Jorge Galemire publica su primer disco en veinte años: "Trigo y plata"

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Trigo y plata está marcado por el candombe y coautorías con Eduardo Darnauchans, Mauricio Ubal, Luis Campos y Fernando Ulivi. Galemire no publicaba material inédito desde Casa en el desierto, antes de irse al exterior.

Estuvo trece años radicado en España. Vivió en Islas Canarias, en Mallorca y el último período en Madrid. Pero desde hace ocho volvió a las calles montevideanas que tanto extrañaba y al lugar donde forjó su estilo influenciado por el candombe beat. Fue escuchando grupos como El Kinto y Opa, tras la excitación beatle, que Jorge Galemire descubrió "las maravillosas combinaciones que podían hacerse con el género". También menciona a Bachicha Lencina y Manolo Guardia entre sus primeros referentes.

El disco que acaba de publicar Ayuí durmió en el cajón de un neoyorkino desde 2003 hasta la fecha. Se trata de Neil Weiss, un melómano que financió grabaciones de Ruben Rada, Hugo Fattoruso, Trío Fattoruso, la cantante de tangos Giovanna y el propio Galemire. Pero con una salvedad importante: la mayoría de las veces no concretó la fabricación y distribución de las placas, o su negociación con una compañía que lo hiciera. "Fue un hecho desafortunado. No sé qué pasó con Weiss, por alguna razón que desconozco decidió no lanzar el álbum. Y tiene como ocho trancados de distintos artistas. Le vino una especie de bloqueo y yo decidí comprarle el master y liberarlo", explicó el músico a El País.

El repertorio original de Trigo y plata incluía La tambora de Jorginho Gularte pero decidió guardar la versión para el compendio de canciones que prepara actualmente, basado en autores uruguayos. En la lista no faltarán Fernando Cabrera y Estela Magnone, dos de sus preferidos.

Entre Casa en el desierto y la flamante edición hay un eslabón perdido: Perfume, que sólo estuvo en las bateas de Buenos Aires en 2004, con el registro de un concierto que ofreció en Sala Zitarrosa en 2002.

Jorge Galemire fue fundador de Los que iban cantando junto a Jorge Lazaroff y Jorge Bonaldi, uno de los grupos locales de mayor trascendencia durante la dictadura militar. También hizo un gran trabajo como arreglador musical en Sansueña de Eduardo Darnauchans y Hoy canto de Gastón "Dino" Ciarlo. El cantautor giró por España con Jorge Drexler cuando el oscarizado presentó Frontera, el disco que marcó un punto de inflexión definitivo en su carrera. Y coqueteó con Repique, el colectivo que en 1984 reunió a Jorge Vallejo, Alberto Magnone, Jaime Roos, Andrés Recagno, Gustavo Etchenique y Carlos "Boca" Ferreira.

Trigo y plata refiere a la cabellera de su esposa norteamericana (un matrimonio que cumplió dos décadas), que combina el rubio con las canas. De formato acústico, Galemire califica el disco como "el más uniforme" de su obra. "Es una producción acotada en cuanto a instrumentos, con tratamiento acústico, porque usamos contrabajo en lugar de bajo eléctrico y un tambor piano. Esto tiene que ver con el mercado, si vas en este plan, el backline (los requerimientos técnicos de escenario) es mucho menos complicado. Las crisis fueron cambiando los formatos", explica, diciendo que "decayó la práctica del candombe, porque no convoca desgraciadamente como antes. Hoy en día van 30 mil personas a un concierto de rock and roll".

En la lista de temas aparece Sin red, que estrenó la cantante Liese Lange a dúo con Ruben Rada hace casi una década. Y es en éste y en Otra vez, donde Galemire asume el riesgo de combinar plena con merengue, en un álbum sobrevolado por su estilo abrasilerado y por la participación de Hugo Fattoruso, "Lobo" Núñez y Nicolás Mora. Su fuerte no es escribir letras y en todo caso evita mencionar calles de Montevideo o personajes típicos del candombe. La raíz está presente sólo en la música: "Jamás podría haber escrito Brindis por Pierrot, por ejemplo". También hay un plan de reedición de su primer disco Segundos afuera y del tercero Ferrocarriles.