CARLOS REYES
Esta noche a las 20 horas en el Museo del Carnaval (Rambla 25 de Agosto 218 esquina Maciel) se estrena "Maluco", un espectáculo dirigido por Héctor Manuel Vidal a partir de la multipremiada novela de Napoleón Baccino.
Este montaje es el primero que realiza Vidal luego de la exitosa Gatomaquia, obra que ganó el Florencio al Mejor Espectáculo en 2007, y que este año llegó a su quinta temporada. Pese a las enormes diferencias que hay entre ambos espectáculos, ellos comparten el hecho de nacer de textos no teatrales, y de contar con narradores que van cambiando de roles para dar cuenta de las acciones.
Basada en el hecho histórico del descubrimiento del estrecho de Magallanes, Maluco busca reinterpretar la historia con imaginación y comicidad, dos elementos que también estaban presentes en Gatomaquia. Traiciones, bajezas, sufrimientos y choque de ambiciones, intentarán provocar en el espectador la seducción que el lector encuentra en la novela.
El espectáculo, estrenado en el Festival Internacional de Teatro de Manizales de Colombia, dará nueve funciones, desde hoy hasta el jueves 13 próximo, todos los días a las 20 horas. El elenco lo integran Fernando Dianesi, Santiago Sanguinetti y Leonor Chavarría, quienes también intervinieron en la adaptación del texto a la escena, que se hizo en plena acción de los ensayos. Las entradas están en Red UTS y valen $ 280.
"El método de trabajo fue el más irresponsable, o dicho de otro modo, el más abierto. Aunque la irresponsabilidad creo que está salvada, porque lo trabajamos con mucho tiempo. Yo les pedí a fines del año pasado, que leyeran la novela a todo el elenco, a todos los diseñadores e incluso a algunos técnicos. En febrero empezamos a trabajar, con la novela leída, y todo el mundo empezó a opinar, desde lo que le parecía mejor, más allá del personaje que le tocara interpretar a cada uno. Era pensar cómo se servía mejor esto, y ahí empezamos, con ensayo y error, probando en la cancha: o sea que a la vez que hicimos la adaptación del texto fuimos viendo su viabilidad teatral", explicó a El País el director.
Vidal señala que en ese proceso se avanzó en dos líneas, que de alguna manera están contenidas de la propia novela. Por un lado, los hechos históricos, más lo que Baccino agrega, inventa y especula sobre el posible enfrentamiento entre Magallanes y todos los que dudan de sus convicciones. Desde ese lugar, el protagonista surge como un personaje alucinado, afiebrado por alcanzar sus propósitos. Ese aspecto le da ribetes de aventura al espectáculo.
"Esa vía, Baccino la hace con mucha precisión histórica, pero además le da un vuelo trágico. Y por otro lado está otro personaje, Juanillo Ponce, que es un gran invento del autor, y que de alguna manera es él autor mismo. Ese bufón le da a Baccino la libertad y el placer de jugar con un personaje que es el loco y el tramposo, y que tiene toda la gama para contar la historia desde el otro lado", afirma Vidal, agregando que esa cuerda le permitió incluir elementos de la comedia del arte.
En el escenario, Juanillo se instala para pedirle a la Corona que le devuelva la pensión que le han quitado por andar tergiversando la historia. Para eso buscará demostrar que su historia es la correcta, que no miente. "Para demostrar que su historia es verdadera, la irá mostrando, representándola.
"El espacio es una caja negra, con un hallazgo de Claudia Sánchez, que es la proyección sobre negro. Fue un riesgo que probamos y sirvió: no es la pantalla blanca, que se impone y pelea contra el teatro, sino un recurso que ayuda en climas, en cambios de lugares, sin caer en algo demasiado descriptivo".
Compañías un poco apáticas
En más de 40 años de carrera, Vidal ha estado tan ligado al teatro independiente como a la Comedia Nacional, de la que fue su director. Sobre la Comedia, afirma que está en un punto de transición, y que ha dejado un poco de lado los textos más novedosos. "Visto de afuera, los textos nunca hechos, las novedades, han quedado un poquito de costado. Pero están tratando de reflotar el clásico, que por lo menos haya en cada temporada. Y también darle cabida a nuevos directores, corriendo algunos riesgos".
Sobre los grupos independientes, señala: "Siempre hay gente muy talentosa que aparece. Ahora, como expresión general, está un poco apático, no muy atractivo. De repente hay cosas atractivas, pero en general veo un poco apático a las instituciones como tales, más que al teatro independiente. A las instituciones las veo que quedaron más en instituciones que en grupos estéticos. Prima el mantener la institución, y en seguir haciendo repertorio para eso, y eso hace años que viene bajando. Incluso muchas de las cosas interesantes que se ven, es más bien gente que está más bien a un costado, que puede llegar a dirigir en alguna institución, pero con esa impronta personal o con grupos que vienen de fuera de esa institución. Eso está pasando hace tiempo".