FERNANDO MANFREDI
Hay artistas que logran a despecho de su talento o maestría un lugar especial en el corazón del público. Andrea Griminelli es precisamente uno de estos. De modo que el concierto de esta noche en el Radisson servirá para que el magnífico flautista italiano reviva el contacto con los uruguayos. Pero no estará solo: lo acompañará el guitarrista Emanuele Segre. En el espectáculo, organizado por el Instituto Italiano di Cultura se podrá disfrutar de un programa que incluye: Sonata en Sol menor BWV 1020 de J. S. Bach, Andante con variación para flauta y guitarra de G. Rossini, Gran Sonata Op. 85 para flauta y guitarra de Giuliani, Sonata Concertata para flauta y guitarra de Paganini, Preludio Nº1 para guitarra de Villa-Lobos, Partida para flauta, BWV1013 de J. S. Bach, y Fantasía de Carmen, de Bizet/Borne.
CELEBRIDAD. Aclamado en todo el mundo por su sensibilidad interpretativa y su impecable técnica, Andrea Griminelli goza hoy de un prestigio y una popularidad que, de seguro jamás imaginó al momento de iniciar su carrera musical a los 10 años.
Se aproximó a la flauta a la edad de dieciséis años, estudió con los legendarios Jean-Pierre Rampal y James Galway, que lo define "El más grande flautista subido al proscenio de la escena musical después de tantos años".
Desde el Conservatorio de París, el flautista italiano proyectó un futuro artístico que hasta hoy lo ha hecho acreedor de títulos como el de Caballero al Mérito de la República de Italia (otorgado por el gobierno de su país en 1991) y el de "uno de los músicos más prometedores", según la crítica musical del periódico New York Times.
Sin embargo, Andrea Griminelli brilla con luces propias, dejando sus pergaminos a un lado a la hora de deleitar a su público, moviéndose con total fluidez en escenarios como la Torre Eifel en París, la Plaza Roja en Moscú o el Mall Plaza de los Ríos, en Valdivia.
Sumar adeptos en su música también le ha permitido cumplir con uno de sus objetivos centrales como intérprete: acercar la música clásica a todo tipo de públicos y escenarios.
PROPOSITO. Es en este aspecto en que el artista no duda en dejar en claro lo que pretende: "Siempre es importante probar todas las fórmulas existentes para masificar este tipo de armonías" señala, "la música clásica no debe morir". Es por ello que Griminelli constantemente acepta desafíos, como los de tocar en recintos que habitualmente no han sido creados para realizar conciertos o intervenir en proyectos mediáticos que suponen el acercamiento con un público que excede en número al que asiste a un teatro.
Desde 1996 es director artístico del famoso Concerto di Natale en el Vaticano. Sus próximos recitales serán en Francia, Estados Unidos, Turquía, Sudeste Asiático, y hará un tour italiano con Ian Anderson.
En octubre de 2004 salió el CD Opera Omnia para flauta y orquesta de Mozart, editado por Decca, en el cual Andrea Griminelli acompañó a la Camerata Salzburg dirigida por Sir Robert Norrington. A mediados del pasado año realizó una resonante gira que abarcó todo Japón.
Un calificado socio musical
El guitarrista Emanuele Segre tiene en su haber conciertos en Nueva York, París, Londres, Amsterdam, Viena, Praga, Berlín, Madrid, Ro-ma, Varsovia, Seúl, etc. Ganó en 1984 en Nueva York el East & West Artists Prize y el Pro Musicis International. Antes de comenzar su carrera estudió en el Conservatorio de Milán, realizando cursos de per-feccionamiento con Julian Bream y John Williams. Estudió también violín y composición. En 1989 fue seleccionado por el International Rostrum of Young Performers de la Unesco.
Dónde. Ballroom Radisson Victoria Plaza
Cuándo. Lunes, a las 19,30 hs
Entrada. Libre