcaron en una aventura con la que muchos sueñan. Están viajando por toda Latinoamérica desde hace casi dos años, presentando su único documental Los herederos del Amazonas. "Somos nómades, el día que queramos volver a Francia, tenemos que empezar de cero", dice Georges. Viven casi a monte, trasladándose en una camioneta y arreglando las condiciones de su viaje a medida que avanzan. Están filmando todo y también tomando apuntes, porque todavía no saben si harán una película o un libro con esta experiencia que tomará cinco años o más. Llegaron a Montevideo el viernes 13 y se quedarán hasta fin de mes.

Itinérance es el nombre que le pusieron a este periplo para mostrar su película.

ROAD MOVIE. La lluvia comienza al mismo tiempo que la entrevista. Vienen con mucho calor del norte del Chaco, demorados porque los trámites en la aduana fueron más largos de lo previsto y el recorrido era de 300 kilómetros más de lo que les habían dicho. Pero la improvisación es casi otra compañera de ruta para esta pareja que se formó hace seis años.

El documental investiga la historia del abuelo y el bisabuelo de Georges, que vinieron un siglo atrás a hacerse la América con el negocio del caucho. Georges parece querer ser un digno exponente de esta tradición aventurera.

"Vamos a cruzar el Amazonas en esta camioneta, son 5.000 kilómetros que ya hicimos en barco", cuenta con cierta satisfacción. A continuación sigue desarrollando su recorrido que los llevará otra vez a Argentina, los tendrá en Brasil de marzo a agosto, y que los hizo pasar por Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela y otros países. Viajan con cámaras y un proyector para organizar ellos mismos las funciones.

—¿Qué los llevó a elegir esta forma de presentar su documental?

—La primera razón es que nos parecía difícil distribuirlo comercialmente. Aunque la vendimos a TV3, una cadena de televisión catalana. El segundo motivo está en nuestro sueño de hacerlo personalmente. Que surgió cuando presentamos la película en Guayaquil, donde justamente mi bisabuelo fundó la Alianzas Francesa.

—¿Cómo convirtieron la idea del viaje en realidad?

—Buscamos auspiciantes, primero. También creíamos al principio que podríamos financiarlo vendiendo las mismas proyecciones, pero esa idea nos duró poco. Usamos las Alianzas Francesas, que nos aportan lugar para hacer las proyecciones. Esto funcionó en Argentina, por ejemplo, aunque aquí no. También vendemos un dvd con la película, tenemos apoyos inestables de dos bancos y tal vez hagamos stickers para vender.

—¿Tienen apoyo estatal?

—No en dinero. Pero tenemos el apoyo moral del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, también de la Unión Latina y de la Unesco. No es material, pero es una referencia interesante para nosotros.

—No tenían experiencia previa en documentales.

—Elisabeth trabajaba como educadora social con adolescentes. Yo era consultor de empresas, uno de mis clientes era el presidente de Nissan Francia, eso ayuda mucho.

No éramos cinéfilos, pero estábamos interesados por las imágenes. Yo trabajé como fotógrafo y esa fue mi experiencia más cercana. Pero esto empezó cuando mis padres cumplían sus bodas de oro y yo le hice una película de cuarenta minutos sobre su vida. A partir de ahí, en el 95 se me ocurrió hacer algo sobre mis antepasados.

—¿Cómo aprendieron la técnica y los métodos de trabajo?

—Hablamos con un productor y nos pidió que si queríamos venderle la idea, teníamos que llevarle un guión. Fuimos a la librería y compramos tres libros: Introducción al guión, Cómo se escribe un guión y el guión de El Ciudadano. Cuatro días después teníamos pronto el guión.

—¿Dejaron absolutamente todo en Francia?

—Algunos de nuestros amigos allá todavía creen que estamos de vacaciones, pero no es así, hacemos negocios, tratamos de sobrevivir en el camino. Hay muchas personas que no terminan de entender este proyecto, instituciones culturales que se asombran cuando decimos que queremos cobrar por las funciones.

—Entonces el espíritu de aventuras viene de la familia de Georges.

—Creo que se trata de no esperar nada de afuera, de trabajar. No la filmamos pensando en la gira para proyectarla, eso nos lo planteamos después.

Pero fue lo que aprendí de mi abuelo y mi bisabuelo: si quieres algo, pelea por ello.

Es por eso que nuestra película se llama Los herederos del Amazonas, porque creo que es lo que recibí de ellos.

El documental Los herederos del Amazonas será exhibido este martes 17 en la sala La Linterna Mágica, de Cinemateca Uruguaya, en dos funciones: 18 y 20 horas. La primera será solo exhibición de este interesante documental, pero la segunda estará acompañada por los propios directores Georges Fabre y Elisabeth Guitter. Luego de la película ofrecerán una charla sobre su periplo por Latinoamérica y su proyecto Itinérance.

El documental investiga la vida de aventuras del bisabuelo y el abuelo de Georges, hace casi un siglo.