CARLOS REYES
Mañana a las 19 horas en la Sala de Conferencias del Teatro Solís tendrá lugar la presentación del libro "Cuerpo a cuerpo", que la prestigiosa bailarina y coreógrafa uruguaya Teresa Trujillo escribió en colaboración con Carina Gobbi.
"La concreción de este libro es como un canto del cisne, después de uno trabajar tantos años, y tener tanto material reunido sobre mis actividades. A mí me gusta compartir con la gente lo que he hecho, y que las nuevas generaciones lo conozcan. La idea es dejarle a los jóvenes algo que uno ha hecho con mucho esfuerzo, dedicación, vocación, y talento: no lo digo yo, lo dice la crítica. Me pareció importante hacer conocer este material, y no ser egoísta y tenerlo en los cajones", explicó a El País Trujillo, agregando detalles de cómo nació este libro, que además contiene un DVD cargado de información, videos, fotos, recortes de prensa y demás.
El libro tiene textos escritos por Trujillo, y otros surgidos en entrevistas que le realizó Gobbi. "Ella es periodista, fue alumna mía durante muchos años, y me conoce de varias etapas, tanto de mi vida como de la danza y el teatro. Es un lazo muy fuerte que tengo con ella, que hizo un trabajo de edición, ordenando la escritura. Yo sabía por dónde quería llevar algunas cosas pero como que ella me ordenó la cabeza, y redactó muy bien, porque ella es muy talentosa en la escritura. Ella lo formuló muy bien, de acuerdo conmigo, y después aportó también una cohesión total del libro, un estilo, trabajando sobre una metodología. El libro se ve muy coherente, pero también es muy afectivo", señala la artista.
Trujillo (Montevideo, 1937) trazó una carrera con varias etapas, entre las que destacan sus experiencias de vanguardia en danza, happening y otras formas interdisciplinarias de arte, en los años anteriores a la dictadura. Tamara Grigorieva y luego Elsa Vallarino fueron fundamentales en su formación, que también comprende cursos de fotografía con Mario Handler. Luego de un rico pasaje por Nueva York y otras capitales del arte de vanguardia, trabajó junto a Vallarino en el histórico grupo Dalica, aportando a partir de allí un conjunto de trabajos que hoy son hitos en la historia de la danza local.
Consultada sobre si en aquellos años la danza experimental tenía dificultades para convocar público, Trujillo contesta: "Ah, sí, éramos los raros y la elite. Yo fui un poco transgresora, porque traje algún happening que dio mucho que hablar. Era una necesidad que uno tenía, pero que no era mía sola: era un grupo, siempre trabajé en grupo. Siempre tuve esa necesidad, porque me gusta sentirme acompañada en equipo para trabajar alguna idea. Es menos egoísta", observa.
Hoy en día las cosas están en otro lugar, el lugar de la transgresión es otro, y el auge de la danza experimental está a la vista. Sin embargo, la bailarina asegura que hay algo cíclico en estas nuevas corrientes. "Es como todo, como la moda, que va y viene. Te comprás un par de zapatos que son particulares, después los guardás 10 años, los volvés a sacar, le ponés una moña nueva, y ya está, es precioso. Y ahora es lo mismo: yo hice `body art` en los años 60, y ahora el body art se repite, y se repite, y está bien. Y no es porque yo ya lo haya hecho, que lo voy a criticar hoy. Siempre que las cosas se hagan bien, y sobre todo, con una verdad", reflexiona.
Sobre si la sociedad uruguaya hoy tiene más apertura para las experiencias escénicas de avanzada, Trujillo responde: "Acá en Uruguay hay una cultura conservadora hasta el día de hoy: no es que hoy nos hayamos destapado porque estemos en el siglo XXI. No, para nada. Falta mucho para tener una apertura un poco más auténtica. Yo no digo desfachatez ni nada de eso, pero sí una cabeza nueva: la necesita, un poco, toda la humanidad uruguaya. Desde lo político, que influye mucho, porque la cultura es política y la política es cultura. Ahí necesitamos abrir cabezas. Soy una gran convencida que el joven se va a despertar muy rápidamente, porque lo deseo, y creo en las nuevas generaciones. Yo en los 60 era de una nueva generación, y algo hice para impulsar un pequeño cambio, una corrida. Pero lo peor del Uruguay, o lo más difícil, es lo lento que va. Si las cosas pasaran un poco más rápido, en ese sentido, estaríamos más felices. Creo yo. El que espera desespera", remata.
Cuerpo a cuerpo. Reflexiones de una artista fue realizado en colaboración con Carina Gobbi, y editado por Ediciones Trilce y está a la venta en las librerías a $ 420.
En su presentación participan Javier Alonso, Ángela López Ruiz, Graciela Martínez, Elisa Pérez Buchelli, Alfredo Torres (quien también escribió el prólogo) y la autora. La actividad es mañana a las 19 horas, con entrada libre.
El happening llevado a la Justicia
La carrera de Trujillo no se limita a aquellas experiencias de vanguardia de los años 60, y es por eso que su libro recorre paso a paso el medio siglo largo de trayectoria. Los años de residencia en Nueva York, y luego en París, y el panorama artístico uruguayo anterior a la dictadura, abarcan sus primeros capítulos. Luego sigue su profusa actividad como directora teatral, y también como gestora cultural, buscando la concreción de una carrera a nivel universitario que otorgue el título de licenciado en danza.
De las mil historias del libro, una. Hacia agosto de 1966 la prensa uruguaya anunciaba el espectáculo Liquidación de una platea, en el Teatro Circular. El efecto de ese happening fue tal que el Ministerio de Instrucción Pública elevó a la Justicia los antecedentes de la obra. La prensa hizo correr ríos de tinta sobre el caso, y de hecho el espectáculo sirvió para abrir un debate sobre aquel arte nuevo y provocador.